Por Armando Tezucún

El objetivo central de la toma del campus de la Universidad de San Carlos de Guatemala del 14 al 22 de agosto por integrantes Estudiantes Por la Autonomía (EPA) era demandar al Consejo Superior Universitario (CSU) que garantizara elecciones limpias y democráticas en próximo proceso electoral de la Asociación de Estudiantes Universitarios. No está de más recordar que desde hace cerca de 15 años la dirección de este organismo estudiantil cayó bajo el control de grupos burocráticos y mafiosos que se han enquistado en los puestos, haciendo de ellos su modus vivendi por medio de múltiples negocios legales e ilegales.

En su momento declaramos que sería un craso error involucrar al CSU en las elecciones de la AEU, pues bien sabemos que tiene una agenda neoliberal de privatización velada de la USAC, además de estar vinculado con los partidos de la burguesía y de que sus integrantes en su mayoría tienen ambiciones personales. Esta petición de EPA, sostuvimos, significa entregar la independencia del movimiento estudiantil en manos de los sectores más conservadores de la Universidad de San Carlos.

La toma finalizó con varios acuerdos, entre ellos, que el CSU actuaría como garante del proceso electoral de la AEU, involucrando también a organismos de defensa de los derechos humanos.

Ante los hechos, cabe preguntarnos si es válido participar en el proceso electoral que se avecina. Estamos a cerca de mes y medio del mismo y aún no sabemos los pormenores de cómo será organizado o si realmente habrá garantías de un proceso limpio.

El 29 de agosto, los grupos de EPA que realizaron la toma colocaron en su cuenta de facebook un llamado a presentar una planilla única, obviamente dirigido a los grupos que no estuvieron de acuerdo con dicha acción: “Al parecer se va a dar el proceso electoral de la AEU…si se da esa elección la única manera de que ganemos la AEU es de que estemos todos unidos, por lo que hacemos la invitación abierta a todos los grupos estudiantiles y compañeros individuales a que "formemos una planilla" que represente a todos los estudiantes de la USAC…".

Los revolucionarios no rechazamos ningún tipo de lucha para conseguir nuestro objetivo final, media vez no nos lleve a compromisos con algún sector de las clases dominantes. En ese sentido, nuestra opinión es que, si hay garantías mínimas de inscribir una planilla y de realizar una campaña limpia, debemos aprovechar el espacio para plantear las demandas más sentidas de los estudiantes, plantear una transformación radical de la AEU y divulgar el proceso de reforma universitaria, llamando al estudiantado a apoyarlo.

Los compañeros de EPA que tomaron el campus en agosto representan a los sectores políticamente más atrasados de la vanguardia estudiantil, y sus dirigentes tienen su propia agenda y sus propios intereses. Por eso sus métodos son burocráticos, caudillistas y dan prioridad a las acciones de una minoría antes que a las acciones amplias de las bases, que requieren de un arduo y paciente trabajo de organización y concientización. Por ello no tienen la confianza de los grupos más politizados de esta vanguardia.

Un grupo de estudiantes honestos y progresistas, en su mayoría de ingeniería, decidió lanzar una planilla, aún sin conocer los detalles de la organización del proceso electoral. El colectivo de grupos que no participaron en la toma y están a favor de trabajar por la reforma universitaria ha decidido apoyarles.

A este conjunto de grupos estudiantiles proponemos el siguiente plan de demandas para propagandizar y agitar en el próximo proceso electoral

1. Democratización y Reestructuración de la AEU, para  convertirla en una federación de asociaciones a nivel nacional. Legalización de las asociaciones estudiantiles  que la AEU actual no reconoce. Saneamiento de la Huelga de Dolores para devolverle su verdadero significado, y que deje de ser un negocio de mafias. Fin de los cobros ilegales y extorsiones que hace la actual AEU

2. Eliminación del Plan de Repitencia. Eliminación del examen de admisión, que se convierta en una prueba diagnóstica. No a los aumentos de matrícula, fin de las carreras autofinanciables de grado y posgrado, no a los cursos de vacaciones pagados.

3. Innovar la calidad académica formando profesionales con sentido crítico.

4. Luchar por el 5% del presupuesto del gobierno para la Usac.

5. Impulsar la reforma universitaria como instrumento que dará soluciones estructurales y de largo plazo a estas problemáticas.

Aunque las posibilidades de ganar las elecciones sean mínimas, una campaña electoral centrada en propagandizar estas demandas contribuirá enormemente a la construcción de un movimiento estudiantil revolucionario.

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