Por Atanacio Herrera

El nombramiento de los cinco miembros del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) y la aprobación para colocar $1,200 millones en bonos para aliviar las finanzas del Gobierno, así como otros préstamos que requieren para del aval de votos, en conjunto, ARENA y FMLN, le da vida a una mesa de negociación entre las dos fuerzas políticas mayoritarias de la Asamblea Legislativa.

La elección del CNJ

La elección de los cinco miembros propietarios y suplentes del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) es pieza importante para ostentar cierto control político en el aparato jurídico del país, por ello es que tanto ARENA como el FMLN han atrasado tanto la elección de este ente, en 2018 los concejales de CNJ deberán proponer ternas a los diputados para la elección de jueces y de los 15 magistrados de la corte suprema de justicia (CSJ), de los cuales cuatro son los que integran la sala de lo constitucional, que estarán hasta 2027 en el cargo. Eso hace de la elección una negociación del bipartidismo, de repartimiento de las cuotas de poder. Hasta el momento la Salsa de lo Constitucional ha sido el instrumento mediante el que ARENA ha tenido al FMLN con fallos a su favor, esta vez la elección se ha prolongado más de seis meses.

ARENA ha admitido la propuesta hecha al FMLN de un acuerdo bilateral de compartimiento, Ernesto Muyshondt, diputado de ARENA la semana pasada expreso que el jefe de fracción de su bancada, Alberto Romero hizo una solicitud a su contra parte, Norma Guevara: ’’hemos pedido una reunión bilateral para ver exclusivamente el tema del CNJ para poder acercarnos en posiciones e intercambiar nombres’’. En la primera fase de este proceso habrá una paridad de propuestas, posterior a ello la elección será una encarnizada lucha de posturas e intereses, sin embargo el CNJ, al final de todo será un consejo jurídico que remoce al bipartidismo y a su terreno de acción en el marco constitucional.

Bonos y préstamos en la mesa

Para financiar las medidas extraordinarias de seguridad pública, este año se aprobaron $152 millones en bonos, el pasado 26 de mayo y todavía están pendientes de colocar. Dos días después, el Gobierno expresó que tenía la necesidad de que se le aprueben $1,200 millones para convertir deuda de corto plazo en una de largo plazo. La necesidad financiera que requiere el GOES para enfrentar el agujero fiscal y los planes de seguridad le hacen recurrir frecuentemente a los préstamos, y la aprobación de bonos. Esta vez necesita urgentemente de los $1,200 millones, así como otros siete préstamos para distintos ramos que necesitan la mayoría calificada en el congreso (56 votos, en los que deben concurrir ARENA y FMLN) y que suman hasta $522.8 millones.

En tales circunstancias la aprobación implica un alto grado de negociación del bipartidismo. Santiago Flores, diputado de la comisión política de la Asamblea Legislativa y dirigente del FMLN, dijo el miércoles pasado: “Nos han golpeado el tema económico. Es cierto, lo tienen golpeado. Es un objetivo de la derecha. Sí se necesita el dinero, pero tampoco nos vamos a ir a morir amarrados, colgados de alguien que nos dice ‘yo tengo el pisto, ¿cuánto te doy?’ Eso no lo vamos a hacer, porque lo primero que hemos aprendido como efemelenistas es dignidad. Sí se necesita la plata, pero hay que buscar otros mecanismos”. Evidenciando que ARENA les tiene condicionado el aval.

A estar atentos

La negociación por la elección del CNJ, así como de los préstamos y bonos, son de vital importancia para el bipartidismo quien no puede seguirlo posponiendo, debemos estar atentos y ver cómo puede quedar configurada la cuota de poder entre ARENA Y el FMLN. El FMLN como partido en el Gobierno necesita del aval de arena para los bonos y préstamos, pero también busca reducir el control que posee su principal rival, pues este controla la Sala de lo Constitucional y desde ahí ha detenido al FMLN. Como vemos la legislación está lejos de ser un bien público, sino más bien está en función de algunas facciones de la clase burguesa donde sus partidos convergen para el intereses particular de estos grupos, mientras tanto el proletariado y pueblo salvadoreño solo es expectante, por lo que las organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles y los pueblos originarios deben observar el proceso de negociación política con los puntos aquí señalados e impedir que el Sistema Judicial en los próximos años este volcado al proyecto mezquino donde solo el bipartidismo tiene cabida.

Hemeroteca

Archivo