Por Armando Tezucún

Los sindicatos magisteriales lograron una importante victoria mediante fuertes movilizaciones en la última semana de marzo y la primera de abril. Las compañeras maestras y maestros obligaron a los diputados del Congreso de la República a modificar el decreto 11-2016, que había entrado en vigencia el 3 de marzo pasado.

Este decreto establece que los jubilados del Estado que reciban una pensión menor al salario mínimo tendrán un aumento de Q 500 a partir del mes de abril. Un año después, recibirán un nuevo aumento de Q 500. Esta disposición es indudablemente ventajosa para los compañeros jubilados menos beneficiados; el problema es cómo será financiado el incremento, que implicará para el Estado un gasto adicional de Q 467 millones y un aumento del déficit en el régimen de pensiones de Q 377 millones. Según el ministro de finanzas, el sistema de clases pasivas del Estado ya opera con un déficit de Q 2,400 millones, y los descuentos que se hacen a los trabajadores no alcanzan para cubrir el aumento contemplado en el decreto 11-2016.

El decreto establecía un aumento en el porcentaje de descuentos que se hace a los trabajadores públicos para financiar el régimen de pensiones del Estado. Los que ganen entre Q400.01 y Q2 mil se descontará una cuota de 12%; entre Q2 mil 0.01 y Q4 mil será de 13%; entre Q4 mil 0.01 a Q6 mil la deducción será de 14%; mientras que entre Q6 mil 0.01 y Q8 mil el porcentaje será de 15%. En el rango de Q8 mil 0.01 y Q10 mil se descontará 16%; mientras que de Q10 mil 0.01 en adelante se aportará 17%. El descuento afectará los salarios de base ordinarios, los pasos salariales o complementos del salario inicial, el derecho escalafonario y las bonificaciones de emergencia. Según el diario Prensa Libre del 30 de marzo, el decreto incrementó el descuento en un 2%.

Los sindicatos estatales más numerosos y con más tradición de lucha son los de salud y educación. Dirigentes de ambos gremios manifestaron de inmediato su rechazo al incremento en los descuentos a los sueldos, en primer lugar porque no se consultó a ningún sindicato de trabajadores estatales para tomar esa decisión. Luis Alpírez, dirigente sindical de salud, explicó que están de acuerdo con que se aumente el beneficio a los pensionados, pero no a costa del salario de los demás trabajadores. Como sector de salud, ellos se abocaron a la Comisión de Diálogo, pero no recibieron respuesta porque el decreto es un tema del Congreso. De igual manera el dirigente del magisterio Bernardo Caal expresó que “El magisterio está incomodado por este descuento porque tendrá que pagar un porcentaje, y eso va a afectar lo que devengan mensualmente.” (Prensa Libre 22/03/16).

Inician las protestas

El 29 de marzo los sindicatos de la Coordinadora Magisterio en Resistencia (MeR) organizaron una manifestación de cerca de 5 mil maestros en la ciudad capital. El Magisterio en Resistencia agrupa a sindicatos magisteriales que rechazan al sindicato mayoritario, el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), y se han separado de su dirigencia encabezada por Joviel Acevedo; el MeR comprende básicamente al STEG del departamento de Alta Verapaz, al Sindicato de Trabajadores del Magisterio de Chimaltenango (Sitramchi) y al Sindicato Autónomo Magisterial Guatemalteco (Samgua), en la capital. Dirigentes del MeR interpusieron acciones de inconstitucionalidad y amparos ante la Corte de Constitucionalidad y la Corte Suprema de Justicia, contra el decreto 11-2016. El 4 de abril el Magisterio en Resistencia salió de nuevo a las calles de la capital, manifestando frente a la Corte de Constitucionalidad y el Palacio Legislativo, donde bloquearon las puertas impidiendo el ingreso y egreso de diputados y trabajadores del Congreso.

El STEG entra en escena

El 6 de abril cientos de maestros afiliados al sindicato mayoritario, dirigido por Joviel Acevedo, en su mayoría procedentes del interior de la república, manifestaron en la capital, concentrándose en la Plaza del Obelisco, marchando por la Avenida Reforma, hasta llegar al Congreso y a la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico. La intención era realizar un plantón el miércoles 6 y el jueves 7, durmiendo en la Plaza.

Acevedo y su equipo de dirección ingresaron al edificio del Congreso a dialogar con la Junta Directiva del mismo. Este dirigente magisterial es un viejo zorro, que ha logrado firmar pactos colectivos con diferentes gobiernos, pero a costa de colaborar con ellos y darles su apoyo, velado o manifiesto. Lo más grave de la actuación de Acevedo es su colaboración con la Reforma Educativa de corte neoliberal que el Ministerio de Educación está impulsando, que entre otras cosas, plantea hacer a un lado beneficios como el escalafón magisterial, reemplazándolo con la contratación anual de maestros, no como docentes, sino como técnicos auxiliares, privándolos de muchos beneficios sociales, como el derecho a jubilación.

El acuerdo llegó pronto. En su cuenta de twitter el presidente del congreso, Mario Taracena, escribió: “No se va a retroceder en el aumento a la jubilación de los viejitos…Acabamos de lograr el primer acuerdo con los maestros: no vamos a dejar abandonados a su suerte a nuestros viejitos jubilados…El financiamiento saldrá de obligaciones del Estado a cargo del Tesoro.” (El Periódico 07/04/16).

Los diputados dan marcha atrás

En efecto, el 7 de abril, el Congreso aprobó el decreto 24-2016, que modificó el 11-2016. Con la reforma, el salario de los trabajadores estatales ya no sufrirá un aumento en el descuento para la jubilación; el incremento en la pensión de los jubilados que reciben menos del salario mínimo saldrá del Presupuesto de la Nación, ya sea vía impuestos, bonos del tesoro o préstamos. El Ejecutivo deberá realizar una modificación presupuestaria para que el aumento de la pensión se financie desde el renglón “Obligaciones del Estado a cargo del Tesoro”. Con esto, los maestros del STEG se retiraron de la capital hacia sus lugares de origen en el interior.

El magisterio a la vanguardia de los trabajadores estatales

Lo primero que hay que destacar de estas jornadas de movilizaciones, es que las compañeras maestras y maestros encabezaron la defensa de los salarios de los trabajadores del Estado. El decreto 11-2016 afectaba a la totalidad de empleados públicos, sin embargo, fueron los docentes quienes salieron a las calles e hicieron recular a los diputados en su decisión; ni siquiera los trabajadores de salud, que han demostrado su fuerza en anteriores ocasiones, protestaron masivamente, salvo algunas protestas relativamente pequeñas en el interior. El sindicato mayoritario de salud, perteneciente al Frente Nacional de Lucha, y el STEG de Joviel Acevedo, pertenecen a una misma coordinadora sindical; es probable que se hayan puesto de acuerdo para que este último se encargara de las protestas contra el decreto mencionado. En todo caso, los hechos demostraron la fuerza del magisterio organizado.

En segundo lugar, no solo el sindicato de Acevedo se movilizó. Los sindicatos del Magisterio en Resistencia lograron convocar a una considerable cantidad de maestras y maestros, mostrando una capacidad movilizadora en aumento. Esto muestra que lo que estaba a la orden del día era una unidad en acción de todo el magisterio, a través de un Frente Único, por una demanda que afectaba a todos los docentes, y más allá, a todos los trabajadores estatales. Pero en el MeR prevalece un sectarismo agrio contra Acevedo y sus seguidores, a quienes con frecuencia tildan de “borregos”; las acciones de Joviel Acevedo comprensiblemente han generado un profundo rechazo en la vanguardia sindical que se ha separado del STEG oficial. Pero el punto sobre el que hay que reflexionar es cómo conquistar a las numerosas bases que aún siguen a Acevedo, y ciertamente esto no se hará insultando a su líder y llamando borregos a sus seguidores. Lo que se hace cada vez más necesario es la conformación de un Frente Único de los trabajadores de educación, que enfrente los gravísimos problemas que aquejan a la educación pública. Es en esta unidad en acción que se puede desenmascarar a Acevedo ante sus bases y ganarlas para los sindicatos más consecuentes y honestos.

Pero la unidad hay que empezar a construirla en el mismo MeR. Maestros del Magisterio en Resistencia nos refirieron que inicialmente las movilizaciones del 29 de marzo y 4 de abril fueron convocadas por el STEG de Alta Verapaz; Sitramchi y Samgua callaron hasta que sus propias bases los obligaron a salir también a las calles. El peor error que pueden cometer los dirigentes del MeR es permanecer cómodamente encerrados en sus feudos mientras se auto complacen insultando a Joviel Acevedo y sus seguidores.

Lucha unitaria por un nuevo pacto colectivo

El último pacto colectivo del magisterio fue firmado en 2012 por el STEG de Acevedo y el gobierno de Otto Pérez Molina. Este convenio venció en enero de 2016, y se hace necesario uno nuevo; esto en una difícil situación: en medio de la campaña de la burguesía y sus medios de comunicación contra los sindicatos estatales y los convenios colectivos firmados con el Estado. Los rumores son que a Joviel Acevedo no le interesa firmar un nuevo pacto, pues su jubilación está cerca y su conveniencia es retirarse con la mayor pensión posible. Sea esto cierto o no, lo que se pone a la orden del día es el logro de un acuerdo unitario entre todos los sindicatos magisteriales para la negociación de un nuevo pacto. Las autoridades del Ministerio de Educación se quejan de que hay cerca de 50 sindicatos y no saben con cuál dialogar. Por ello se hace necesario conformar un Frente Único del magisterio que negocie un nuevo pacto que contemple soluciones para los gravísimos problemas de infraestructura en las escuelas, abastecimiento de materiales, incrementos salariales y sobre todo el paso de los docentes por contrato en los renglones 021 y 022 a presupuestados como 011.

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