Por Sebastián Chavarría Domínguez

Era una paliza electoral anunciada. Terminaron las elecciones municipales del 4 de Noviembre del 2012, con una apabullante victoria del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). De 153 alcaldías, el FSLN ganó 135, en segundo lugar quedó el Partido Liberal Independiente (PLI) con apenas 12 alcaldías, el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) obtuvo solo 2 alcaldías, el partido regional indígena YATAMA obtuvo 3 alcaldías, la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) solo una, y el Partido Conservador y la Alianza Por la Republica (APRE) ninguna.

 

De “victoria en victoria”

Las elecciones municipales en Nicaragua se realizan cada cuatro años. Desde el año 2000, el FSLN concentró esfuerzos en controlar la mayor cantidad de alcaldías posibles, en la perspectiva de recuperar el poder, meta que logró en las elecciones presidenciales del año 2006.

En las elecciones municipales del año  2000, el entonces gobernantes PLC, obtuvo 86 alcaldías con el 57.8% de los votos, y el opositor FSLN obtuvo 47 alcaldías con el 40.5% de los votos. En el año 2000 el FSLN recupero la alcaldía de Managua, que había perdido en las elecciones generales de 1990. Desde entonces, la alcaldía de Managua se ha convertido en bastión del FSLN con Herty Lewites (2000), Dionisio Marenco (2004), Alexis Arguello (2008) y Daysi Torres (2012)

Las elecciones municipales del año 2000 fueron un momento importante en la recuperación electoral del FSLN, mientras se iniciaba el estancamiento y declive del PLC, plagado de escándalos de corrupción.

El Pacto entre el PLC y el FSLN se inicio en 1999, y las elecciones municipales del año 2000 dieron la impresión de un tradicional reparto de las alcaldías, acordado en las alturas. Pero en las elecciones municipales del año 2004, el FSLN, que había logrado encarcelar al expresidente Arnoldo Alemán, y que se favorecía de la división del liberalismo, dio un salto espectacular, duplicando el número de alcaldías obtenidas, pasando de 47 a 88. En esa ocasión, el PLC bajo de 86 a 64 alcaldías

En las elecciones municipales del año 2008, habiendo Daniel ortega recuperando la presidencia, el avance arrollador del sandinismo se manifestó en un segundo salto espectacular: el FSLN obtuvo 105 alcaldías. En un periodo de apenas 8 años el FSLN pasó controlar un tercio a dos tercios de las alcaldías de Nicaragua.

Las elecciones municipales del año 2008 fueron duramente cuestionadas por la oposición burguesa, la que denuncio un gigantesco fraude electoral, sin haberlo probado con el cotejo de actas. En esa oportunidad, la alianza entre el PLC y el Movimiento Vamos con Eduardo (MVCE) ganó 34 alcaldías, pero denuncio le robaron 43 alcaldías

Una campaña aburrida

El síndrome de las elecciones del año 2008 pesa mucho sobre los partidos de la oposición burguesa. La Alianza del Partido Liberal Independiente (PLI) se fracturó cuando el Movimiento Renovador Sandinista (MRS) decidió no participar en las elecciones. Dentro de la alianza PLI, las fuerzas políticas determinantes son el grupo de Eduardo Montealegre y el MRS. Al no participar éste en el proceso electoral, prácticamente solo se quedaron haciendo campaña la corriente de Montealegre con algunos minúsculos aliados.

Pero el principal problema de la oposición burguesa es que no tiene discurso para atraer a las masas. Daniel Ortega y el FSLN le han robado las banderas que anteriormente agrupaban a amplios sectores de masas contra el sandinismo.

El discurso atemorizante del peligro de reinstalación del servicio militar, como ocurrió durante la guerra civil (1982-1990) ya no cuaja entre la población. Desde la recuperación del gobierno en el año 2007, el FSLN se ha concentrado en hacer una intensa actividad política en las zona donde la contra tuvo influencia de masas, atrayendo a lideres contras, impulsando la titulación de tierras, implementando programas de asistencia social, etc. Indudablemente, que esta esta estrategia algún fruto debió rendir en las elecciones municipales del 2012

El discurso de las largas filas, de la escasez de alimentos, como se vivió durante la revolución, tampoco cuaja. Conocedores de sus puntos débiles, el FSLN reparte alimentos gratuitos (arroz, frijoles, azúcar). El discurso de las erróneas políticas económicas, tampoco puede ser utilizado: desde la oposición, ahora en el gobierno, el FSLN ha defendido la política neoliberal, con la aplicación de programas de asistencia social.

La bancarrota política de la oposición burguesa se manifiesta en la falta de discurso para ganarse a los votantes. A lo anterior, se debe sumar que no hay un solo sector de la burguesía que este financiando a los partidos liberales. Todos, absolutamente todos, los sectores de la burguesía cierran filas con el gobierno de Daniel Ortega, y están muy contentos con la gestión gubernamental. Por ello, la campaña electoral de la oposición burguesa era un mar de llantos, sin dinero ni recursos para enfrentar el tremendo aparato electoral del FSLN.

Preparando la otra relección

Las elecciones municipales, efectivamente, no llaman tanto la atención de la población como ocurre con las elecciones presidenciales. No obstante, el FSLN si le da importancia que se merece a las elecciones municipales.

El control de los territorios es clave para el desarrollo de la campaña presidencial y para la consolidación del voto. Para reconquistar el gobierno en las elecciones del 2006, el FSLN primero se fortaleció a nivel municipal. Esta lección no la olvida. Para lograr una nueva relección de Daniel Ortega, el FSLN necesita el control casi total de los municipios.

Con todas las políticas de descentralización que han sido aplicadas, las alcaldías se convierten en un centro importante de manejo de los recursos y la aplicación de programas de asistencia social.

Antes de la esta elección municipal, el gobierno sandinista impulso una reforma a la ley de municipios, que aumentó el numero de concejales dependiendo de cada alcaldía. Lo anterior pretende convertir a los consejos municipales en un parlamento local, lo que presagia la elección de los alcaldes, ya no por voto directo, sino por medio del voto indirecto dentro de los concejos municipales, como funcionan los consejos regionales y como se elegían los alcaldes en el periodo de la revolución.

Comparación de resultados

Los resultados de las dos últimas elecciones municipales demuestran una estabilización del voto sandinista, independientemente de las denuncias de fraude electoral. La cantidad de votos y la abstención permanecen casi estáticos, lo que disminuyó dramáticamente fueron los votos de la oposición burguesa.

La constante campaña de denuncias del fraude electoral del 2008 fue un boomerang contra la oposición de derecha. En estas circunstancias, terminó desmoralizando a su propia base electoral, la que no acudió a votar, permitiendo la aplastante victoria electoral del FSLN

 

Año

1996

2000

2004

2008

2012

Padrón Electoral

2,421,067

2,611,440

Sin datos

3,863,837

3,750,000

Votos Validos

1,757,775

1,517,353

1,503,997

1,840,943

1,088,923

FSLN

551,079

618,821

729,205

880,932

824,275

PLC

686,442

636,865

620,741

856,194

69,213

PLI

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---

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175,356

Abstención

27,40%

44,45%

44.35%

48,54%

49,6%

 

En las elecciones municipales del 2012, el FSLN obtuvo el 80.1% de los votos validos, seguido del PLI  con 11,34%, en tercer lugar el PLC con 6,39%, en cuarto lugar ALN con 0,98%, en quinto lugar APRE con 0,69% y en sexto y ultimo lugar el Partido Conservador con 0.50% de los votos validos.

Hubo peleas callejeras en Ciudad Darío, departamento de Matagalpa con 2 opositores muertos, un militante de la Juventud Sandinista (JS) muerto en El Jícaro, enfrentamientos en  Macuelizo, departamento de Nueva Segovia, y más enfrentamientos en Yalí, departamento de Jinotega.

Las criticas de Estados Unidos

En esta ocasión, a diferencia de las elecciones municipales del 2008, el gobierno sandinista autorizó el “acompañamiento” de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Victoria Nuland, Portavoz del Departamento de Estado, emitió una declaración en la que afirmaba que “al Gobierno de Estados Unidos le preocupa que las elecciones municipales del domingo 4 de noviembre en Nicaragua, no hayan demostrado el necesario nivel de transparencia que brinde garantías, tanto a los nicaragüenses como  a la comunidad internacional, de que el proceso refleja fielmente la voluntad del pueblo de Nicaragua (…) Instamos una vez más al Gobierno de Nicaragua a que ponga en práctica las recomendaciones planteadas por las misiones de observación electoral de la Unión Europea y de la Organización de Estados Americanos luego de las polémicas elecciones presidenciales de 2011” (05/11/2012)

Esta tibia declaración cayó como un balde de agua fría sobre la oposición burguesa que espera una nueva campaña internacional de denuncias.

Phyllis Powers, embajadora de Estados Unidos en Managua, fue mucho mas directa al afirmar que revisarían la ayuda a Nicaragua, ya que “algunos de nuestros equipos y lo que otros nos han dicho es que hubo lugares donde algunas personas votaban dos o tres veces en la misma mesa de votación, y eso es preocupante, porque eso significa que probablemente hubo fraude” (Nuevo Diario, 07/11/2012)

Con la relección de Barack Obama, se reinicia un nuevo periodo de tensiones y negociaciones entre el gobierno sandinista y el gobierno de Estados Unidos.