Por Justo Severo Izquierdo

Incapaz de resolver la actual crisis universitaria, la rectora Julieta Castellanos una vez más figura como una autoridad displicente y totalitaria en el conflicto que vive la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Castellanos, lejos de afrontar la problemática mediante un diálogo abierto y franco, donde impere la sensatez, transparencia y honestidad, ha demostrado todo lo contrario: persecución, intimidación, represión y criminalización contra el movimiento estudiantil; esto ha sido una constante en el mandato de la señora Castellanos. Últimamente se ha dedicado a responsabilizar y atacar a sectores externos de la actual crisis que vive la UNAH.

Con esta actitud refleja su paranoia e impotencia, a tal grado de caer en la excentricidad en todas sus declaraciones. Sostener y acusar en varios comunicados que la crisis en la UNAH no se resuelve porque hay sectores externos involucrados que pretenden imponer el caos en la máxima casa de estudios, casos como la denuncia contra “un ala radical de la iglesia Católica dirigida por el sacerdote jesuita Ismael Moreno” (padre Melo), que obligó al Consejo Universitario a rescindir los convenios entre la UNAH y el Equipo de Reflexión y Comunicación (ERIC), dirigidos por el sacerdote Moreno; además de culpar a varias ONG,S que están vinculadas con la Defensa de los Derechos Humanos, a los partidos políticos de oposición como la Alianza, Libre, Pinu (a su diputada Doris Gutiérrez), partidos y grupos de izquierda infiltrados en el Movimiento Estudiantil, y lo más absurdo, acusar a las barras bravas de los clubes deportivos de la capital sobre su injerencia en el conflicto, también de los conductores del sistema de transporte como rapiditos y taxis, hasta los vendedores ambulantes que en su momento las autoridades los desplazaron de las instalaciones universitarias. Todo esto no es más que desviar la atención y justificar su mal gobierno dentro de la universidad.

En esta coyuntura la rectora se ha sentido sin el respaldo de una amplia mayoría de sectores que la han criticado fuertemente por su prepotencia y soberbia, al demostrar y hacer creer ante la opinión pública que la razón y la verdad siempre estuvo de su lado. Nunca aceptó Julieta Castellanos que este conflicto se le fue de las manos, que se gastó y las estrategias montadas contra el movimiento estudiantil no surtieron efecto alguno. Ahora busca otros mecanismos de coacción y para ello pretende involucrar al sector docente para que se involucre enfrentando a los estudiantes.

¿Chantaje o amenaza al sector docente?

En este contexto de la crisis de la UNAH, con las tomas a nivel nacional, existe una atmósfera de incertidumbre que la rectora ha sembrado en todos los trabajadores, en especial los docentes; primero la noticia de suspender el salario a todos los profesores que por las prolongadas tomas no han podido desarrollar sus contenidos, amenaza que fue fallida debido a que el titular de la Procuraduría General de la República desestimó la solicitud de la rectora, en vista que el conflicto no es laboral, la iniciativa era meter a los empleados al conflicto, como medida de presión para confrontar a los trabajadores y docentes contra el movimiento estudiantil.

Al principio las autoridades dieron a conocer cifras millonarias en cuanto a las pérdidas que ocasionaban las tomas, razón por la cual se tomaría la determinación de cancelar contratos y suspensión de salarios a todos los empleados, ya que la UNAH pierde 4 millones diarios por las tomas (www.radiohrn.hn 2/7/2017). Esto se contradice cuando en boca de la misma rectora se manifiesta que “no hay una crisis, sino un conflicto”. “La Universidad tiene un buen nivel académico, no hay una crisis financiera ni tampoco una crisis académica, sino que lo que prevalece actualmente es “un conflicto de un grupo de estudiantes que quieren imponer a la fuerza su criterio”. (Presencia Universitaria 20/6/2017). ¿Entonces cuál es el motivo de involucrar a los trabajadores y docentes en este conflicto que ella con su equipo de trabajo y asesores han llevado al extremo?

¡Abajo el chantaje de Julieta Castellanos!

Lo que sí es cierto es que los profesores por contrato, conocidos también como profesores por hora, y que por cierto, son un gran número a nivel nacional, son los que están sufriendo las consecuencias de esta nefasta administración de Julieta Castellanos, no es posible que se les cancele los contratos ni se les pague todas sus horas invertidas y trabajadas antes que se dieran las tomas, en vista que las autoridades solo toman en cuenta pagarles hasta que el docente culmine con todo el periodo y presente las calificaciones. Ante esta situación, el Partido Socialista Centroamericano denuncia el chantaje de la rectora Julieta Castellanos, de no pagarles a los profesores por hora, para ejercer presión y que éstos confronten a los estudiantes y recuperen las aulas con el apoyo de los demás docentes. Los maestros por hora no tienen la culpa de no poder impartir sus clases, por un motivo de fuerza mayor. Estos maestros no pueden morirse de hambre, la UNAH debe pagarles. El formalismo legal no vale contra el hambre de los maestros.

¡Arriba la defensa de los trabajadores!

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