Por Diego Lynch

Tras seis años de lucha constante y el fallecimiento de algunos de los miembros de la Unidad Nacional del Adulto Mayor (UNAM), la lucha se tornó más fuerte, hasta el punto que los adultos mayores se vieron en la necesidad de tomarse las instalaciones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS); esto con el fin de que se les pagara el dinero que durante muchos años cotizaron al mismo sin recibir un solo peso de vuelta.

El gobierno del Frente Sandinista y Daniel Ortega le dio largas a esta lucha con el fin de desgastarlos, engañándolos y negociando migajas (un bono solidario) que cuando querían les daban y cuando no querían simplemente no se los entregaban.

Apoyo masivo de jóvenes y población

Durante esta última lucha que incluyó la toma del INSS, la UNAM recibió el apoyo de la población y de la juventud nicaragüense. Sin embargo los jóvenes fueron reprimidos violentamente por la Policía Nacional y por las fuerzas de choque del gobierno sandinista, lo que ha sido un golpe político muy grande, ya que la población nicaragüense en general se volcó en apoyo a estos ancianos.

Luego de agredir y apresar a varios jóvenes, a los cuales les robaron y lesionaron a como lo hacía la guardia somocista, el gobierno se tomó las calles con la Juventud Sandinista y los trabajadores públicos para hacer un llamado a la paz y "apoyar la justa lucha", sin embargo el daño ya estaba hecho.

Decreto 28-2013

El 19 de Julio, en el 34 aniversario de la Revolución, Daniel Ortega comunicó en su discurso pronunciado en el acto oficial que daría la pensión reducida a los adultos mayores, y firmó frente a toda Nicaragua el Decreto Presidencial 28/2013, en cual establece: “Artículo 56. En los casos en que el asegurado que ha cumplido 60 años de edad no acredite el período de calificación prescrito, pero ha cotizado al menos 250 semanas, tendrá derecho a una pensión de vejez reducida proporcional, de acuerdo a los siguientes parámetros: a) Desde 250 hasta 400 semanas cotizadas: C$ 1,200.00 (Un mil doscientos córdobas); b) Desde 451 hasta 600 semanas cotizadas: C$ 2,000.00 (Dos mil córdobas); c) Desde 601 hasta 749 semanas cotizadas: C$ 2,800.00 (Dos mil Ochocientos córdobas)” (El Nuevo Diario; 22 de Julio del 2013).

Una vez firmado el decreto, ha quedado la duda sobre de dónde saldrá el dinero para el pago del mismo, ya que semanas antes el presidente del INSS aseguró que no hay dinero y que de entregarlo, el INSS se iría a la quiebra. Iván Acosta, Ministro de Hacienda y Crédito Público aseguró que “Es un tema de seguridad social, que se atiende dentro de la seguridad social. Esto representa según mis cálculos, que puede andar en unos 600, 700 u 800 millones de córdobas. No los tengo, pero podría ser un poquito más, anual. Pero este es un tema en que estamos haciendo un análisis, vamos a compartir los números con el Seguro Social para tenerlos afinados” (La Prensa, 23 de Julio del 2013).

Según declaraciones brindadas por Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), el dinero no saldrá del INSS sino de los trabajadores y de las empresas que aportan dinero al Seguro Social. De igual manera criticó la forma de pago que pretende hacer el gobierno, ya que no debería de ser por rangos (La Prensa, 25 de Julio del 2013).

Por una pensión reducida, justa y actualizada

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) emplaza al gobierno de Ortega y el Frente Sandinista a que entregue una pensión reducida justa y equivalente a las semanas cotizadas por cada uno de los adultos mayores; que sea actualizada y proporcional al deslizamiento de la moneda en la actualidad. Los salarios que recibían estas personas en sus años laborados no se comparan a los actuales ni al valor de la canasta básica el día de hoy, es necesario hacer un estudio económico que permita actualizar estos datos porcentualmente.

La pensión reducida que el gobierno pretende entregar es una burla más a estos ancianos, es la legalización del mal llamado bono solidario que les entregaban. Además de la pensión reducida la lucha del adulto mayor exigía atención médica gratuita y de calidad, una canasta básica, equipos médicos y prótesis, entre otras demandas.

No permitamos que el gobierno una vez más nos engañe con migajas, exijamos una pensión reducida justa, equitativa, proporcional y actualizada, así como seguro médico y alimentos para nuestros trabajadores ancianos.