Por José René Tamariz

El gobierno de Solís por tercera vez decretó el congelamiento salarial para los trabajadores del sector público, otorgando el burlesco y humillante “reajuste salarial” del 0,01%, es decir, 10 colones por cada cien mil para el segundo semestre del presente año. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) el índice de precios al consumidor (IPC) en el primer semestre del año 2016 fue del 0,01%. En el primer semestre del año 2016 el gobierno había decretado un “reajuste salarial” de 0% para el sector profesional y un miserable 0,25% a 1% para el sector no profesional. Para el segundo semestre del año 2015, el gobierno había otorgado un miserable “reajuste” del 0,08%, o sea, 80 colones por cada cien mil. En año y medio, el gobierno le ha dado en total al sector público 90 colones por cada cien mil, mientras los precios de los productos y servicios siguen aumentando y, por ende, las condiciones de vida se siguen deteriorando.

Por otro parte, con respecto a este último “reajuste”, los neoliberales felicitan efusivamente al gobierno, por haber aumentado la recaudación de impuesto y también de reducir del 8% al 2% los gastos. Luis Mesalles, de la cámara patronal UCCAEP, señala que “… los gastos sin contar intereses crecieron solo un 2%. Buena parte de la contención se dio en salarios. Luego de crecer un 8% en términos reales en el 2015, este año lo hizo a menos del 2%. El gobierno se ha amarrado los pantalones para aumentar los salarios de sus empleados a un ritmo cercano a la inflación, lo cual es una buena señal”. (La Nación, 30 de julio del 2016). El gobierno está conteniendo y reduciendo el déficit fiscal, entre otros elementos, por el congelamiento de los salarios que aplica sin contemplaciones y con la complicidad de todas las dirigencias sindicales que, ni siquiera por vergüenza, realizan algún acto de protesta contra la burla del “reajuste salarial” de 10 colones por cada cien mil que se otorgará para el segundo semestre del presente año.

Mientras el gobierno se “amarra los pantalones” para congelar los salarios, los dirigentes sindicales se “aflojan los pantalones” para capitular y claudicar esa miserable política del gobierno de Solís para seguir empobreciendo a los trabajadores. Algunos dirigentes sindicales como los de la APSE, creen que con modificar la “fórmula salarial” para fijar los ajustes salariales semestrales, será la panacea para resolver los congelamientos salariales. Esta es una posición ilusa e infantil. Según Ricardo Molina, presidente de la APSE, en declaraciones a la prensa planteo que “Presentamos una metodología de cálculo salarial que incluye la productividad. Mientras eso no ocurra y no se discuta, vamos a seguir alrededor de este proceso de congelamiento salarial”. (La Nación, 27 de julio del 2016). Existe una política consciente y clara del gobierno de mantener la política de congelamiento como una forma de contener y reducir el déficit fiscal. El gobierno no cambiará esa política, con nuevas “fórmulas” ni “metodologías”. Solo la lucha de clases, podrá hacer variar esa política.

El asunto de los reajustes salariales reales, no compensatorios de la inflación, es una cuestión de la lucha de clases, de la correlación de fuerzas entre las clases que se resuelve mediante la lucha con los métodos de la clase trabajadora, la movilización en las calles y la huelga, para imponer los incrementos de los salarios. Esto no lo resuelven discusiones técnicas de “fórmulas” y “metodologías” que, además de dudosa son siempre manipulables.

Lo más grave de todo esto es que las dirigencias sindicales, tanto de la Alianza en Unidad en Acción” que, supuestamente, agrupa a 20 organizaciones sindicales, dentro de la cual se encuentra el sindicato APSE, y el Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense (BUSSCO), lo único que lograron hacer fue la denuncia púbica de esa estafa de “reajuste” y un pequeñito piquete frente a las instalaciones del Ministerio del Trabajo el día jueves 4 de agosto. Los trabajadores del sector público se encuentran enardecidos por las continuas burlas de los “reajustes salariales” decretados por el gobierno de Solís a lo largo de año y medio y les exigen a las dirigencias lanzar la huelga contra el congelamiento salarial, exigiendo un incremento real de los salarios, por encima de la inflación.

Llamamos a todos los delegados a la Asamblea Nacional del sindicato APSE que se realiza del miércoles 10 al 12 de agosto a discutir la situación, tanto de los proyectos del empleo público, que pretenden reducir y eliminar los componentes salariales, así como la política de congelamiento salarial del gobierno y votar un plan de lucha escalonado que concluya en la huelga indefinida para exigir el archivo definitivo de los proyectos de empleo público y un aumento salarial por arriba de la inflación. Esta huelga indefinida debe ser votada antes de que el curso lectivo concluya, ya que los diputados neoliberales, probablemente, puedan iniciar la discusión y votar, durante el periodo de vacaciones de fin de año, el proyecto de Sandra Pisk sobe empleo público.

Asimismo, también llamamos a las bases de todos los demás sindicatos y de los diferentes bloques sindicales o alianzas sindicales, a exigirles a sus dirigencias a que también convoquen a la huelga indefinida. Además, para que dicho movimiento huelguístico sea exitoso y termine con un triunfo debe realizarse de forma unitaria, en donde participen todas las organizaciones sindicales. Al mismo tiempo, se debe llamar a los trabajadores del sector privado a participar de esta jornada huelguística, exigiendo también un digno incremento salarial y el derecho a la sindicalización. No hay otro camino para derrotar los proyectos de empleo público, ¡la política de congelamiento salarial y los planes fiscales!!

BUSSCO y la alianza "UNIDAD EN LA ACCIÓN" deben de convocar a una movilización inmediata contra el 0,01% de "reajuste salarial".

Como era de esperarse, el gobierno de Solís, continuará con su política de congelamiento salarial. Ahora, va a otorgar el 0,01% de "reajuste salarial", o sea, la ridícula suma de 10 colones por cada cien mil colones. Según el INEC, esa fue la tasa de inflación para el primer semestre del año 2016. Esta política se mantendrá durante la administración de Solís, es decir, por cuatro años. ¡Ya llevamos dos años y nos faltan dos años más!!

Los dirigentes sindicales, sin distinción, ya sea del bloque sindical BUSSCO, Patria Justa y ahora, la alianza sindical, recién formado, denominado "Unidad en la Acción", al cual se incorporó el sindicato APSE, le hacen el juego y le capitulan al gobierno de Solís al permitirle, sin resistencia ni lucha, imponer, por la vía de decretos, los miserables reajustes salariales que, en el fondo, se traducen en congelamiento salarial.

El gobierno de Solís, ha venido reduciendo el crecimiento del gasto por la vía del congelamiento de los salarios del sector público, como parte de su política, de financiar y reducir el déficit fiscal. En realidad, la fórmula para otorgar reajustes salariales semestrales, basada en el reconocimiento de la inflación del semestre anterior, es solamente una excusa y pretexto del gobierno para reducir los gastos a costa del deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores. Los dirigentes sindicales, le claudican a esa política gubernamental y con su pasividad, en el fondo, apoyan las políticas del gobierno de hacernos pagar el déficit fiscal.

Llamamos a todos las bases de los sindicatos y bloques sindicales a exigirles a los dirigentes sindicales a que convoquen de forma inmediata y urgente a una gran movilización nacional en contra del congelamiento salarial y exigirle al gobierno un incremento real de los salarios. Esto podría ser el inicio para lanzar, de una vez por todas, la huelga indefinida contra los proyectos de ley de empleo público, educación dual y los proyectos que incrementarán los impuestos contra el pueblo.