Por Maximiliano Fuentes

El día domingo 7 de octubre del presente año se realizaron los comicios electorales en Venezuela.  A pesar que la tendencia favorecía al gobernante de turno que aspira a ampliar su período de gobierno por tercera vez consecutiva, hasta antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proporcionara la información necesaria que anunciara el ganador de la contienda, se mantenía cierta incertidumbre, por lo que el triunfo de Hugo Chávez no parecía ser tan contundente como los medios de comunicación oficiales lo manifestaban.

 


Llama poderosamente la atención que después de amplios períodos de concentrar el poder político, Hugo Chávez continúe sosteniendo una amplia base social que respalda su proyecto y gobierno. Sin embargo, pese a su amplio respaldo, se ha generado un fenómeno social de masas de la derecha representada por Henrique Capriles, el candidato opositor del chavismo. Si bien es cierto las encuestas daban cierto margen a favor del partido oficialista, hemos presenciado en los distintos medios de comunicación amplios sectores de la sociedad venezolana volcándose a las calles en apoyo a la candidatura de Capriles, y de igual forma, por vez primera en la historia del chavismo un candidato opositor ha logrado amalgamar a amplios sectores de la sociedad utilizando un discurso populista y mecanismos muy parecidos al del gobernante Hugo Chávez.


Cierto desgaste del chavismo
Ciertamente algún desgaste presenta el chavismo, que años atrás se mostraba incólume ante la oposición de la derecha venezolana. Parte de este debilitamiento se concentra en el  cansancio de la población ante las promesas incumplidas, crisis económica, escasez de alimentos, entre otras cosas. Son estas razones las que han hecho crecer más a la opción de la derecha, con la novedad de que  Capriles impulsa un discurso populista, cuyo fundamento es la misma política asistencialista y los planes sociales de Chávez, así como la continuidad del tratado comercial ALBA. Evidentemente,   ese discurso moderado y el desgaste del gobierno han dado como resultado un fortalecimiento de la derecha.  Por otro lado, es importante considerar lo siguiente: la inflación venezolana es la mayor de América Latina, el 27,9% según las cifras proporcionadas por las autoridades monetarias.


En el caso de los datos del PIB, una de las empresas que más aportaba en términos de la producción final durante determinado periodo de tiempo es  PDVSA, quien produjo y exportó menos petróleo que hace 14 años, pero sus ingresos son siete veces mayores. Sin embargo habría que considerar los ingresos reales y no nominales, pero también los altos precios de los combustibles que han visto variaciones y fundamentalmente alzas en el último período. En 1998 producían unos 3,5 millones de barriles al día y en 2011, solo 2,4, según cifras de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).


De igual manera, la nómina de PDVSA, de 32.000 trabajadores en 1998, es ahora de 105.000. La burocracia ha crecido en igual proporción: cuando Chávez llegó a la presidencia en 1998 había 14 ministerios, ahora son 29. Casi la mitad de las empresas del país cerraron en la última década: eran 11.000 en 1998 y ahora sobreviven 7.000. De ellas, 1.163 compañías han sido intervenidas por el Estado, expropiadas o adquiridas bajo coacción, en el 90% de los casos sin indemnización.


Desde 2003 opera en Venezuela un férreo control de cambio que mantiene anclado el precio del dólar a 4,3 bolívares fuertes, y que solo admite que cada venezolano adquiera 400 dólares en efectivo y gaste 2.500 en compras en el exterior a través de tarjetas de crédito al año El 80% de lo que se consume en Venezuela es importado, desde los frijoles que vende el Gobierno en mercados populares hasta la gasolina.


Como podemos observar, a partir de las cifras anteriormente expuestas,  el chavismo está en crisis y presenta una caída, pero no es tan significativa como para no ganar las elecciones.


La derechización del chavismo
Durante el actual proceso hemos presenciado un viraje hacia la derecha de la política de Chávez; prueba de ello es el alejamiento del discurso socialista, aplicación de medidas capitalistas y una amplia colaboración con el imperialismo Norteamericano. Hasta el momento, no se puede negar la amplia colaboración del gobierno de Chávez a la estabilización política de Honduras, que han tenido como resultado la disminución de las amplias movilizaciones contra el gobierno espurio y posteriormente ante las medidas y trancazos impuestos por el gobierno de Porfirio Lobo Sosa. En ese sentido, el mismo gobernante en su discurso ante la ONU ha agradecido al gobierno bolivariano por las acciones emprendidas y que contribuyeron a obtener la legitimidad de su gobierno, así a como desviar el proceso de la lucha por la refundación y conducirla al terreno electoral.


La imagen de Henrique Capriles
Para muchos intelectuales Capriles ha logrado crear una amplia oposición a partir del asesoramiento acertado del gobierno norteamericano. Entre las opiniones vertidas, se destaca la del sociólogo norteamericano James Petras, quien asevera que la misma es una construcción que viene directamente de Washington. A Capriles se le muestra de forma moderada, como un buen muchacho hiper energético que ha sabido canalizar el desgaste social del chavismo. Sin embargo, en términos simples es tan grande la oposición realizada por Henrique Capriles, que por vez primera, desde la primera elección de 1998, Hugo Chávez cuenta con una fuerte oposición. En ese sentido, Chávez ha declarado ante los medios de comunicación “no tengan la menor duda de que nosotros reconoceremos los resultados sean cuales fueran, y de eso hay precedentes (..) Aunque sea un voto de diferencia o tres millones de votos, los actores políticos responsables tenemos que reconocer los resultados.” (La Prensa de Honduras, 07/10/2012)


Un proceso electoral masivo
Según los datos proporcionados por los organismos responsables el proceso se ha dado de forma masiva. “La jornada transcurrió prácticamente sin incidentes, salvo unos cuantos  delitos electorales (quince para más señas) del tipo de ingerir una papeleta o romperla en el centro de votación”, según dijo el general Willmer Barrientos, jefe del Plan República, dispositivo militar de apoyo a los comicios. Los centros electorales abrieron a las 06.00, hora local y estaba previsto que cerrasen al público a las 18.00, hora local, aunque el proceso se podría alargar, hasta que los venezolanos que aguarden en filas a esa hora y no hayan podido ejercer su derecho puedan votar.


A partir de ahí se abrirá un período, que podría ser de dos horas, antes de que el Consejo Nacional Electoral difunda el resultado y se conozca quién de los dos aspirantes ha recibido el respaldo mayoritario de los casi 19 millones de venezolanos llamados hoy a las urnas.” (CNE de Venezuela)


Informes finales
En Caracas el Consejo Nacional Electoral (CNE) emitió el primer boletín oficial con el 90% de transmisión de las actas escrutadas. La presidenta de ese organismo Tibisay Lucena informó que el candidato presidencial Hugo Chávez obtuvo 7.444,062 votos (54,42%) y que el candidato Henrique Capriles Radonski, 6.151,544 (44,97 %) de los votos escrutados. “Con 80,94% de participación,  13 millones 677 mil 934 venezolanos y venezolanas se expresaron a través del voto, reportando un índice de participación histórico. “Hemos alcanzado una de las más altas participaciones de las últimas décadas”. En el acta de totalización también  se reportaron 263 mil 954 votos nulos.”


Aunque hasta el momento no hay un informe detallado del proceso, el Presidente electo Hugo Chávez salió a celebrar desde el palacio de Miraflores una vez se dieron conocer los resultados por el Consejo Nacional Electoral la noche del domingo en que se ejercieron los comicios. “Hoy hemos demostrado que nuestra democracia es una de las mejores democracias del mundo”, afirmó Chávez, que asumirá su cuarto mandato como jefe del Estado venezolano.  "Es la victoria de todos y de todas", enfatizó. “Para mí el próximo periodo de Gobierno no comienza el 10 de enero de 2013, comienza hoy mismo el nuevo ciclo”, aseguró. Chávez reiteró su “reconocimiento especial a la dirigencia opositora, que no se prestó para los planes desestabilizadores que algunos estaban acariciando” (Actualidad RT)


Las reacciones en Centro América
La victoria de Hugo Chávez, a pesar del fortalecimiento de la derecha y del debilitamiento del régimen no nos toma por sorpresa. Su política de asistencialismo político a partir de la alta rentabilidad obtenida por los petrodólares le ha permitido acentuarse y perpetuarse en el poder. No obstante, su descenso se ha venido produciendo ante el desgaste del gobierno que él encabeza.


Evidentemente, el triunfo electoral de Hugo Chávez es muy bien visto por diversos sectores de los distintos países de Centroamérica, concretamente la que se encuentra nucleada alrededor de la burguesía sandinista y del gobierno de Daniel Ortega, quienes se han visto ampliamente favorecidos por los negocios realizados a través del Alba y PetroCaribe. Y el otro sector es el que encabeza el Ex Presidente José Manuel Zelaya Rosales, coordinador del partido recién fundado en Honduras Libertad y Refundación. Desde luego, el triunfo político del chavismo le asegura un principal aliado en sus pretensiones de llegar al Estado a través de un triunfo electoral de su esposa.