DECLARACIÓN DEL PARTIDO OBRERO SOCIALISTA (POS)

Los 11 puntos de la Propuesta de Arias, elaborados con aportes de los golpistas, como él mismo lo reconoció, significaban la estocada para el movimiento de lucha y resistencia al golpe de Estado en Honduras. Ya Zelaya había aceptado los 7 puntos originales y dio una señal muy alentadora a los golpistas y a la burguesía y sus instituciones como OEA, para que estos exigieran más. Pero la resistencia del pueblo hondureño no solo se ha seguido manifestando contra el golpe sino que abrió otro frente de resistencia, la oposición a la decisión de Zelaya de aceptar los 7 puntos y una entregada de la lucha. La oportunidad de Zelaya para resarcirse fue este miércoles con el rechazo de los11 puntos de Arias en Zapote que claramente define los términos del retorno, amarrado y humillado y con él al pueblo entero que ha sostenido una resistencia heroica en su cuarta semana. Mientras tanto los golpistas hacen la pantomima de estar más satisfechos con la propuesta de Arias pero ceñidos en no aceptar de ninguna manera el retorno de Zelaya.

Zelaya ha visto la reacción de rechazo y descontento popular por su posición entreguista al apoyar los 7 puntos de la primera propuesta de Arias y ahora trata de salirse de la tramposa negociación donde se metió y metió al movimiento de resistencia desgastándolo y confundiéndolo. Si MEL quería utilizar la negociación como recurso para demostrar la intolerancia de los golpistas, debía hacerla planteando desde un inicio que lo primero a discutir y resolver era el asunto de la restitución y luego discutir los demás puntos. Debía demostrar que ese era el punto que los golpistas debían reconocer y aceptar como condición para seguir dialogando en los términos de esa definición/ condición. Así desde el primer día se habría demostrado que los golpistas no querían realmente negociar más que la rendición de Zelaya yla aceptación del golpe.Algo de esto planteó Zelaya al principio cuando dijo que aceptaban la mediación para discutir cómo se operativizaba la restitución pero se metió luegoa discutir los términos y condiciones cediendo al imperialismo y a la OEA/ONU, a Obama/ Hillary Clinton /Arias y a los golpistas. Estos últimos se dieron el lujo de rechazar las concesiones de Zelaya porque vieron que la negociación estaba dando frutos y podían sacar más.

Saludamos el rechazo a los 11 puntos de Arias que ha hecho Zelaya aunque sea tibia y confusamente. Saludaríamos también si con este rechazo Zelaya se retracta públicamente y ante el pueblo hondureño de los 7 puntos de la propuesta anterior. Pero esto no es lo que ha dicho la representante dela delegación Zelaya y Zelaya mismo en las declaraciones a Tele sur minutos después del anuncio de Arias. El llamado y confianza a que el SICA y el Consejo Permanente de la OEA interprete como negativa la posición de Micheletti de llevarse la propuesta de los 11 puntos a estudio y a partir de ello esperar las sanciones comerciales y económicas contra la dictadura no ayudan a aclarar sobre los pasos a seguir ahora.

Tampoco está claro lo de buscar entrar por algún puesto fronterizo o de alguna otra forma porque esto implica ir a la confrontación directa y la misma solo puede ser garantizada a partir de la votación y preparación por los organismos de base de las organizaciones del Frente Nacional Contra el Golpe de la huelga general insurreccional hasta la caída de la dictadura de Micheletti y sus gorilas. Zelaya debe llamar a la huelga general insurreccional y dejar de confiar en negociaciones y en resoluciones y bloqueos de la OEA y demás diplomacia hipócrita. No basta con la voluntad de Zelaya de entrar como sea a Honduras, hace falta preparar el enfrentamiento porque lo del pacifismo solo sería suicida y daría mártires pero no la garantía para buscar el triunfo de esta lucha.

Al llamado a no tener ninguna confianza en la negociación le debemos agregar que tampoco se debe tener ninguna confianza en las supuestas medidas de bloqueo comercial y económico al gobierno de facto por parte de la OEA o la ONU porque sabemos a qué le juegan esos organismos. Solo la confianza en las propias fuerzas y en la reorganización de la resistencia para votar y preparar la huelga general insurreccionala partir de un balance de la política de negociación que equivocadamente definió Zelaya y respaldaron las dirigencias de las organizaciones contra el golpe es la salida responsable, seria y decisiva para imponer la voluntad popular.

Escucharemos nuevos cantos de sirena invocando a la negociación y a la paz de los cementerios y a quese agote y se lleve a la desesperación y frustración al pueblo en resistencia pero a tal hipócrita maniobra hay que responderle con lahuelga general insurreccional para que el ingreso de Zelaya tenga una verdadera garantía de triunfo y no ocurra otro desencanto como el del Aeropuerto de Toncontín el 5 de julio pasado.

 

22 de julio de 2009

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