Por Nicolas Lebrun

El pasado 26 de julio, el hasta entonces jefe de la guardia presidencial, el general Abdourahme Tchiani, dio un golpe de estado contra el presidente Mohamed Bazoum.

Bazoum, antiguo ministro del interior del gobierno del partido oficialista Partido Nigeriano para la Democracia y el Socialismo, PNDS, anclado en el gobierno desde el 2011. Este sucedió a su mentor el expresidente Mahamadou Issoufou que gobernó durante 10 años y que fue reelecto en medio de una elección caracterizada por el fraude y otras irregularidades denunciadas por la oposición.

“Al igual que sus vecinos, la junta nigerina puso fin a los acuerdos de cooperación de seguridad con Francia y suspendió a los medios franceses RFI y France 24. El general Tchiani nombró un gobierno interino desafiando las sanciones de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) y la condena internacional del golpe. También buscó alianzas con Malí y Burkina Faso, que se comprometieron a defender Níger contra una intervención militar planificada por la CEDEAO. El 10 de agosto, los líderes de África Occidental activaron una fuerza de reserva para restaurar el orden constitucional en Níger, una medida respaldada por Francia y Estados Unidos. Las decisiones de Tchiani fortalecieron el M62, que atacó la CEDEAO y Francia. (bbc.com)

Esta excolonia francesa obtuvo su independencia en 1960. Sin embargo esta conquista se ha ido transformando poco a poco en lo contrario. Las enormes reservas de petróleo y los yacimientos de uranio y otros minerales como el oro han provocado un fenómeno dispar. Por un lado, las empresas de los países imperialistas saquean a su antojo las riquezas y por otro lado, la población vive en condiciones miserables.

“Hoy, este problema moviliza a la nueva generación frente a lo que considera el saqueo de los recursos naturales del país, mientras que, según el Banco Mundial, el 44,5% de la población vivía en 2014 con 1,90 dólares diarios. (DW 3/08/2020)

Los gobiernos de turno no han hecho otra cosa que firmar contratos ventajosos para las empresas transnacionales, en medio de escándalos de corrupción lo que deja al país privado de los enormes beneficios que estos recursos producen.

“Después de 60 años de soberanía, Níger lucha por beneficiarse de la explotación de sus recursos naturales. El uranio, el oro y el petróleo son explotados en la opacidad, una situación denunciada por los ciudadanos, la mayoría de los cuales viven en la pobreza. Para Nouhou Mahamadou Arzika, un actor de la sociedad civil, Níger estaba atrapado en los acuerdos de defensa firmados el 24 de abril de 1961 con Francia: "Nos obligaron a firmar un acuerdo de defensa en el que algunas riquezas importantes como el uranio, el litio y la mayor parte de nuestra riqueza subterránea estaban reservadas para su uso. Consideraron que nuestro país prácticamente debe dar carta blanca a Francia para que pueda usar y abusar de nuestros recursos". Para Abdoulaye Seydou, de la Red Panafricana para la Paz, la Democracia y el Desarrollo, no podemos hablar de independencia en Níger porque los recursos naturales están controlados por una empresa francesa a favor de la cual el gobierno está cambiando las leyes” (DW 3/08/2020)

Uno de los ejemplos que ilustran esta situación, es el contrato con la empresa multinacional del sector de la energía nuclear Orano, anteriormente llamada Areva hasta el año 2018

"La ley minera tuvo que ser dejada de lado e incluso fuimos a firmar una asociación estratégica que permite a Areva (Orano ahora) continuar explotando los recursos naturales sin cumplir con la ley. Posteriormente, el Estado de Níger se vio obligado a modificar esta ley para satisfacer los deseos de Areva".

En este rompecabezas, los franceses no son los únicos a sacar partida de la situación. Los chinos por su lado explotan el petróleo tan necesario para el modelo de expansión económica y militar en su país y sobre el continente africano.

“60 años de independencia y el Níger sigue dependiendo de las importaciones en varios sectores. El petróleo explotado por China también está experimentando el mismo escenario que el uranio. En las últimas semanas, la compañía de refinación controlada por China ha bloqueado los suministros a la Compañía Nacional de Distribución de Hidrocarburos debido a facturas impagas. (DW 3/08/2020)

Las movilizaciones contra el gobierno de Bazoum

A pesar de la dura represión por parte del gobierno títere de Bazoum, las movilizaciones permitieron la creación de una coordinadora de diferentes organizaciones populares llamada M62. Esta hace referencia a los 62 años desde la declaración de la independencia del país. En sus planteamientos están la salida de las fuerzas de intervención que desde hace años están en el país bajo el pretexto de la lucha contra las organizaciones yihadistas. Sin embargo, estos contingentes militares dentro de los cuales hay tropas francesas, llegadas luego de la operación Barkhane y de tropas yanquis, también asentadas en el país. El objetivo principal es que estos grupos no reproduzcan la misma situación que se dio en Irak y Siria. En esos dos países, Daesh , el estado islámico, controló los yacimientos y la distribución del petróleo, lo que le permitió obtener enormes recursos financieros que luego le permitieron comprar armamento y asegurar el funcionamiento de esta estructura paria.

“El movimiento M62 está formado por 15 organizaciones de la sociedad civil y se lanzó el 3 de agosto de 2022 cuando Níger celebró los 62 años de independencia de Francia. Aunque tiene su sede en Niamey, su página de Facebook (2.000 seguidores) ha publicado imágenes de las protestas del M62 en varias partes de Níger, incluyendo Zinder, Maradi, Agadez, Dosso, lo que sugiere que goza de una popularidad casi nacional. Su lema "Moutouncthi-Blourtchintarey" significa "dignidad" en las lenguas hausa y zarma, respectivamente. El grupo comenzó a agitar contra el aumento de los precios del combustible, la escasez de combustible y el aumento del costo de vida. En su primera protesta en septiembre de 2022, la primera vez que se permite una protesta en Níger desde 2017, el M62 pidió el arresto del ex presidente Mahamadou Issoufou por "alta traición" en relación con un escándalo de construcción de ferrocarriles. BBC.com” (16/08/2023)

La amenaza de intervención militar se concretiza

Los países organizados en el CEDEAO, la Comunidad Económica de los Estado de África Occidental, organismo creado en 1975 bajo la egida de las potencias imperialistas, antiguas metrópolis de estos países. En los hechos jeuga un rol similar al de la OEA. El peso económico de esta organización es enorme y engloba 387 millones de habitantes.

Luego del golpe de estado las amenazas de intervención de esta organización se han incrementado. El 17 y 18 de julio del presente año, los jefes del estado mayor del CEDEAO se reunieron en Ghana para afinar los detalles de la intervención.

“Él (Jérôme Pigné ndlr) cree que la "mayoría" de los países de la CEDEAO están "decididos" a "restaurar el orden constitucional". La planificación de la operación militar continúa, dijo, aunque la opción diplomática sigue siendo la preferida. Jérôme Pigné dice que la CEDEAO podría movilizar varios miles de hombres, ya que Côte d'Ivoire ya ha anunciado que puede proporcionar un batallón de 800 a 1.100 soldados. El bloque de África Occidental tiene al menos siete operaciones militares en su haber, bajo el régimen de la fuerza de reserva, señala Jérôme Pigné.” (France 24)

Las potencias imperialistas que luego de sus intervenciones imperialistas han causado enormes pérdidas de vidas humanas y otras vejaciones como las violaciones que han quedado en la impunidad total, piensan enviar a las tropas de estos países como punta de lanza para restaurar la pax imperialista.

“Grupos internacionales de derechos humanos han acusado a los ejércitos de Níger, Malí y Burkina Faso de llevar a cabo decenas de ejecuciones extrajudiciales durante campañas contra yihadistas y otros grupos armados en la región del Sahel. La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Níger estaba investigando las denuncias de que 102 civiles habían desaparecido en la zona entre el 27 de marzo y el 2 de abril tras una operación del ejército. "De hecho, hubo ejecuciones de civiles desarmados y la misión descubrió al menos 71 cuerpos en seis fosas comunes", dijo Abdoulaye Seydou, presidente de la Red Panafricana para la Paz, la Democracia y el Desarrollo, que participó en la investigación.” (bbc.com 9/2020)

Si bien muchas de esas atrocidades quedan en el silencio, el hacho es que han provocado una fuerte alza en la migración.

“Aun después de la elección de Bazoum como primer presidente escogido en las urnas, en 2021, los yihadistas, que se arraigaron en la vecina Malí en 2012, han ganado más terreno, con una espiral de violencia que deja miles de personas muertas y más de 6 millones de desplazados en todo el Sahel.” (france24.com  28/07/23)

Los socialistas revolucionarios condenamos desde ya cualquier intento de intervención en Niger así como en los otros países del Sahel que han decidido de romper los acuerdos con los antiguos amos.

Sin embargo, esto no quiere decir que damos un cheque en blanco a los golpistas. Bien al contrario desconfiamos profundamente de su capacidad de hacer frente a las aspiraciones del pueblo nigeriano para obtener una segunda independencia que les garantice el acceso a sus necesidades fundamentales así como el control de las enormes riquezas del país.

Esto pasa por la organización independiente de los trabajadores y de las masas. Estas deben fortalecerse y así lograr construir el partido obrero que garantice el triunfo contra la ocupación imperialista.


Por Nicolas Lebrun

En el continente africano se está jugando un gran episodio de la saga del enfrentamiento de las potencias imperialistas. Las implicaciones y consecuencias de los mismos se dan en la medida en que los actores movilizan sus cartas apoyándose en las condiciones que les permite la lucha de clases para hacer avanzar sus planes.

Dentro de este marco, la reciente ola de golpes de estado que se han dado en el oeste del continente, pone de manifiesto varios elementos contradictorios del discurso de las potencias imperialistas como el caso de Francia.

Este país fuertemente involucrado en el teatro de operaciones militar, debido a la intervención que lleva a cabo desde hace casi una década en el Sahel, para combatir según su retórica a los grupos islamistas presentes en la región.

Varias intervenciones, mismo resultado

Desde el 2013, los franceses están en el suelo maliense bajo el marco de la operación Serval lanzada por el gobierno de François Hollande. Esta intervención en Malí tuvo que ampliarse dentro de las necesidades militares del momento para los intereses imperiales franceses.

“Esta nueva operación "se está realizando en colaboración con los cinco países de la zona" (Mauritania, Malí, Burkina Faso, Níger y Chad) y movilizará "unos 3.000 soldados en total" además de "drones, helicópteros y aviones de combate precisó Jean-Yves Le Drian,(ministro de la defensa de Hollande y actual ministro de asuntos exteriores, ndlr) destacando que se trataba de una “presencia sostenible”.  “El objetivo es evitar que lo que llamo la autopista de todo el tráfico se convierta en un punto de paso permanente, para la reconstitución de grupos yihadistas entre Libia y el Océano Atlántico, lo que acarrearía graves consecuencias para nuestra seguridad. ¡Nuestra seguridad está en juego! ", el insistió. (La Croix.com)

Esta exhortación del ministro francés no ha podido superar los crecientes fracasos que ha sufrido las tropas en el inmenso terreno que pretenden controlar pese al aumento de efectivos que a finales del año pasado representaban 5100. La junta militar en el poder desde agosto pasado, le daba al embajador francés en Mali 72 horas para abandonar el país, lo que sellaba un fracaso todavía más estrepitoso para el presidente francés, que con este fracaso a cuestas pretende hacer inclinar la balanza en las negociones imperialistas sobre el conflicto en Ucrania para empezar y para terminar en la constitución de una fuerza armada europea que salga de los lineamientos establecidos por Washington, la mayor fuerza militar de la OTAN.

Las intervenciones de los franceses y de sus aliados europeos que también han sido expulsados de Mali, como lo fue el contingente danés, ha sido también parte del resultado de las fuerzas de la ONU bajo el nombre de MINUSMA.

Este escenario es bastante complejo no solo por la extensión territorial en la cual se desarrolla la misión intervencionista francesa y de sus aliados europeos sino por los grupos enfrentados, las rivalidades entre minorías étnicas en los estados nacionales diseñados por las antiguas potencias coloniales. Estas últimas han repetido en casi todas las colonias el esquema de propulsar a ciertas minorías étnicas para mantener el control de los países a la fuerza.

Las aspiraciones de las minorías han sido pisoteadas y reprimidas por la fuerza de las armas.

“Dos entidades principales están activas en la región: primero, el Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (GSIM), fundado en 2017 por Iyad Ag Ghali, un tuareg de Malí en rebelión desde la década de 1990 y ahora al frente de esta coalición radicalizada; luego el Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS), una constelación de movimientos yihadistas de lealtad salafista que tiene sus raíces en Nigeria. Estos dos grupos han colaborado antes, pero han estado luchando entre sí durante aproximadamente un año.  Hay que añadir otros grupos y estados más o menos fuertes con ejércitos de lealtades cambiantes (y en ocasiones declarados culpables de abusos). Malí acaba de sufrir dos golpes de Estado en nueve meses. También debemos confiar en las operaciones de paz de la ONU, 6 de las 12 operaciones de mantenimiento de la paz están desplegadas en África en este momento. Más de 200 soldados de la ONU han muerto en Malí desde el inicio de la misión de la ONU (MINUSMA). Y luego está la presencia militar europea -especialmente francesa, de hecho- que realiza operaciones tradicionales allí, proporciona equipos a sus aliados, bombas aquí y allá.  Nos encontramos entonces con guerras civiles por un lado e intervenciones internacionales por el otro, en un contexto de feroces luchas intercomunitarias. Todo en regiones dejadas a merced de milicias, bandidos y incursiones vengativas.  “Si me puedo permitir la expresión, está claro que es un burdel, dice el profesor titular. Todo está revuelto y el problema actual no es por dónde empezar, sino con quién hablar para negociar acuerdos. Francia se niega a dialogar con grupos que identifica como terroristas.” (ledevoir.com)

A esta situación se le agrega ahora la presencia de los mercenarios de la agencia Wagner, que cuentan con el beneplácito de los militares de la junta maliense y que se encuentran en el meollo de las disputas con la antigua autoridad colonial francesa.

La junta empezó por cuestionar la validez del acuerdo militar firmado en el 2013, al principio de la intervención francesa, que le daba a estos últimos la plena potestad sobre la utilización del suelo y del espacio aéreo del país.

La junta ha hecho su caballo de batalla la recuperación de la soberanía lo cual ha sido apoyado por sectores de la población que han salido a manifestar contra la presencia de los franceses y de la ocupación militar.

La respuesta de los gobiernos cipayos del área agrupados en la CEDEAO, la comunidad económica de estados de África del Oeste, ha sido de sancionar al gobierno maliense.

Esta institución al servicio de la vieja metrópoli, ha sido también la responsable de la intervención en Costa de Marfil, cuando para hacer, según su óptica, respetar los resultados electorales, intervino militarmente para deponer al presidente Laurent Gbagbo, el cual fue capturado como lo hicieron los yanquis con Noriega y trasladado a los calabozos imperiales.

Un doble discurso imperialista

La Unión Africana se ha reunido en una cumbre para analizar la situación en esta parte del continente

“Todos los líderes presentes en la cumbre de la Unión Africana del fin de semana en la capital etíope, Addis Abeba, "condenaron inequívocamente... la ola de cambios de gobierno inconstitucionales", dijo el presidente del Consejo de Paz y Seguridad de la UA, Bankole Adeoye, y agregó que militares los gobiernos no serían tolerados.      Una historia de golpes militares en Burkina Faso  Tras las tomas militares, Burkina Faso, Guinea, Malí y Sudán fueron suspendidos de la UA. El Sr. Adeoye dijo que esta es la primera vez que se toma una medida de este tipo contra tantos países en un período de 12 meses.  Sin embargo, algunos acusan a la UA de utilizar un doble rasero al no suspender al vecino de Sudán, Chad, después de que el ejército interviniera cuando el presidente Idriss Déby murió en una batalla con los rebeldes en abril pasado.  Su hijo, Mahamat, fue designado nuevo líder del país por un consejo militar.” (bbc.com)

En este último caso, la central sindical se manifestaba en contra del golpe militar disfrazado.

“La Unión de Sindicatos de Chad se suma a las críticas de la oposición. En un comunicado, la oficina ejecutiva de la UST "rechaza que la transición sea asegurada por los militares" y condena la "confiscación del poder por las armas". Al igual que los partidos de oposición, la UST llama a una transición civil y la apertura de un diálogo inclusivo.” (rfi.fr)

Por otro lado, la reacción del gobierno francés ha sido totalmente diferente en el caso chadiano.

 El ex presidente Idris Deby, estaba en el poder desde hacia treinta años, siendo una figura clave en la lucha contra los grupos insurgentes.  Este dictador fue ensalzado por el presidente Macron y acto seguido el ministro Le Drian, justificaba la toma del poder por parte del hijo del ex presidente, lo cual es contrario a la constitución del país, como un acto para “garantizar la estabilidad del país” (afriquelalibre.be)

Fuera tropas imperialistas del Sahel

Está claro que la intervención de las diferentes fuerzas imperialistas persiguen los mismos objetivos que en los otros países donde se producen, garantizar la expoliación de los recursos naturales y asegurar los intereses de las burguesías imperialistas así como de las de las nativas.

“Hasta el momento, la región del Sahel se ha venido caracterizando por un fuerte déficit en recursos energéticos no por su ausencia sino por su no explotación o mala explotación. Así, por ejemplo, Níger –con quien Mali comparte una frontera de 840 kilómetros– tiene uno de los mayores depósitos de uranio del mundo y ocupa el quinto puesto como productor mundial de este mineral para la generación de energía nuclear. En este país se encuentra el gigante minero de Arlit, propiedad de la empresa francesa Areva, cuya explotación apenas tiene impacto en el desarrollo económico y social de las poblaciones. Otro de los países sahelianos con importantes recursos, pero aún no explotados es Mali, en su zona norte (Taoudeni) –frontera noroeste con Mauritania– se han hallado hidrocarburos (petróleo) y bolsas de uranio. Otros recursos, fosfatos, carbón, magnesio o diamantes también han sido descubiertos en el Adrar de Ifoghas, Gao, Bourem, Menaka, Tassiga, Bassin (o cuenca) de Ullimiden (Mali). Y en la frontera noreste de Mali con Argelia, el hallazgo de una tecnología (que recibe el nombre entre los lugareños del norte de Mali de «tierra rara») también se sitúa en el centro de interés, de hecho, Francia que acordonó la zona desde su intervención en 2012, según fuentes estatales, han extraído grandes cantidades de esta tecnología. Estas zonas con ricos subsuelos están envueltas en luchas de poder entre élites milito-tribales y el poder central, incrementado con la intervención francesa que ha acelerado la inestabilidad en la región”  (Los Recurso naturales en el centro de la geopolítica en el Sahel, David Nuevas, Beatriz Mesa)

Es indispensable para garantizar que los pueblos del Sahel puedan decidir y ser amos de su destino que la intervención  sea derrotada y que las tropas extranjeras sean expulsadas. Por otra parte, esto podría  abrir la vía  para que los gobiernos burgueses locales, sometidos a las potencias imperialistas, sean erradicados. De lo contrario, la guerra, la pobreza y el pillaje imperialista continuarán siendo la realidad.


Por Leonardo Ixim

Egipto es la mayor economía del mundo árabe, pero es un país agobiado por la miseria y la desigualdad. De igual manera, pese ser un país musulmán, tiene una gran tradición laica. Por esa razón buena parte de la población cuestiona la imposición de un estado teocrático que, aunque con ropaje moderado como pretendían el ex presidente Mohamed Morsi, la Hermandad Musulmana y su expresión electoral el Partido Justicia y Libertad, implicaba agudizar leyes que coartan las libertades de las mujeres, minorías religiosas como la rama ortodoxa-copta del cristianismo o la rama islámica chii, no practicantes o ateos o un rígido código moral de comportamiento.

Leer más…EGIPTO.- Rebelión contra Mursi y nuevo golpe de Estado

 

Por Nicolas Le Brun

El  11 de enero, las tropas francesas empezaron una incursión armada contra las fuerzas de los grupos terroristas islámicos acantonados en el norte de Mali, una antigua colonia francesa, que según el gobierno francés, ayudaría a restablecer la soberanía de dicha nación. La operación bautizada “serval”, empezó con incursiones aéreas para luego poner un contingente de setecientos cincuenta hombres en un inicio y que ahora rondan los dos mil.

Leer más…MALI.- François Hollande se convierte en el gendarme de la “francafrique”

Por Fabio Marucci

http://fabiomarucci.blogspot.com/

El 20 de octubre murió en Sirte Muamar al Khadafi. Las imágenes, dramáticas, de su detención recorrieron el mundo. Muchos se preguntan porque lo mataron, quien disparó, si fue la ocurrencia de un rebelde en una milicia sin línea o si fue la OTAN desde sus consolas de monitoreo o un avión que le cortó la retirada. Sin restarle importancia al hecho en sí, lo importante es saber por qué Khadafi y su régimen llegaron a su fin.

Si nos retrotraemos a Noviembre del 2010 nada hubiera hecho decir que Khadafi encontraría la muerte 11 meses después de esta manera pero el mundo en su laberinto hace que este tipo de acontecimientos sean una normalidad hace tiempo.

Un análisis unilateral de un sector de la izquierda

La rebelión surgida en Libia el 17 de febrero tuvo diferentes análisis en la izquierda mundial. Sectores importantes de ella sostienen que todo esto es obra del imperialismo. Que los procesos revolucionarios en Libia y en menor medida en Túnez y Egipto son resultados de una conspiración hecha en un laboratorio de la CIA. Si llevamos este razonamiento hasta el final uno de los miembros más destacados de la agencia central de inteligencia yanqui fue el joven Mohamed Bouazizi, de 26 años quien se inmolo prendiéndose fuego en una plaza en Túnez porque no le permitían vender frutas y verduras. Ese hecho, fue el detonante de una movilización revolucionaria que creció de manera exponencial sobre razones menos conspirativas: la tremenda crisis de los precios de los alimentos y la bestial desocupación juvenil de todo el mediterráneo incluida los países europeos. Esto también afectaba a Libia.

Además tenemos que sumar que en esos países existían desde hace 4 décadas regímenes políticos dictatoriales, algunos agentes directos del imperialismo, como en Egipto y Túnez y otros que mantuvieron una independencia política del imperialismo pero que en la última década favorecieron los negocios de empresas imperialistas como en el caso de Libia donde eran garantizadas las ganancias de la British Petroleum, la ENI italiana, etc. El régimen interno de aplastamiento de cualquier oposición de parte del régimen de Khadafi creó las condiciones para la rebelión.

Hacer acuerdos con el diablo

Podemos citar muchos ejemplos de empresas multinacionales que hicieron su ingreso en Libia para hacer pingues ganancias. En primer lugar la British Petroleum (BP) que de la mano de Tony Blair, en el 2004 cuando era primer ministro, recaló en Trípoli junto a una alto dirigente de la misma, ex agente de los servicios secretos británicos (MI6). Era tan estrecha la relación industrial y financiera que, hasta el 2009, uno de los consejeros del LIA (autoridad líbica para la inversión) fue Lord Jacob Rothschild. El mismo Tony Blair luego de ser primer ministro seguía yendo a Libia como representante de la JP Morgan yanqui. Esta última se jactaba de tener muchos contactos en la LIA y de tener buena parte de las reservas del Banco Central de Libia.

Otras multinacionales que invirtieron en Libia fueron Phillips, Marathon Oil, Occidental Petroleum, Amerada Hess e Boyal Dutch Shell. También la Petro-Canada, la italiana ENI, la española Repsol e la norteamericana Occidental.

 

Otro aspecto de la relación de Khadafi con el imperialismo, más repugnante, fue la relación entre los servicios secretos de Libia con la CIA y el MI6. Cuando los rebeldes ocuparon el cuartel general de la Agencia Libia de Seguridad Exterior en agosto pasado saltaron a la luz documentos donde están registrados diversos servicios recíprocos de espionaje, al punto de saberse que la CIA envió en ocho oportunidades a sospechosos de terrorismo para ser interrogados por agentes libios y que la agencia yanqui y británica pasaban información reservada a Kadafi sobre opositores libios en el exterior.

(Ver http://www.nytimes.com/2011/09/03/world/africa/03libya.html?_r=2&ref=global-home o http://www.independent.co.uk/news/world/africa/moussa-koussas-secret-letters-betray-britains-libyan-connection-2348394.html )

Otro favor del régimen libio fue el rol de policía que cumplía en el mar mediterráneo para parar el flujo migratorio hacia las costas europeas sobre todo italianas.

La crisis golpea a Libia

Khadafi, por su relación con la banca internacional, hizo inversiones millonarias en los bancos occidentales, sobre todo los yanquis. Estas inversiones prácticamente desaparecen con la crisis del 2008 y se abren causas judiciales al respecto. En enero del 2009 Khadafi amenaza a las petroleras con hacerles pagar más parte de la renta que estaban obteniendo, incluso amenazando con hacer que el petróleo de Libia solo sea administrado por una empresa nacional líbica o por el estado. Es una movida empujada por la crisis brutal del sistema capitalista mundial y no porque haya recuperado una conciencia antiimperialista. Recordemos que el 25% de la energía de Italia tiene fuente en Libia y muchos otros países europeos dependen también del gas de Libia para no quedar solo en manos del gas ruso. Otra amenaza era que Khadafi transferiría sus inversiones a la Banca China. Eso seguro puso al imperialismo en guardia.

Esta tensión de los últimos dos años entre Khadafi y el imperialismo es un hecho a tener en cuenta, del todo que forma parte de los acontecimientos pero no es lo determinante ya que podía haber continuado un status quo por mucho tiempo si el régimen hubiese tenido un gran consenso entre la población y la revolución democrática que atraviesa el mundo árabe no hubiera irrumpido en escena. Este es el gran problema de las revoluciones como la de Libia que más allá de la gran conquista que fue haber derrocado a la monarquía en 1969 y de haber hecho grandes concesiones al movimiento de masas que entonces avanzó en su nivel de vida, reconstruyó el estado burgués haciendo que una casta, militar en este caso, se adueñe de éste y la maneje a su antojo sin la participación activa de la clase trabajadora, campesina, manejando todo en acuerdos con las tribus más importantes que no les importa quien este en el poder sino seguir manejando con autonomía su zona de influencia. El clan Khadafi con los recursos multimillonarios que daba el petróleo libio, manejó a su antojo un país reprimiendo todo atisbo de disenso, aplastando a los opositores a base del asesinato, la cárcel y la tortura. Nadie se puede atrever a llamar socialista a un país y régimen como ese.

Khadafi pudo haber utilizado el proceso de revolución democrática en Egipto y Túnez a su favor llamando a apoyar esas movilizaciones pero no lo hizo porque para eso tenía que romper con su propio régimen, permitir la participación de la población en partidos políticos y abrir las cárceles, es decir soltarle pies y manos al pueblo para que se movilice llamando a recuperar el petróleo para Libia y teniendo una política antiimperialista basada en esa movilización que llamara a la unidad de los pueblos árabes, una de las grandes tareas para destruir una división impuesta por el imperialismo en los últimos 100 años y que estuvo en los años 70 en el programa de Khadafi. Pero nunca tuvo esa intención y la revolución ni siquiera le dio tiempo para pensarlo. Apenas comenzaron las primeras movilizaciones en Bengasi Khadafi apostó a que la represión sofocara la rebelión. Como quien no entiende el proceso que había en curso, apagó el fuego con nafta. Las masas se armaron ocupando los arsenales. Parte del ejército regular se quebró y algunos pasaron a las filas rebeldes. Era el comienzo del fin.

El imperio contraataca.

En febrero del 2011 el imperialismo estaba viviendo una pesadilla que aún continúa. Dos tremendas revoluciones democráticas le tiraron dos agentes directos: Ben Ali en Tunez y Mubarak en Egipto. La revolución egipcia tiene y va a tener repercusiones monumentales en los próximos años. Toda la estantería se le viene encima, el estado de Israel tiembla, Mubarak era un garante para el estado sionista. Hace poco, casi en contemporáneo con la muerte de Khadafi Hamas logra una inmensa victoria política con la liberación de casi 1000 prisioneros palestinos de las cárceles sionistas. Y después de Túnez en enero, la revolución se extendió a niveles continentales. Las masas ahora están detrás del dictador de Yemen, detrás del rey de Jordania, entrando en una casi guerra civil contra Assad en Siria. En Barhein hubo tremendas movilizaciones en las narices de la V flota norteamericana. En todo el mundo árabe hubo movilizaciones pidiendo democracia. Hoy podemos ver las filas de las mujeres votando en Túnez. En medio de la crisis mundial capitalista esto no podía ser peor. Europa sufre las convulsiones de un sistema en terapia intensiva y en los propios EEUU pasaron las rebeliones del estado de Wisconsin primero y ahora la de los indignados que el 15 de octubre coordinaron marchas en más de 80 países y 300 ciudades en el mundo.

Nadie en su sano juicio puede imaginarse que en aquella situación el imperialismo se quede impávido y no actúe. El imperialismo actúa e interviene. Hizo todo lo posible para salvar a Ben Ali, principalmente a través de Francia. El departamento de estado norteamericano hablaba diariamente con Mubarak y el ejército para salvarle la piel a su alfil de medio oriente. En los dos casos las revoluciones democráticas triunfaron a pesar de eso y ahora siguen su recorrido donde todavía se libraran batallas muy duras para que esa movilización no se detenga en su estación democrática sino que avance hacia una salida obrera y popular.

Cuando estalló la revolución en Bengasi, el imperialismo ni lerdo ni perezoso apostó en primer lugar a debilitar el frente revolucionario dejando actuar hasta cierto límite al ejército de Khadafi que retomó varias ciudades llegando a las afueras de Bengasi. Entre el 17 de febrero y el 19 de marzo paso un mes entero. Se podía dejar que las fuerzas rebeldes aguantaran lo que pudieran el asedio pero imperialismo hizo un cálculo. Si no intervenía en ese momento podía perder todo crédito político entre la oposición líbica y aun peor, que ésta pidiera ayuda militar a los pueblos árabes pidiendo la solidaridad para derrotar a Khadafi y, por esa vía, obtener un triunfo con el imperialismo fuera de todo. Por su puesto, la dirección rebelde, otra parte del todo que estamos analizando, no era una dirección que tuviera un programa revolucionario para la región, es un frente único con un solo punto: hacer caer al régimen. Miles de jóvenes sin preparación alguna tomaron las armas, fueron al frente y muchos han perdido la vida. Son revolucionarios sin duda pero no tenían una dirección a la altura de las complejidades que las circunstancias requerían.

Por supuesto, el imperialismo aprovechó. La primera arma que utilizó fueron los medios masivos de comunicación para llevar la represión y los crímenes de Khadafi, que sí existieron, a un paroxismo increíble. Esto le sirvió para remover aún más el rio revuelto que se estaba gestando tratando de sacar el mayor provecho posible. Se puede acusar al imperialismo de cualquier cosa menos de que sean estúpidos. Con la excusa de que Khadafi podía bombardear civiles comenzó su intervención militar para reducir a cero la capacidad aérea y de artillería pesada del régimen. Obviamente proteger la población civil era lo de menos.

Más allá de las maquinaciones de la prensa imperialista, el régimen de Khadafi era de los más nefastos. Tanto es así que la Cruz Roja Internacional llamó al Equipo Argentino de Antropología Forense para trabajar en Libia desde principios de Octubre para identificar a los desaparecidos del régimen.

http://www.perfil.com/ediciones/2011/10/edicion_615/contenidos/noticia_0030.html

Muchos creen con razón que el imperialismo quería evitar fundamentalmente perder sus ganancias y los recursos petroleros que venía extrayendo de Libia. Esa es una parte de la verdad. Pero hay otra más importante y es fundamentalmente política. Lo que más quiere el imperialismo es no perder su influencia política en la región y para eso Libia y la relación política con lo que surja del CNT (Consejo Nacional de Transición) es muy importante. Todo este proceso de revolución democrática en el mundo árabe fue un verdadero “contrapié” que los dejó mal parados y por cualquier resquicio necesita ganar posiciones.

El todo es más importante que las partes

Volvamos al principio. Todo análisis de la realidad, de un proceso, de un país, de una economía, tiene que tener en cuenta esta máxima de Hegel: La totalidad debe tener como resultado un todo o una totalidad de relaciones y no una simple unidad. Muchos sectores de la izquierda ven solo la acción del imperialismo para defender los proyectos que distintos gobiernos compartían con Khadafi. No hay en ninguno de esos análisis un interés para ver cómo hacen los pueblos para avanzar en su movilización independiente. No les interesa lo único que es fatal para que las direcciones burguesas, pequeñas burguesas o burocráticas pierdan el control del movimiento de masas y con eso surjan nuevas direcciones que hagan la experiencia y giren en un proceso a la izquierda para derrocar al capitalismo: la movilización permanente. Es al calor de esa movilización cómo pueden surgir nuevas direcciones socialistas y revolucionarias. Lo que puede permitir la participación de los socialistas revolucionarios en esos procesos. Hubo muchos análisis unilaterales sobre el proceso libio y la guerra civil. Los formales no son capaces de soportar las contradicciones que encierran un proceso semejante.

Pero aun así no seriamos marxistas si no vemos estos procesos en contexto, en dinámica, y no viésemos cual es el factor primordial, fundamental del fenómeno. Como decía Trotsky en La Historia de la Revolución Rusa, “Sin una organización dirigente, la energía de las masas se disiparía, como se disipa el vapor no contenido en una caldera. Pero sea como fuere, lo que impulsa el movimiento no es la caldera ni el pistón, sino el vapor”. Ese vapor, esa fuerza incontenible que está haciendo mover todo el proceso en el mundo árabe y en Europa también, es la movilización revolucionaria de las masas que se resisten a seguir viviendo en la miseria , que están promoviendo nuevas revoluciones democráticas en el mundo árabe, pero también el surgimiento de los indignados en Europa y los EEUU.

Por todo esto lo importante no es quien disparó el gatillo que mató a Khadafi. A Khadafi lo mató una revolución democrática que se lo llevó por delante a él y a su régimen.

Las perspectivas

Sigamos citando a Trotsky. “Las masas no van a la revolución con un plan preconcebido de la sociedad nueva, sino con un sentimiento claro de la imposibilidad de seguir soportando la sociedad vieja” ídem anterior. Esta es una afirmación general para todas las revoluciones, no solo para la Líbica. Ahora el pueblo libio podrá preconcebir otra sociedad pero tendrá que combatir la política imperialista, echando a la OTAN, y a quien quiera aplicarla internamente. Como sus hermanos árabes deberá retomar las banderas antiimperialistas y luchar por la unidad de los pueblos árabes contra la división impuesta un siglo atrás. Las libertades democráticas que se consigan impondrán nuevos regímenes que permitirán más movilización de los trabajadores y los pueblos para reclamar por sus derechos, lo mismo para las mujeres que tuvieron un gran protagonismo. Todo esto es porque la relación de fuerzas, al contrario de lo que pretendía el imperialismo, se volcó a favor del movimiento de masas. Por eso hay que apoyar todos los reclamos por democracia que exige el pueblo libio, sin depositar ninguna confianza en la dirección de la CNT. Solo así se podrá hacer la experiencia donde se confronten distintas políticas y puedan surgir del proceso concreto una nueva dirección democrática, clasista y revolucionaria. Entonces habrá mejores condiciones para luchar por la única salida a este laberinto: la salida Socialista.

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