Por Andrés Barrios

El 28 de febrero, en conferencia de prensa, Estuardo Gálvez, rector de la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala, en representación del Consejo Superior Universitario (CSU), el secretario general de la Asociación de Estudiantes Universitarios, Roberto Muñoz y el Honorable Comité de Huelga de Dolores anunciaron que estarían de acuerdo con el ingreso de la Policía Nacional Civil al Campus de la Universidad “en casos extremos”.

La resolución tomada por el CSU expresa que por los recientes hechos de violencia entre grupos estudiantiles acaecidos el 16 de febrero en el edificio S-10 de la Facultad de Ciencias Económicas, y otros hechos delictivos que acaecen en el Campus Universitario, acuerda reforzar la seguridad interna tomando diferentes medidas y solicitar el auxilio de la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público cuando se de “una emergencia de desorden público y en casos extremos, cuando esté en peligro la vida de miembros de la comunidad universitaria…”

Esta decisión fue tomada, en primer lugar, sin consultar a ningún sector de la comunidad universitaria. No se consultó a las organizaciones de docentes, ni al sindicato de trabajadores. Las organizaciones, grupos y corrientes estudiantiles, por fuera de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), no fueron tomados en cuenta en esta decisión tan importante. Esta fue una acción burocrática, autoritaria y antidemocrática.

Este acuerdo de cúpulas representa  una violación flagrante de la Autonomía Universitaria, que hemos defendido contra la represión de los anteriores gobiernos militares y que ahora campantemente se nos quiere arrebatar, con el pretexto de combatir la delincuencia. Llama poderosamente la atención, que la decisión inconsulta del CSU fue tomada unos días después de finalizada la toma de dos semanas de la Facultad de Ingeniería, realizada por los estudiantes. Esta decisión revela la intención oculta de llamar a la PNC para reprimir las luchas que lleva a cabo el estudiantado por sus justos derechos.

Los dirigentes corruptos de la AEU y el Comité de Huelga procedieron con una actitud hipócrita, rasgándose las vestiduras cual fariseos, pues es bien sabido que en las trifulcas entre estudiantes en esta época de Huelga de Dolores están involucrados ellos mismos. Estos individuos han convertido la tradición de denuncia y sátira de la Huelga estudiantil y su desfile bufo en un vil negocio, en el que involucran a gente ajena a la USAC y en el que buscan lucrar exigiendo pagos por el uso de parqueos y el ingreso a edificios. En los últimos días hemos visto cómo estos individuos encapuchados extorsionan a las compañeras y compañeros vendedores que se esfuerzan por ganarse la vida honradamente vendiendo frutas, artesanías,  alimentos o golosinas. Les exigen hasta Q 100.00 dizque para cubrir gastos de los Comités de Huelga, amenazando con que si no los pagan les quitarán la mercadería.

El lunes 5 de febrero se supo que las autoridades de la Facultad de Ingeniería, con la venia del CSU, suspendieron por un semestre a dos compañeros dirigentes estudiantiles. Contra ellos se había iniciado un proceso por difamación hace dos años, por una denuncia que hicieron en medios televisivos de actos de corrupción de algunos catedráticos de la facultad, proceso que había quedado estancado. Después de la toma de los edificios de la Facultad, súbitamente el proceso fue revivido, y violando todo el procedimiento legal debido, las corruptas autoridades resolvieron la suspensión.

Llamamos a todos los sectores democráticos, progresistas, y honestos del estudiantado, profesorado y trabajadores de la USAC, a tomar medidas urgentes y conjuntas para rechazar la decisión unilateral y antidemocrática del CSU y la AEU, que una vez más atentan contra la Autonomía Universitaria y amenazan de forma velada al movimiento estudiantil y a todos aquellos que luchamos por nuestros legítimos derechos dentro de la USAC.

Llamamos especialmente al colectivo de Estudiantes por la Autonomía (EPA) a cerrar filas,  y a encabezar la movilización para evitar el ingreso de la PNC dentro de la USAC. La prioridad en este momento es defender la autonomía y rechazar la represión al movimiento estudiantil. Llamamos a desarrollar asambleas estudiantiles en cada escuela y facultad, para escuchar a los estudiantes, debatir el camino a seguir, incorporar a la mayor cantidad de compañeros y compañeras a esta nueva lucha, que es una prolongación de la lucha anterior por la defensa de la autonomía dentro de la USAC

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