Por Nicolas Lebrun

Este mes de noviembre ha sido marcado por dos eventos a escala planetaria.

Por un lado, en Indonesia, la Cumbre del G20 que reúne a los países más poderosos del planeta. Este grupo conformado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, los Estados Unidos, Francia, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, la República de Corea, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, representan el 60% de la población mundial y el 80% del PIB mundial. (El País 14/11/2022)

Por otro lado, en Egipto, en la ciudad de Sharm El Sheik se llevó a cabo la COP27. Una cumbre ambiental marcada por las altas expectativas que los medios burgueses y las ONG’s les atribuyen a estas cumbres dominadas por los intereses de los grandes grupos industriales, agrícolas y energéticos. Estos grupos además de los patrocinios son representados por los gobiernos y organismos burgueses como la UE, lo cual, de primera entrada, nos anuncia el color de la jugada.

G20: Ucrania y crisis energética sobre fondo de recesión

En estos momentos, el planeta entero vive una de sus mayores crisis. Esta tiene diferentes aristas. En el epicentro se encuentra la guerra en Ucrania, la cual, ligada con la pandemia del Covid 19 y otros aspectos estructurales de la economía capitalista, hacen que la situación no tenga otro signo que el deterioro a pasos agigantados de las condiciones de vida para las masas del planeta.

La amenaza de una recesión a escala planetaria ha sido advertida por el Banco Mundial en un reciente estudio

““El crecimiento mundial se está desacelerando de manera abrupta, y es probable que se produzca una mayor desaceleración a medida que más países entren en recesión. Me preocupa profundamente que estas tendencias persistan, con consecuencias duraderas que son devastadoras para las personas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. "Para lograr tasas de inflación bajas, estabilidad monetaria y un crecimiento más rápido, los responsables de formular políticas podrían trasladar el foco de atención desde la reducción del consumo hacia el aumento de la producción. Las políticas deberían apuntar a generar inversiones adicionales y mejorar la productividad y la asignación de capital, que son fundamentales para el crecimiento y la reducción de la pobreza”.” (Banco Mundial 15/09/2022)

La guerra en Ucrania, el conflicto interimperialista desencadenada por el conflicto en el Donbás y luego por la reciente invasión ha desatado los siete jinetes del apocalipsis.

En esta cumbre, sin embargo, ninguna puerta parece haberse abierto. Por un lado, la propuesta presentada por el presidente Zelenzky en el acto inaugural, a pesar de no ser parte de este grupo, no ha sido aceptada por la representación rusa, encabezada por el canciller Lavrov.

“Durante su discurso a la que denominó la cumbre del G19, luego de excluir a Rusia, Zelenski propuso 10 condiciones para poner fin a la guerra, como tratar temas de seguridad radiológica, nuclear, alimentaria, energética; liberar prisioneros y deportados de ambas partes; implementar la Carta de la ONU; el retiro de las tropas rusas y el cese de hostilidades; entre otras. (France 24 17/11/2022)

Los avances en el terreno por parte de las tropas ucranianas que han sido exageradas en términos estratégicos por el campo imperialista de la OTAN no son suficientes para cambiar la correlación de fuerzas real en el campo de batalla.

Esto ha sido reconocido por altos funcionarios del gobierno yanqui. El general Milley, jefe del Estado Mayor yanqui declaraba casi al mismo tiempo que se desarrollaba la cumbre

“La probabilidad de una victoria militar ucrania, definida como echar a patadas a los rusos de todo su territorio, incluida la parte que reclaman de Crimea - la probabilidad de que eso ocurra en un momento más o menos próximo no es alta, desde un punto de vista militar”, explicaba el general. Milley se ha pronunciado públicamente en favor de aprovechar los próximos meses de invierno, en que previsiblemente se reducirán las actividades en el campo de batalla, para tratar de abrir un camino a la negociación que permita solucionar el conflicto por la vía diplomática.

“Políticamente, puede haber una solución política en la que, por razones políticas, los rusos se retiran. Eso es posible”, ha apuntado Milley en la rueda de prensa en el Pentágono. Rusia “está ahora contra la pared”, y Ucrania en una posición de fuerza, la ideal para negociar. (el país 16/11/2022)

Uno de los eventos mayores de esta cumbre fue el encuentro entre los jefes de estado de las dos principales potencias actuales, los Estados Unidos y China. A pesar de que el presidente chino Xi Jinping en principio hizo un cambio en su posición con respecto a su aliado ruso, esto no ha dado hasta ahora una señal en el sentido de que el frente diplomático pueda anunciar humo blanco.

“El presidente chino pidió “que se respete la integridad territorial de Ucrania” y arremetió en contra la instrumentalización de los alimentos y la energía como armas, refiriéndose a la crisis de exportación de granos y los ataques a la red eléctrica ucraniana por parte de Rusia. Xi Jinping aprovechó para pedir que las grandes economías mundiales detengan los aumentos a sus tasas de interés como medida para detener la inflación” (France 24)

El incidente del misil, una provocación del campo ucraniano y polaco que buscaba desencadenar la respuesta militar por parte de los países de la OTAN fue cuestionada desde un principio por el mismo presidente yanqui y de paso dar un tirón de orejas a Zelensky que se convierte cada vez más en una piedra en el zapato para sus aliados.

Sharm el Sheik, más ruido y mucho menos nueces

Los recientes eventos relacionados con el cambio climático, cada vez más cruentos y acelerados han desenmascarado la tibieza con la que los principales contaminadores del planeta han venido actuando, incapaces incluso de seguir las ya de por si exiguas metas fijadas en la COP 21.

Las consecuencias en términos de vidas humanas, daños económicos y efectos irreversibles para los ecosistemas son enormes. El capitalismo lleva al planeta al despeñadero. Para los países atrasados, los efectos se sienten de manera todavía más cruda.

Seis años después de la COP21 en Francia, África sigue esperando la materialización del compromiso asumido por los países desarrollados de financiar hasta 100 mil millones de dólares al año, iniciativas para mitigar el calentamiento global en los países en desarrollo. Con solo alrededor del 4% de las emisiones de gases de efecto invernadero, muy por detrás de Asia, el mayor contaminador con el 53% de las emisiones globales, es muy probable que África ya no quiera pagar este alto precio. Hablando en la COP 26, Tanguy Gahouma-Bekale de Gabón, presidente del Grupo Africano de Negociadores sobre el Cambio Climático, dijo que "en África, el nuevo objetivo de financiamiento debe ser de 700 mil millones de dólares al año, no de $100 mil millones al año". Los países africanos también tienen la intención de involucrar al sector privado para que los fondos esperados se utilicen más allá de los proyectos gubernamentales (afrik21.africa 15/11/2022)

El fracaso de esta cumbre era de esperar, tanto así que diferentes representantes no han podido esta vez maquillar el cinismo con el que los países imperialistas se han comportado sobre todo en el aspecto de hacerlos jurídica y económicamente responsables del desastre ambiental. El secretario general de la ONU Antonio Guterres, timorato como suele ser en su lenguaje diplomático expresó:

“En este contexto, Guterres calificó de "inadecuadas" las decisiones tomadas en la cumbre climática de Sharm el-Sheikh en general. "Celebro la decisión de crear y activar el Fondo de Pérdidas y Daños en el próximo período, pero está claro que esto no será suficiente", señaló, y subrayó que la decisión de crear el fondo fue solo una "señal política" necesaria. para restaurar la confianza. Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, declaró durante la sesión de clausura de la conferencia que los resultados de la cumbre son insuficientes y no suponen esfuerzos adicionales por parte de los grandes contaminadores para aumentar y acelerar el nivel de reducción de sus emisiones.” (aa.com.tr 20/11/2022)

En este momento que el planeta con entusiasmo la copa del mundo de futbol y el polémico otorgamiento de la sede a Catar, la escogencia de Egipto para esta cumbre no levantó muchos escudos. El país gobernado por el dictador Al Sissi que ha silenciado la oposición a punta de cárcel, tortura y represión sin cuartel no fue inocente. De hecho, la presidencia de este evento por parte de este atroz personaje, ha tenido su influencia en la manera de conducirlo y de los acuerdos en ciernes.

“Parte de la responsabilidad de este atasco la tiene la presidencia egipcia, señala Ecologistas, ya que “no ha mostrado interés por avanzar” en este sentido y se “ha limitado a repetir lo pactado en Glasgow y no ha presentado ningún avance sobre el que discutir”. Además, en las dos semanas de cumbre, “la oposición de muchos países a tomar medidas adicionales para enfrentar la emergencia climática ha sido clara”, apuntan, y “muestra la incapacidad de las COP de incluir la obligatoriedad de ceñirse a los últimos informes del IPCC”.

Tampoco ha habido avances en la necesidad de abandonar los combustibles fósiles. Después de muchas negociaciones, solo se consiguió mantener la redacción del año pasado en la que se incluía como recomendación “aumentar los esfuerzos para abandonar los subsidios ineficientes al carbón”.

“La falta de ambición de Sharm el Sheij muestra el enorme precio de llegar a acuerdos por consenso en las negociaciones. También da cuenta del poder de los grandes países petroleros, que evitan a toda costa hacer mención a la desaparición necesaria de todos los combustibles fósiles en las economías antes de final de siglo”, señala esta organización.” (elsaltodiario.com 20/11/2022)

Las movilizaciones como punto de partida para cambiar el rumbo

Ante este panorama nada alentador, algunas chispas se encienden alrededor del mundo en el campo de la resistencia del movimiento de masas. Las huelgas y movilizaciones en Europa apuntan a no dejar que las consecuencias de esta nueva crisis recaigan en las espaldas de los trabajadores y sus familias.

Este movimiento también apunta su oposición a la guerra a la cual los imperialistas quieren llevarnos como una forma de engrasar la maquina financiera y apuntar a consolidar los intereses del gran capital.

Por otra parte, también estas movilizaciones cuestionan las políticas de austeridad que buscan reducir el presupuesto de los programas para llevar adelante cambios en la política energética. El desfinanciamiento de los transportes públicos y la privatización creciente de los mismos condena a la gente a seguir utilizando las soluciones individuales para el transporte, en beneficio de la industria automotriz y petrolera.

La unidad de las luchas y de los objetivos como lo expresan en sus consignas durante los piquetes de huelga, “fin del mundo y fin de mes el mismo problema” son bien claros.

Por Jose René Tamariz

La situación internacional es, actualmente, bien compleja. Existen diversas tendencias que se entrecruzan de forma simultánea, tales como inflación permanente, pese a la política de los bancos centrales en el mundo de contrarrestarla incrementando las tasas de interés; desaceleración económica mundial por largo tiempo que, eventualmente, pueden transformarse en recesión económica y guerras regionales, al estilo Rusia-Ucrania, por el control territorial y, supuestas, defensa nacional. A su vez, esas guerras regionales tienden a agudizar los fenómenos económicos-inflacionarios y recesivos, así como crisis económicas más largas y persistentes.

Por otro lado, es importante destacar que, en América Latina, los gobiernos neoliberales han sido -están siendo- barridos por las masas latinoamericanas, ya sean por procesos electorales o como subproductos distorsionados de estallidos sociales o importantes movilizaciones y luchas. Tales son los casos de Chile, Bolivia, Honduras, Colombia y otros países. En esa dirección se orienta, para el mes de octubre, el eventual triunfo de Lula da Silva en Brasil. Las masas han hecho su experiencia con los gobiernos neoliberales y la realidad les ha enseñado que sus condiciones de vida (pobreza, desempleo, desigualdad, reducción de sus salarios) han empeorado debido a esos gobiernos. De ahí que han barrido con ellos con las esperanzas de mejorar sus niveles de vida con los llamados gobiernos “progresistas”.

Inflación, Desaceleración y Recesión Económica

Según el presidente del Banco Mundial, David Malpaas “Las últimas previsiones del Banco Mundial muestran una considerable corrección a la baja: se prevé una marcada desaceleración del crecimiento mundial, al 2,9%, desde el 5,7% registrado en el 2021. Es decir, casi un tercio de reducción respecto de lo pronosticado en enero del 2022, que preveía un 4,1% para este año. La mayor parte de la corrección se debe al aumento de los precios de la energía y los alimentos, junto con las alteraciones en el suministro y comercio internacional originadas por la guerra en Ucrania y la necesaria normalización de tipo de interés que está en marcha”. (La Nación, 13 de junio de 2022). También el presidente del Banco Mundial plantea que “está prevista una reducción del crecimiento global de 2,7 puntos porcentuales” entre los años 2021 al 2024 con posibilidad de que ese decrecimiento dure toda la década hasta el 2030 “debido a la falta de inversión en la mayor parte del mundo”. (Ídem). Entonces, ese proceso de “estanflación” o “receflanción” se prevé sea de larga duración.

Por otra parte, la recesión en los Estados Unidos parece acercarse a ser un hecho y no sólo una posibilidad. Dos trimestres seguidos de contracción económica lo parecen indicar. La inflación en los EE. UU. fue del 8,6% en mayo. La inflación en la eurozona fue también del 8,6%. Y en la mayoría de los países del mundo la inflación ha aumentado significativamente. La inflación ha llegado para quedarse en los países. Por otra parte, es importante mencionar que el euro, moneda única de la eurozona, ha venido perdiendo valor frente al dólar. Según el periódico digital El País “La posibilidad de que un dólar y un euro valgan exactamente lo mismo se acerca. La moneda única sufría este martes nuevas caídas y se cambiaba por 1,025 billetes verdes en el mercado de divisas, un nivel nunca visto en los últimos años, concretamente desde diciembre de 2002”. (elpais.com, 5 de julio de 2022).

Esa situación de depreciación del euro frente al dólar es producto de la combinación del proceso inflacionario y de las políticas de los EE. UU, ya que el aumento de las tasas de intereses más agresiva por parte de la FED frente a los del Banco Central Europeo (BCE) ha convertido al dólar en un refugio para los capitales que buscan mayores rendimientos. Actualmente “La presidenta del BCE, Christine Lagarde, lleva meses inmersa en un dilema: subir tipos con fuerza para frenar la asfixiante inflación… aun a costa de eso tensione las primas de riesgo de los países del Sur y desbarate la recuperación, o ir más lenta pese al riesgo de que la economía entre en una espiral de subidas de precios y salarios de la que no es sencillo salir”. (Ídem). Sin embargo, lo más probable es que el BCE recurra a la política de incrementar la tasa de interés del euro y, por ende, conlleve a la eurozona a la recesión económica, de forma inevitable, ya que “… el banco central Europeo se centra de forma inquebrantable en la inflación…”. Stiglitz, Joseph: El Precio de la Desigualdad. Editorial Taurus, 2012).

El gran problema es que las medidas de la FED para combatir la inflación la han llevado a acercarse, cada vez más, a una eventual la recesión económica en el imperio y eso traerá consecuencias en el mundo, principalmente, a los países más dependientes de los Estados Unidos. Asimismo, lo más probable es que también la eurozona, producto de esa misma política, termine en recesión económica. Entonces, la recesión económica, combinada y simultanea tanto en los EE. UU y la eurozona, podría conllevar a una profundización de la crisis económica a nivel mundial con graves consecuencias sociales, salud y económicas para millones de trabajadores en diversos países, ya sean de bajo, medio y alto desarrollo.

Pero también hay otros problemas asociados a esta situación como es la caída de los mercados bursátiles. Según Nouriel Roubine “… como hay tanta deuda privada y pública en el sistema (un 348% del PIB a escala global), las alzas de las tasas de interés podrían desatar una fuerte caída adicional en los mercados de bonos, acciones y crédito, dándoles a los bancos centrales una razón más para echar marcha atrás. En pocas palabras, el esfuerzo de combatir la inflación podría hacer colapsar la economía, los mercados o ambos. Una dosis modesta de ajuste de los bancos centrales ya ha sacudido los mercados financieros: índices bursátiles clave se acercaron a territorio bajista (una caída del 20% con respecto a picos recientes), los rendimientos de los bonos subieron y las diferenciales de crédito se ampliaron”. (La Nación, 31 de mayo de 2022).

Es un hecho evidente que la guerra de la Federación Rusa contra Ucrania ha acelerado esos dos procesos económicos, inflación, recesión y caída de los mercados bursátiles, de forma simultánea, tanto en los EE. UU y la eurozona, así como también a nivel global. Por otra parte, es importante señalar que la recesión económica en los EE. UU y la eurozona, sin que se produzca ese contagio a China como pareciera ser, sin duda alguna hará que salga favorecida esta potencia mundial emergente que le disputa el control mundial al imperialismo yanqui.

La Guerra Entre Rusia y Ucrania ¿Hacia Guerras Regionales Inter imperialistas?

La guerra entre la Federación Rusa y Ucrania, iniciada el 24 de febrero de 2022, ha tenido -tiene- repercusiones e impactos a niveles mundiales, ya que ambos países son exportadores globales de combustibles (petróleo y gas), alimentos (trigo y maíz), fertilizantes y metales. Rusia y Ucrania son “Los dos países, conocidos como “el granero de Europa”, representan el 29% de las exportaciones globales de trigo y 19% de las exportaciones de maíz, según JP Morgan”. (BBC News Mundo, 11 de marzo de 2022). De otro lado “En el plano energético, Rusia es responsable del 18% de las exportaciones globales de gas natural, el 14% de las del carbón y el 11,3% de las de petróleo… Es, además, el principal proveedor de Europa, que le compra el 40% del gas natural y el 25% del petróleo que necesita…”. (elordenmundial.com, 1 de marzo de 2022).

Actualmente, Europa, implementa un plan conocido como REPowerEU para sustituir el gas y petróleo ruso. En un primer momento, dicho plan plantea una estrategia para sustituir en dos terceras partes la fuente de energía rusa en el plazo de un año. Y a largo plazo abandonar totalmente el consumo de combustible fósil ruso para el año 2030 y del gas ruso de forma inicial. Es necesario mencionar que la sustitución de las importaciones del gas y petróleo ruso por parte de Europa con otros proveedores como los EE. UU, Noruega, África, Arabia, Qatar y otros países no resuelve el gran y grave problema del abastecimiento de esos combustibles por parte de Rusia a Europa. La sustitución definitiva y total del proveedor ruso de combustibles de parte de Europa podría llevar muchos años. Mientras eso suceda los problemas de los precios de los combustibles a nivel mundial podría convertirse en permanente, aunque existan de forma cíclica alzas y bajas internacionales, ya que la OPEP solamente acordó aumentar su producción de petróleo en un 50% en el marco de la guerra Rusia-Ucrania y los altos precios de los combustibles.

De otro lado, es necesario señalar que, pese a las brutales sanciones, así como incautación o robo de fondos rusos, por parte de los EE. UU y Europa, Rusia las ha resistido, pero obviamente a costa de la caída de economía y muchos sacrificios para las masas rusas. En este artículo no tomamos partido en la guerra por el gobierno de Rusia o de Ucrania. China e India están comprando el gas y petróleo que Rusia no le está vendiendo a Europa. No obstante, Rusia está en su derecho de sus reclamos al imperialismo yanqui y europeo de la avanzadilla que pretenden hacer al integrar a Ucrania a la alianza militar de la OTAN; a su vez, Ucrania debe tener el derecho a autodeterminarse sin la intervención de los diversos imperialismos, ya sea el yanqui, europeo y ruso.

Aunque algunos agoreros pronosticaban el inicio de la tercera guerra mundial debido a la guerra de Rusia y Ucrania y la alerta de la Federación Rusa de sus armas nucleares, lo cierto es que esa posibilidad es falsa. Lo que indica esa guerra es que estemos frente a eventuales periodos de guerras regionales convencionales por territorios y disputa de mercados y rutas de trasiego de mercancías entre los diversos imperialismos, principalmente, entre los EE. UU y Europa, contra Rusia y China y, viceversa.

En la reciente cumbre en España de la OTAN “… Los miembros han aprobado el nuevo Concepto Estratégico en el que refuerzan el flanco Este frente a Rusia, señalan a China como desafío sistémico y buscan adaptarse a los retos del siglo XXI como los ataques híbridos. También se ha comprometido más dinero y armamento pesado para Ucrania…”. (elpaís.com/internacional) Rusia se definió en esa cumbre como la amenaza más significativa y directa a Europa y China como amenaza sistémica global. De ahí que, anteriormente, el secretario de Estado de los EE. UU haya planteado que “China es el único país que intenta reformular el orden internacional y, cada vez más, tiene el poder económico, diplomático militar y tecnológico para hacerlo”. (La Nación, 27 de mayo de 2022). La posibilidad futura de una guerra entre China y Taiwán para su adjudicación definitiva como parte de China, derive en una guerra regional de grandes dimensiones. Precisamente, la definición del nuevo “Concepto Estratégico” en la cumbre de la OTAN significa un rearme político, económico y militar de las potencias imperialistas de los Estados Unidos y Europa. De lo anterior política y reformulación, se han derivado el aumento de los presupuestos militares de Alemania y otros países europeos, así como el anuncio de la inversión multimillonaria de $600 mil millones en Asia de parte de los estadounidense y europeos. Nos encontramos frente a una nueva etapa de crisis económicas, conflictos militares y guerras.

Por Armando Sosa

En diversos países del planeta, ciudades importantes como New York o el mayor empleador de Costa Rica como lo es el Ministerio de Educación han anunciado y puesto en práctica la vacunación obligatoria para poder continuar laborando o bien acceder a un puesto.

En otros, una medida que se acerca a la enunciada anteriormente consiste en rendir obligatorio la presentación de un Covid Safe Ticket para acceder a restaurantes, eventos de diversa índole y otras actividades. Esta medida no es ni más ni menos que el preámbulo de la imposición de un pasaporte Covid, el cual dejaría sin posibilidad de acceder a las actividades antes citadas sin estar vacunados. Con el anterior, los no vacunados podían hacer un test y si este era negativo, podrían disfrutar de todas estas actividades.

El presidente francés se ha vuelto el portavoz de esta iniciativa, defendiéndola de manera burda. No obstante, a pesar de lo grotesco del asunto, la Unión Europea viene a mostrarle su apoyo.

“La Comisión Europea ha cerrado filas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, en su estrategia de fastidiar o joder ―traducción española de “emmerder”, expresión usada por el mandatario― a los no vacunados y que así cambien de opinión. Sin recurrir al lenguaje popular del político francés, la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, lo ha respaldado empleando la herramienta puesta en marcha por la UE, el pasaporte covid: “La libertad siempre se combina con la responsabilidad, y no solo para mí misma, sino para el prójimo: mis vecinos, mi familia, los otros. Ambas cosas van juntas. Un gobierno debe proteger desde la igualdad y el pasaporte es una forma de protección”.

Las palabras de Von der Leyen seguían a las declaraciones del presidente francés, quien ha justificado sus palabras de este martes cuando dijo: “A los no vacunados sí que tengo muchas ganas de emmerder. Y vamos a seguir haciéndolo hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisión, y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podréis ir a un restaurante, no podréis tomar una copa ni ir al teatro, no podréis ir al cine…”. Y este viernes ha incidido al decir que era su responsabilidad “hacer sonar un poco la alarma”. “Es lo que he hecho esta semana, para que las cosas puedan avanzar más rápidamente”, ha continuado.

“Ser ciudadano es tener derechos y deberes. Y primero son deberes. El concepto de libertad, que algunos de nuestros compatriotas enarbolan para decir: ‘Tengo la libertad de no vacunarme’, acaba donde se ponen trabas a la libertad del otro, donde la vida del otro puede verse en peligro”, ha esgrimido Macron, quien todavía no ha oficializado su candidatura para las elecciones presidenciales francesas del próximo abril, pero ha marcado el debate electoral con dos de sus movimientos: poner la bandera europea en el Arco del Triunfo y el uso de la polémica palabra emmerder. » (El País, 7/01/2022)

Sin embargo, este discurso está plagado de verdades a medias y deja de lado, de manera consciente otros elementos que han hecho que la crisis sanitaria se haya salido de las manos de los aprendices de brujos del neoliberalismo. El primer elemento es que Francia es uno de los países con mayor tasa de vacunados, con un 79% de la población completamente vacunada a la hora de escribir este artículo. (ourworldindata.org/covid-vaccinations)

La campaña de vacunación: de la expectativa triunfalista a la incertidumbre

El desarrollo de una vacuna contra el Covid 19 representó un hito en la historia. En un tiempo récord y con la utilización de una nueva tecnología, el ARN mensajero, los laboratorios Pfizer Biontech pusieron en el mercado este precioso bien. Los fondos públicos adjudicados a los procesos de obtención de la vacuna y su comercialización se han hecho en una opacidad completa. El contrato integral sigue siendo un secreto en las más altas esferas de la UE.

Los otros laboratorios occidentales como Moderna, Johnson y otros también han llevado a sus arcas enormes sumas de fondos públicos para la obtención de la vacuna. Pero lo más importante son los jugosos contratos de venta que hacen tres veces ganadores a estos laboratorios al recibir subvenciones para la investigación fabricación y la venta.

Sin embargo, hay un factor muy importante que está ligado al origen mismo de la pandemia que es la velocidad a la que esta se ha propagado, con todo y sus variantes conocidas hasta el momento, Delta y Omicron. Esto está fuertemente ligado al modelo de producción altamente globalizado y la velocidad a la que se producen los intercambios comerciales. Esto implica no sólo un enorme flujo de mercancías, sino que también de personas. Este flujo de personas se hace de manera “legal” o “ilegal”. En ambos casos, pese a las grandes restricciones que se han impuesto formalmente para el común de las personas, en lo que respecta el comercio o la producción de bienes, esto no han sufrido gran cosa, salvo al inicio de la pandemia.

Esto dentro de esta lógica altamente contradictoria que se sitúa el verdadero debate. Tratar de conciliar el control de la pandemia con el modelo Neoliberal.

El primer gran problema es el hecho que la vacunación masiva se ha producido en los países casi en su mayoría en los países imperialistas. Salvo algunas excepciones, son estos países los encabezan la lista con mayor porcentaje de vacunación. También es en estos donde la disponibilidad de dosis es mayor para casi todo el mundo.

Los países pobres las reciben a cuenta gotas dentro del marco del acuerdo de la OMS. Muchas veces, estas donaciones llegan con la fecha de caducidad muy corta, lo que implica que gran cantidad de estas tengan que ser desechadas. La barbarie capitalista ha hecho que en muchos de estos países, los sistemas de salud hayan sido reducidos a la más mínima expresión. Estos dos factores juntos, además de la falta de presupuesto para la compra de las vacunas al precio que las compañías han fijado a su antojo con la venia de las autoridades de los países imperialistas, han hecho que estos el control del virus se vea minado. Las variantes que aparecen son el reflejo de esa desigualdad. Sudáfrica, por ejemplo de donde proviene en principio esta nueva variante, tiene escasamente un 27% de población enteramente vacunada. Se puede citar también el ejemplo y la contradicción del modelo neoliberal en pequeña escala con lo que sucede en Palestina y el estado sionista. Mientras que en Israel, con un 65% de la población totalmente vacunada, corren a aplicar una cuarta dosis, al lado en Palestina, este porcentaje representa el 30%.

En América Central las disparidades son grandes también. Encabeza la lista Costa Rica con un 69% de la población completamente vacunada y en el último lugar Guatemala con solo un 26%. Esto no es para establecer una competencia, es para demostrar que mientras no se tenga una política común, con nuestras porosas fronteras, la circulación del virus y sus variantes no se detendrán. En promedio, este porcentaje es de 59% con respecto a la suma de todos de los países del área, lejos del anhelado 70% global.

El despegue de la producción durante el pasado año y las proyecciones de crecimiento se han hecho en detrimento de las consideraciones de la salud de la población.

¿Las patentes? ¿muy bien y usted?

El levantamiento de las patentes ha sido enterrado por los países imperialistas, todos sin excepción, incluyendo China, que demagógicamente declaró el año pasado estar a favor pero que no lo ha concretizado. Este punto ha sido sostenido incluso por la OMC, que para cuando les conviene a estos países la sacan a relucir.

Estas contradicciones alimentan los discursos complotistas que de manera oportunista y distorsionada crean explicaciones de la realidad lejos del materialismo científico. A la cabeza de estos se encuentran no sólo grupos de extrema derecha, sino también una mezcla de corrientes de toda índole. Estos grupos tienden a nutrirse también de la ultra derecha religiosa que en sus diferentes confesiones manejan un discurso anti vacuna. Esto no es sino un reflejo del enorme retroceso en la conciencia del movimiento de masas producido por la derrota de los procesos revolucionarios en nuestra área. Este ha sido el caldo de cultivo de estos grupos religiosos que captan a sectores de la clase obrera y las masas urbanas desclasadas, así como de la pequeña burguesía confrontada al lento descenso de clase. 

Vacunación obligatoria: ¿a panacea?

El despegue de la producción durante el pasado año y las proyecciones de crecimiento se han hecho en detrimento de las consideraciones de la salud de la población. La codicia de los accionistas y de los patrones no tiene límites. Durante todo este tiempo, las actividades económicas han retomado como en el caso de la industria turística.

Esto se ha hecho sobre la base del aligeramiento de las medidas sanitarias para los centros turísticos y de las condiciones de entrada a nuestros países. En los países imperialistas, durante el verano, estas medidas también fueron casi completamente levantadas sobre la base de la euforia de la campaña de vacunación. Las fábricas y centros de trabajo han funcionado a todo vapor. Los “clusters” han sido muy importantes en los centros de trabajo según los datos de los diferentes centros. En nuestros países donde la economía informal tiene un gran peso, es todavía más difícil saber a ciencia cierta el grado de circulación del virus. Esta población que está también alejada de los servicios de salud al no poder pagar las cuotas de afiliación a estos servicios, sufre con mayor dureza las consecuencias de la pandemia.

Por otro lado, las flagrantes contradicciones que han impuesto medidas desproporcionadas a la población. Limitación de contactos en la esfera privada pero no en la profesional. Imposibilidad de reunirse en grupos de determinada cantidad, pero hacinados en los transportes públicos y en las aulas escolares.

Pero el factor más importante al que han rehuido todos estos siniestros personajes, es el del financiamiento de los servicios públicos de salud y de la imposición de las grandes fortunas, así como el freno de los mecanismos de evasión fiscal de las grandes empresas. Esto es esencial para lograr que durante esta crisis y las que se pueden producirse, el personal hospitalario no se vea obligado a seleccionar a los pacientes.

Por último, la acentuación de las dinámicas bonapartistas de los gobiernos que han aprovechado este contexto para dotarse de poderes excepcionales en detrimento de los derechos democráticos. Estos han suplantado a los parlamentos, despojando a la oposición de la posibilidad de frenar las derivas de los gobiernos.

Estamos porque en estas crisis, por el contrario, debe abrirse paso a un debate científico que incluya a los organizaciones de los trabajadores y comunales, así como a las universidades.

El problema es que muchos sindicatos, incluidos del personal de salud, han cerrado la boca en este momento crucial.

Por eso estamos por la movilización de los trabajadores y el pueblo para exigir un manejo democrático, científico y popular de la crisis.


Por Nicolas Lebrun

A principios del mes, las grandes compañías de biotecnología, productoras de dos de las vacunas que utilizan el innovador descubrimiento de la tecnología del ARN mensajero, Moderna y Pfizer, han vuelto a mostrar el macabro rostro del negocio ligado a la producción y distribución de las vacunas contra el Covid 19.

“Los precios de las vacunas contra la  covid-19 se han elevado hasta un 25% en la segunda ronda de contratos de reserva firmados por la Comisión Europea. Las dosis elaboradas por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech han pasado de 15 euros a 19,50, mientras que las de Moderna, de 19 a 21 euros. Ambos productos utilizan la tecnología del ARN mensajero que se ha impuesto en la Unión Europea como la principal referencia frente a otras vacunas, como la de AstraZeneca (que se vende a precio de coste, unos dos euros, pero ya descartada para el futuro por Bruselas) o la de Janssen (8,4 euros). El incremento coincide con el debate sobre la necesidad o no de inyectar dosis de recuerdo a las personas que han completado la pauta de vacunación durante la campaña de este año.

El nuevo precio de la vacuna de BioNTech/Pfizer había trascendido el pasado abril, poco antes de que la Comisión cerrase un acuerdo con ambas empresas para la adquisición de 1.800 millones de dosis entre 2021 y 2023. La factura de 19,50 euros por dosis ha sido corroborada este domingo por el diario británico Financial Times, que asegura haber tenido acceso a partes del contrato entre la Comisión y las dos farmacéuticas. La subida supone un 25% en relación con los primeros contratos, que llevaron a la adquisición de 700 millones de dosis.

El mismo diario asegura que Moderna también ha elevado sus precios casi un 10%, pero el suministro hacia la UE de esa compañía estadounidense es muy inferior al de la alemana BioNTech y la estadounidense Pfizer. En un primer contrato con Moderna, Bruselas reservó 160 millones de dosis. Y otros 300 millones en un segundo contrato, con entrega prevista hasta 2022.” (El País, 5 de agosto del 2021)

Esto no es ni más ni menos que un plan concebido para lucrar a fondo con la necesidad vital de millares de seres humanos que están todavía a la espera de las dos dosis de estas vacunas, que hasta la fecha y con los datos que se poseen hoy en día, son las que mejor protección dan contra el mortal virus.

Negocio opaco y redondo bajo el manto de protección de la UE y los E.E.U.U

Los jerarcas de las diferentes instituciones europeas no dejan de machacar en cada oportunidad que representan los “valores europeos” lo que, según ellos, los hace diferentes a otros países que según su vara de medida, se salen de los marcos democráticos o del libre comercio.

Pero este discurso no es más que la demagogia que acompaña los más bajos intereses de las potencias imperialistas europeas, que durante siglos han saqueado y siguen hasta hoy en día, los recursos naturales, mano de obra y otros bienes de las antiguas colonias y países del denominado Tercer Mundo. Este saqueo no solo se ha dado durante el periodo colonial, donde a sangre y a fuego, ejercieron el dominio sobre los pueblos autóctonos para permitirles la extracción de enormes recursos que les permitieron entre otras cosas dar el salto hacia la industrialización de las metrópolis. Hoy en día, a pesar de los procesos de independencia que se dieron en la mayoría de sus antiguas colonias y también de las guerras de rapiña entre las potencias imperialistas, los gobiernos existentes, en casi la totalidad, no son más que socios menores de estas potencias. La UE y sus miembros no dudan en hacer pactos con dictaduras militares y cierran los ojos cuando estas someten a sus pueblos a los peores vejámenes.

La lógica del negocio de las vacunas va por el mismo camino. Con esta protección contra el virus del SARS covid 2, las potencias europeas piensan ganar un pulso comercial contra los otros países imperialistas. No en balde, la lluvia de subsidios públicos que se les ha otorgado a estas empresas ha sido enormes. Las negociaciones de los contratos de producción y venta de las vacunas en el seno de la UE han sido declarados secretas y ni siquiera los diputados del parlamento europeo han recibido la totalidad de los documentos de estas transacciones.

“Desde que comenzó la pandemia, las vacunas contra el coronavirus han recibido una suma de casi 5.000 millones de euros de fondos públicos y de organizaciones filantrópicas solo para su investigación y desarrollo. La cifra, que no tiene en cuenta los acuerdos de compra, viene recogida en un informe publicado este jueves por la alianza de organizaciones “No es Sano”, que hace hincapié en la “enorme inversión pública” que los gobiernos han destinado a apoyar a las grandes empresas que están detrás de las principales vacunas que se han desarrollado contra el coronavirus.

No obstante, denuncian que esta inversión “se ha dejado en manos” del sector farmacéutico “sin condiciones y sin asegurar” el acceso universal ni precios justos para todos los países.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que en la actualidad más del 75% de todas las vacunas administradas se concentran en solo 10 países. "El acaparamiento por parte de unos pocos, acompañado de una capacidad de producción limitada, nos ha llevado al escenario actual en el que muchos países no alcanzarán un buen ritmo de vacunación hasta 2023".

“En verano de 2020 empezamos la carrera a contrarreloj que puso a la cola a los países más pobres. ¿Quiénes han sido los países que han podido negociar y asegurar vacunas? Los países ricos con capacidad de compra”, ha dicho durante la presentación del documento Irene Bernal, investigadora de Salud por Derecho, una de las organizaciones que forman parte de No es Sano, compuesta por ONG, colegios profesionales y asociaciones que defienden el derecho a la salud y el acceso a los medicamentos a un precio asequible.” (El Diario.es 27/05/2021)

Las otras potencias imperialistas no han hecho que seguir la misma línea que sus pares europeos.

“Según el portal del Global Health Centre de Ginebra, Suiza, Janssen, la filial encargada de la vacuna monodosis de Johnson & Johnson, recibió 1.028 millones de dólares (843 millones de euros) de EEUU al igual que Moderna, a la que el país norteamericano destinó alrededor de 955 millones de dólares (783 millones de euros), y también percibió fondos de CEPI y la cantante Dolly Parton. Mientras, Pfizer/ BioNTech fueron receptoras de aproximadamente 800 millones de dólares (656 millones de euros) en I+D de Alemania, la UE y Singapur.

A la compañía germana Curevac –cuya vacuna se encuentra en la fase de desarrollo clínico– Alemania, la UE y CEPI le han destinado unos 742 millones de dólares (608 millones de euros). Le sigue la compañía estadounidense Novavax, que recibió 508 millones de dólares (417 millones de euros) en financiación tanto de EEUU, CEPI (la mayoría) y procedentes de la filantropía (la Fundación Gates). 

A ellas se suma el caso de la empresa china Sinopharm, que fue destinataria de 145 millones de dólares (119 millones de euros) del gigante asiático, según los datos del Global Health Centre, que reflejan también que la asociación AstraZeneca/Oxford tienen entre sus grandes financiadores a Reino Unido y CEPI, así como a la organización benéfica británica Wellcome Trust, los cuales aportaron cerca de 118 millones de dólares (97 millones de euros). En la lista de receptores de fondos públicos hay otros desarrolladores de vacunas avanzadas como la canadiense Medicago.” (ídem)

Como se ve con estos datos, el objetivo es el máximo lucro y de cumplir objetivos geopolíticos con la estrategia global de vacunación sin importar las necesidades de las masas a nivel mundial. Bajo el capitalismo y en esta etapa de reacción neoliberal que nos somete desde hace cuarenta años, la salud no es más que una mercancía y un negocio. La salud y el acceso a los servicios se convierte cada vez en un lujo para una minoría de los habitantes del planeta.

Aumento de las desigualdades y la cuarta ola

El aumento de los precios, aunado a las dificultades creadas por las empresas para presionar hacia el alza de estos, se han creado las condiciones para que solo una parte minoritaria de los habitantes del planeta tengan la posibilidad de tener un esquema de vacunación completo.

“El mundo está embarcado en un proceso de vacunación sin precedentes para frenar el coronavirus. Este camino hacia la inmunidad global avanza de manera desigual según la región. Mientras que en Europa ya se han vacunado con al menos una dosis a más de 88 personas de cada 100 habitantes, en Oceanía sólo 38 personas de cada 100 han sido vacunadas.

La brecha del proceso de vacunación entre los países más ricos y más pobres sigue aumentando por lo que peligra el objetivo de conseguir una inmunidad global. Según los datos de Our World in Data, en el continente africano sólo 5,5 personas de cada 100 ha recibido al menos una dosis contra el coronavirus.” (El Mundo, 6 de agosto del 2021)

A escala de países, la situación se vuelve más dramática aún. Según Our World Data, a la fecha del 6 de agosto del presente año, en Guatemala habían sido vacunadas completamente 1,99/100 habitantes; En Honduras el 3,16/100; El Salvador lidera el área con 25,13/100, seguido por Costa Rica con 16,71/100; Panamá con 16,48/100 y Nicaragua con solo 2,46/100 habitantes.

Con esta tendencia, la posibilidad real es que se disparen el numero de contagios debido a la aparición de nuevas variantes que son el resultado del abandono y mala gestión de la crisis por las autoridades políticas y de salud en las diferentes escalas: nacionales, regionales y mundiales. Cada dia que pasa en el cual la vacunación se hace imprescindible para frenar el avance del virus y las atroces consecuencias que no solo conllevan a la muerte de miles de personas, si no que también arrastra consecuencias físicas y mentales para aquellos que logran superarla.

Por la eliminación de las patentes

Diferentes movimientos políticos y sindicales se han manifestado ya por el levantamiento de las patentes y por la producción en diferentes sitios de las vacunas.

Los argumentos de las grandes empresas y de los que los protegen son si no mas que ridículos. Cuando, para lograr llenar el bolsillo de los accionistas de estas empresas farmacéuticas, no dudan ni un momento relocalizar sus sitios de producción en cualquiera de los cuatro rincones del planeta, ahora defienden el “savoir faire” en sus plantas en los países imperialistas. En el Parlamento Europeo una moción en ese sentido fue rechazada por la mayoría de los miembros de los bloques de partidos liberales y socialdemócratas. Más claro no canta un gallo.

EL movimiento sindical y popular debe imponer por medio de la movilización la eliminación de estas patentes de la muerte.

Esta lógica esquizofrénica apunta también contra los habitantes de los países imperialistas que confusamente pueden sentirse seguros en sus rediles, completamente vacunados. Mientras la inmunidad no sea conseguida por la mayor parte de la población del globo, las consecuencias a mediano y a largo plazo pueden ser imprevisibles.

Por Leonardo Ixim

El recién estrenado presidente Joe Biden se presentó ante sus socios europeos primero, y luego ante su rival ruso Vladimir Putin, mostrando la nueva faceta que la administración demócrata, pretende otorgar a esta potencia global, luego de los cuatro años de semi-aislacionismo del gobierno de Trump.

Esta proyección del imperialismo estadounidense, posterior a la era trumpista, donde se quiso posicionar como un actor que solo velaba por sus propios intereses como potencia, es más acorde a la visión multilateral que adquirió tras la finalización de la guerra fría. Es decir, estamos ante el retorno del hijo pródigo ausente, pero el cual no viene con una vista distinta en materia estratégica para con los que cataloga como rivales y su competencia, China y Rusia. La diferencia es que se pretende atraer a los europeos a esta línea.

Acuerdos entre los imperialismos usamericano y europeo

El gobierno de Trump, a la par que iniciaba una guerra comercial con China, también puso barreras comerciales a sus socios europeos, sobre todo a los grandes monopolios alemanes, lo cual llevó a tensiones en la anterior cumbre del G7, con Ángela Merkel.

Estas medidas fueron eliminadas por el momento. Sin embargo, el tema de fondo es la disputa en torno al conflicto entre los dos grandes fabricantes de aviones a nivel mundial, Airbus -un conglomerado de varias industrias europeas- con sede en Francia, y Boeing, de capital estadounidense.

En ese sentido, los representantes comerciales de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos llegaron a un acuerdo, una suspensión temporal de los aranceles que ambos se habían puesto por cinco años. La disputa empezó en 2004, cuando EEUU se retiró de un pacto multilateral sobre subvenciones a la aviación firmado en 1992 y llevó a la UE ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), alegando que Airbus había igualado la cuota de mercado de Boeing gracias a préstamos gubernamentales subvencionados.

En la era Trump esta situación recrudeció. En 2019 la OMC autorizó a EEUU a imponer aranceles por USD 7.500 millones anuales a exportaciones de la UE, debido al apoyo de los gobiernos del espacio europeo a Airbus; por su parte, la UE obtuvo permiso para contraatacar con gravámenes por USD 4.000 millones sobre productos estadounidenses. Sin embargo, falta por definir otra serie de medidas arancelarias impuestas por cada uno en el acero y aluminio.

A su vez se llegó al acuerdo de vacunar a dos tercios de la población mundial para fines de 2022, mediante el impulso de las exportaciones, las donaciones y las capacidades de fabricación de vacunas por medio de 870 millones de dosis. Sin embargo, no está claro si esta cantidad de dosis se canalizará a través de otros mecanismos como el de COVAX, de la Organización Mundial de la Salud, la cual solo está creada para vacunar el 20% de la población de los respectivos países que participan. Al final, esta situación es una forma de disputar hegemonía en la llamada diplomacia de las vacunas a los fabricantes chinos y rusos, hacia los países neo-coloniales.

Otro de los acuerdos asumidos fue concertar políticas comunes en torno al cambio climático, en cuanto a reducir las emisiones de gases invernaderos, los cuales, pese a las advertencias de los científicos de llegar al umbral de no retorno, no se ha logrado bajar sus índices. Por su lado, las naciones industrializadas se han dedicado a construir un mercado de producción de emisiones de carbono con el fin de reducir otras emisiones contaminantes para la atmosfera terrestre, sin lograr ese objetivo.

Apuntando hacia China

La rivalidad económica, política y estrategia entre Estados Unidos, por un lado, y China y Rusia por el otro, pone al imperialismo europeo en una difícil situación, por los lazos comerciales que tiene con estos dos nuevos actores de la disputa global inter-imperialista.

Decimos una situación difícil para Europa, porque los lazos comerciales con China y Rusia son vitales para su economía; la Ruta de la Seda es un pulmón para el intercambio comercial, por ejemplo. Pero su interrelación con Estados Unidos y el Reino Unido (posterior al Brexit) pero con mayor cercanía entre Washington y Londres y pese a las tensiones de la segunda con Bruselas por el caso de Irlanda del Norte, han estado entrelazadas.

En ese sentido, Biden propone dos acciones: un programa mundial de inversiones denominado Build back better for the world, para disputar la red de comercio controlada por china como la nueva Ruta de la Seda, motorizada One Belt-One Road. Mientras que la otra medida sería extender el radio de acción de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) al área del pacífico; la OTAN, creada en el marco de la guerra fría bajo las rivalidades con la desaparecida URSS, ahora ha sido usada para ampliar la presencia militar tras la invasión gringa a Afganistán en 2001.

Con la primera medida, abreviada BBBW, se pretende movilizar capital del sector privado para impulsar proyectos en cuatro ámbitos: el clima, la seguridad sanitaria, la tecnología digital y la igualdad de género, además de contar con inversiones de instituciones financieras. Se alcanza la suma de 40 billones de dólares y cada país del G7 tendrá una orientación geográfica diferente, hacia los países del Caribe, Asia e Indo Pacifico (La Izquierda Diario 12 de junio)

En otras palabras, las naciones imperialistas tradicionales (UE, EU y Japón) tendrán sus áreas de influencia para desarrollar proyectos de inversión y algunas medidas de igualdad social. Sin embargo, esto chocará con los intereses del imperialismo emergente chino, que por medio de su red busca garantizar un área de influencia en Asia oriental, sus redes comerciales con Eurasia y sus inversiones en África, Medio Oriente y América Latina.

Sobre la extensión del arco de acción de la OTAN, su secretario general Jens Stolberg ha argumentado que esta organización desarrolla un nuevo concepto estratégico para los desafíos que implican China y Rusia. Esto se ha visto con el incremento de la presencia de patrullajes marítimos franceses y alemanes en la zona Indo-Pacífica (Brooking Institute 14 de junio)

Las amenazas para las potencias occidentales están relacionadas a que China está utilizando cada vez más las rutas del Ártico, haciendo ejercicios militares con Rusia y enviando barcos al mar Mediterráneo. También está trabajando en armamento espacial, arsenal nuclear, inteligencia artificial y tecnología cibernética. Sin embargo, occidente evita llegar a una confrontación mayor al argumentar funcionarios occidentales “que no entramos en una nueva guerra fría y China no es nuestro adversario ni nuestro enemigo, pero debemos abordar como alianza los retos que supone China para nuestra seguridad" (La Izquierda Diario 14 de junio).

El cuestionamiento occidental hacia China pasa muchos tópicos, como la defensa de los derechos humanos, en relación a cuestiones como el ataque a las minorías uiguires musulmanas en China, a las libertades democráticas en Hong y sobre el tema de Taiwán, ante los avances de los sectores de la burguesía de esta isla que levantan la independencia de China y el apoyo de esa opción en la población.

La situación mundial entre estas potencias es de escalada militar. Está la confrontación de China con sus vecinos sobre problemas limítrofes, realizando ejercicios militares, lo que a su vez es una estocada para el objetivo de la nueva burguesía china de expansión y el peligro real de una guerra contra Estados Unidos si Taiwán declarara su independencia. Este ha sido uno los motivos para extender la OTAN, como la activación de Quad (India, Australia y Japón), junto con la presencia militar en Corea del Sur en el marco del conflicto en la península coreana y los ejercicios conjuntos con naciones del sudeste asiático y Filipinas.

¿Y con Rusia qué?

Posteriormente se realizó la cumbre entre Biden y Vladimir Putin en Ginebra el 16 de junio, en la cual pareció que llegaron a ciertos acuerdos, aunque solo formalmente, en torno al tema de rebajar la escalada militar en Ucrania después de que Rusia se retirara hace semanas de la frontera común, dejando para después la situación de las regiones de la población étnicamente rusa. Así también la negociación de un nuevo tratado de no proliferación de armas nucleares ante el vencimiento del actual en 2026. La renuncia de Estados Unidos a imponer sanciones contra la principal empresa que construyó el gasoducto Nord Stream 2, proyecto ruso que ya está construido en un 95% y que llevará gas a Europa Occidental, esquivando Ucrania, lo cual es un guiño también a Alemania, principal beneficiada de este proyecto.

Pero quedan otros temas espinosos, como la navegación y explotación de recursos naturales en el Ártico, donde Rusia y China han realizado recientemente ejercicios militares. Así como las constantes tensiones entre Rusia y sus vecinos escandinavos, bálticos y con Polonia por la constante presencia militar rusa. A esto se suma la amenaza constante de mayor presencia militar estadounidense en estos países vía la OTAN, la cual es resentida por Rusia. En ese sentido, las fuerzas militares de Rusia, Bielorrusia y Serbia han realizado recientemente ejercicios militares conjuntos y acuerdos de cooperación para hacer frente la presencia de la OTAN.

Otro tópico que queda en el aire es la situación de los opositores políticos en Rusia, como el reaccionario y pro-occidental Alexei Navalny, preso en este país, por lo cual a la hora de terminar la cumbre, Estados Unidos aplicó nuevas sanciones a Rusia; o la persecución a los opositores al líder autocrático de Bielorrusia Alexander Lukashenko, después del fraude electoral que generó una revuelta popular y obrera, pero que fue cooptada por sectores pro-occidentales.

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