Por: Alberto Castro.

De las ramas sociales del Estado, Educación  junto a Salud ha sido la mas descuidada por los seis Gobiernos neoliberales que han pasado por la administración pública, lo paradójico es que el presidente de la Republica es un docente, que en la gestión presidencial de Mauricio Funes fungió como Ministro de Educación, lo que indica que conoce las carencias del Ministerio de Educación (MINED). EL Salvador es de los países que menos inversión tiene en Educación, ya que es solo el 4% del PIB, cuando debería ser mucho más, al menos del 8% para ajustarse a la demanda poblacional.

Crisis fiscal y presupuesto

El año pasado al MINED le fue recortado parte de su presupuesto para el pago de pensiones; en abril de este año la Asamblea Legislativa aprobó modificar el Presupuesto General de la Nación para obtener $55 millones para el pago de las pensiones, de los cuales a Educación le quitaron $ $5.5 millones, por si fuera poco para el presupuesto de 2018 el Ministro de Hacienda, Carlos Cáceres le asigno un presupuesto de $930 millones,  inferior a los $944 millones correspondientes al 2017, lo que indica que se continua sacrificando a esta rama social para sostener los problemas de impago del Gobierno, lo que se traduce por consiguiente en un pésimo servicio educativo, y una cadena de deficiencias en el MINED.

El ministro de Educación Carlos Canjura manifestó: ’’son nuestras prioridades los temas como el eje central y prevención de la violencia, la formación de maestros, la dignificación de la cerrera de maestros de la primera infancia, el desarrollo de conocimiento, la infraestructura escolar; todos estos temas están considerados en la medida en que los recurso este disponibles para ayudar’’.

Las áreas que señala que han de ser las que se priorizaran, son las más deficientes en el MINED, porque es cuestionable desde cualquier punto de vista el logro obtenido de la utilización de la educación como parte de la prevención de la violencia, precisamente porque la niñez y la adolescencia de las comunidades populares siguen siendo el componente social organizado en pandillas juveniles, y la deserción escolar no ha sido un enfoque ni por este, ni por los gobiernos anteriores, en su lugar se han reportado asesinatos de menores de edad en manos de los aparatos de seguridad del Estado en escenas cuestionables de enfrentamientos, pero este es un tema aparte, la contratación de maestros está en monopolio del partido de Gobierno mediante la disyuntiva magisterial, donde ANDRES 21 funge como el chivo expiatorio, como puede dignificarse la cerrera con tales maniobras políticas, en lo que respecta las escuelas, en las zonas rurales las condiciones de infraestructura siguen siendo deplorables en muchas escuelas.

Del discurso a las condiciones objetivas

En 2015  el Banco Mundial le prestó al MINED $60 millones de dólares, de los cuales se han utilizado $19 millones, el plazo para ejecutar dicho empréstito vence este año, para 2018 ya no podrá utilizarse, han pasado dos años desde que fue hecho el préstamo, no se ocupó en el momento que debía, por razones poco explicadas por el Ministro, lo que genera desconfianza entre los docentes, Paz Zetino dirigente de Bases Magisteriales explica: ’’El problema es que un préstamo se aprueba hoy y se ejecuta dentro de tres a cuatro años. Este préstamo se hizo para hace dos años y no se ha ejecutado todo…’’. El recorte presupuestario para Educación demuestra las contradicciones entre el discurso y las funciones orgánicas, el año pasado fue lanzado el Pan El Salvador Educado, donde se estipula el aumento gradual presupuestario de año con año, lo cual no se cumple, ni siquiera se sostiene, sino se empeora.

Desde las autoridades del MINED y del Ejecutivo no vendrá un plan que sirva para impedir el decreciente fondo correspondiente, es tarea de los trabajadores administrativos y docentes encarar estas falencias a través de la lucha, corresponde dirigir la movilización hacia la Asamblea Legislativa, no debemos dejarnos llevar por la buena apariencia del Ministro del rubro quien ha alertado de esta situación, porque como trabajadores no estamos en consonancias con él, el presupuesto debe servir para atender tanto las coberturas educativas e infraestructuras, y además las mejoras salariales tanto de administrativos como docentes.

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