Por Felisa Castro

Interminables cuadras ocuparon los miles de trabajadores sindicalizados y miembros de organizaciones populares que marcharon este 1 de mayo en la capital de Guatemala. El multitudinario evento fue convocado y organizado por el Movimiento Sindical y Popular Autónomo, integrado por la Confederación General de Trabajadores de Guatemala (CGTG), la Confederación de Unidad Sindical de Guatemala (CUSG), la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala (UNSITRAGUA Histórica) y el Movimiento de Trabajadores Campesinos (MTC).

Con la CUSG a la cabeza, la gran marcha incluyó sindicatos de choferes del transporte público, trabajadoras y trabajadores de maquila, sindicatos de diversas municipalidades del interior del país, agrupaciones de vendedores de mercados y de la economía informal, sindicatos de industria de alimentos y bebidas, de panificadores, asociaciones de jubilados del Estado, sindicatos de las confederaciones deportivas, organizaciones de jóvenes, de mujeres, de cooperativas, el Sindicato de Trabajadores de la Universidad de San Carlos, representaciones estudiantiles de las facultades de Ciencias Económicas, Derecho, de las Escuelas de Historia y Trabajo Social de la USAC, agrupaciones políticas de izquierda, entre otras muchas organizaciones. A diferencia de otros años, esta vez estuvo presente una pequeña representación del Frente Nacional de Lucha, que en años recientes ha marchado por aparte.

El comunicado conjunto del Movimiento Sindical y Popular Autónomo hizo énfasis en la represión a la libertad sindical y de negociación colectiva, denunciando la ratificación por el Congreso del Convenio 175 de la Organización Internacional del Trabajo, que permite la contratación a tiempo parcial y la campaña mediática que culpa a los pactos colectivos de trabajadores públicos de la crisis financiera del Estado. Así mismo denunció la contaminación del medio ambiente causado por las empresas mineras, hidroeléctricas, de palma aceitera, caña, y la persecución contra dirigentes comunitarios que defienden el territorio. Mencionó las demandas internacionales planteadas por el movimiento sindical guatemalteco contra el Estado de Guatemala, por violar el derecho a la organización sindical, negociación colectiva y la falta de capacidad para hacer cumplir sus propias leyes laborales.

Un tema frecuente fue la denuncia y exigencia de justicia por las 41 jovencitas fallecidas a causa del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, así como el atropellamiento de estudiantes de nivel medio que protestaban en la Calzada San Juan con el resultado de una compañera fallecida. Otro lugar común fue la denuncia contra la corrupción en el Congreso y en el gobierno y la petición de que esos funcionarios presenten su renuncia.

A pesar de la existencia de una coordinadora de las más grandes centrales sindicales, no parece haber un plan de acción conjunta, que se plantee la lucha por las demandas más sentidas de la población trabajadora, más allá de las marchas tradicionales.

Proponemos al Movimiento Sindical y Popular Autónomo y a las demás organizaciones sindicales y populares un plan de lucha movilizador, que incluya los siguientes puntos:

  1. Alza general de salarios de al menos el 60%.
  2. Que el gobierno impulse un plan de obras públicas construyendo escuelas, hospitales, carreteras, etc. para crear empleos dignos, y que el plan se financie con impuestos a los empresarios.
  3. Defensa de los pactos colectivos en el sector público y privado.
  4. Defensa de la seguridad social contra la privatización. No al aumento de la edad de jubilación.
  5. Creación de impuestos a las grandes empresas para financiar servicios básicos de salud y educación de calidad.
  6. Control de los trabajadores en las empresas privadas e instituciones estatales, para denunciar la corrupción.
  7. Derecho de libre sindicalización en las maquilas y zonas francas.
  8. Defensa del territorio de las comunidades indígenas y campesinas contra la depredación y usurpación causadas por empresas mineras, hidroeléctricas y de agroexportación.
  9. Por un plan integral de desarrollo agrario para dotar al campesinado de tierras y asistencia técnica.
  10. Alianza de las organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y populares para impulsar este plan de lucha.

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