Economía

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Por Carlos Lucas Arauz

http://carloslucasblog.wordpress.com/

En Ciudad Juárez, fronteriza con Estados Unidos, a agosto del 2010, se reportan 2,027 personas muertas violentamente y que por alguna causa, afecta mayormente a mujeres, en la llamada guerra de carteles (Juárez vs Sinaloa). Ellos disputan canales de distribución y mercado de drogas, armas y personas. De diciembre a la fecha, México acumula 28,000 muertes por causa del crimen organizado, de acuerdo al Gobierno federal. Masivas ejecuciones en una expresión extrema, de barbarie, demuestran la gravedad de este fenómeno y que ha estado afectando incluso a la región centroamericana, especialmente a Guatemala, fronteriza con Mexico.

México a su vez, tiene la des-dicha de compartir patio con un vecino odiosamente compulsivo para todo tipo de consumo, pero en especial, ávido de drogas, armas y comercio sexual: Estados Unidos.

Es un mercado con cinco productos principales de demanda en drogas: Heroína, metanfetamina, marihuana, MDMA (3,4-metilenedioximetanfetamina, mejor conocida como éxtasis), CPD (drogas de prescripción médica) y cocaína. Esta última, muestra desde hace algunos años, síntomas de decadencia en el mercado de EEUU, como consecuencia de su desviación desde Colombia hacia Europa, o del aumento del consumo local, por ejemplo en Brasil y resto de países suramericanos. Oficinas federales de EEUU, reportan en cambio que la heroína ha ido aumentando en calidad de pureza y en precios más bajos, favoreciendo la expansión del consumo y su proliferación, orientado ahora hacia sectores rurales y suburbanos, lo que ha facilitado el movimiento de los abastecedores mexicanos, que han ido desplazando a proveedores colombianos o dominicanos.

La demanda se genera en Estados Unidos

El consumo promedio de drogas y sustancias ilícitas per cápita en EEUU se ha ido incrementando vertiginosamente. El Departamento de Justicia de ese país estima que en 2008, cerca de un 14.2 por ciento de individuos mayores de 12 años de edad, usaron drogas ese año. Eso implica unos 25.8 millones de personas consumiendo mariguana, unos 5.2 millones consumiendo cocaína y varios otros millones consumiendo el resto de drogas y medicamentos controlados (estimulantes, analgésicos, inhalantes, alucinógenos,etc.). Esto representa unas 1,626 toneladas métricas anuales.

Este es el portentoso mercado por el lado de la demanda, la fuerza que genera las actividades de producción, procesamiento, empaque, distribución y venta en el lado de los países productores o que forman parte de la cadena de distribución en las regiones geográficas relacionadas con Estados Unidos. Michael T.Walther, Director del Centro Nacional de Información sobre Drogas (National Drug Intelligence Center-NDIC), del Departamento de Justicia de EEUU, declaró sobre este mercado: “Se estima que solo el costo económico es de casi 215,000 millones de dólares anuales”. Nada despreciable.

El capital verdaderamente supranacional

Los canales de producción, procesamiento, empaque, mercadeo y ventas de las drogas, vinculan a una enorme red de organizaciones, personas, países, instituciones, cuya principal característica no es la transnacionalidad de sus movimientos (en el fondo, financieros), sino la supranacionalidad.  Ya no se trata, por ello, de una simple exportación de capital de un país a otro, de la simple  integración de estos procesos atendiendo las particularidades de los países, las leyes y las fronteras nacionales, sino de asegurar la reproducción ampliada de estos capitales trascendiendo, superando, las particularidades nacionales de cada parte de los procesos.

Un nuevo tipo de Capital

Se trata entonces del funcionamiento de un tipo de capital especial, que ha logrado su mundialización de manera más efectiva que otras manifestaciones del Capital. Este es el narcocapital, el capital financiero que se reproduce y amplia en un nicho de mercado, basándose en la transgresión de leyes, reglamentos y normas jurídicas y en una estrategia de lucha armada y violenta de resguardo de esos intereses. Esta red de redes cuenta con sus propias fuerzas armadas, represivas y preventivas, intimidantes.

El flujo comercial de drogas en toda su cadena, va generando negocios colaterales que apuntalan esa reproducción de capital: las armas, necesarias para todo negocio ilegal, ilícito y perseguible de oficio en los diversos países, igual que los vehículos y otros bienes, son medios o herramientas al servicio de todo el proceso, pero al mismo tiempo se transforman en medios transables, en mercancías. Y atienden a un mercado también ilegal e ilícito, estableciendo conexiones y alianzas estratégicas con otras formas supranacionales, trasnacionales, internacionales, nacionales y locales del crimen y las trasgresiones.

Asimismo, por su relación con los movimientos transfronterizos, se ha generado un vínculo organizacional y comercial, con el tráfico de personas y con la trata de personas y niños, la mayor parte destinado al comercio sexual o a los trabajos forzados, nuevas formas de esclavitud. Asi, la cadena reproductiva y de ampliación de este segmento del capitalismo incluye drogas, armas, comercio sexual, contrabando. Peyorativamente, nos referimos a esta red de redes como “crimen organizado”, pero es justamente una rama del capitalismo que produce un fenómeno curioso: los excedentes, las ganancias que se va cristalizando son un hijo bastardo que nadie quiere reconocer. Nace permanentemente “de la nada” ese plusvalor, pero ¿hacia dónde dirigirse, cómo sobrevivir, como justificar que aparezca de pronto por allí, como brotado de la nada? La rama de blanqueo de capitales, de lavado de dinero, de re inyección a las esferas de reproducción legales y licitas es la aspiración de este capital, que quiere redimirse mientras sigue creciendo.

La complicidad entre parientes

Definitivamente que una parte sustancial de este capital logra su cometido de  reinyectarse a las esferas legales de la reproducción y la acumulación y para ello va tejiendo redes de corrupción en las estructuras de gobierno y en segmentos de la empresa privada, especialmente bancos y financieras, pero también empresas de bienes raíces o hasta de aparente beneficencia social.

De hecho, todo el proceso reproductivo del narcocapital (ligado al comercio ilícito de armas, contrabando, trata de personas, comercio sexual) no se sostendría sin este retorno feliz de una parte sustantiva de los excedentes generados, del plusvalor en forma de capital en efectivo, a las esferas legales y lícitas del Capital. No hay nada mejor para un demonio como éste, que lograr reencarnar mas adelante, como un aplicado e inocente angelito. De eso se encarga toda una red de diputados, alcaldes, magistrados de las cortes de justicia, abogados, gestores, cambistas, grupos de inversión, banqueros, agentes, que se aseguran una reencarnación sin tropiezos.

La primera gran formulación anunciando al mundo la llegada de un nuevo sistema de organización social de la producción y las riquezas, el capitalismo, se la debemos a Adam Smith, que en su obra Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (1776), postuló que en este sistema era posible lograr una ganancia personal que al mismo tiempo significaba una mejora de la sociedad. Smith afirmó que el interés personal, la propiedad y la competencia en el mercado llevaría a los productores de alcanzar sus objetivos individuales, a un estado de bienestar social, como guiados “gracias a una mano invisible”.

Unas décadas adelante, un joven de 29 años, afirmaba: “El capital viene al mundo chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza” (Carlos Marx. El manifiesto Comunista.1848). Actualmente, muchos dicen que ese inicio sangriento y despótico del capitalismo ya pasó, que ahora no sucede eso, ya contamos con cosas como la Responsabilidad Social Empresarial, las elecciones, la alternabilidad en el poder y con opciones como que un capitalista usaamericano, coreano, mexicano o japonés, sediento de mas ganancias, puede instalar su  negocio en zona franca de otro país, pagar menos salarios y prestaciones que en el propio y vender sus productos como producidos en su país original, gracias a los tratados de Libre Comercio. Además, como muy bien explicó recientemente el Presidente Ortega de Nicaragua en la inauguración de una de estas modernas fábricas de maquila en Nindirí, Masaya, hasta le regalan bicicletas a sus trabajadores. ¿Qué más se puede desear? ….Entonces ya el capitalismo no “chorrea sangre y lodo por todos sus poros”. ¿O sí?

Nada más literal para la expresión de Marx, en referencia a esa rama del capital dedicada a la reproducción a base de drogas, contrabando, trata de personas, comercio sexual: El narco capital viene y permanece en el mundo “chorreando sangre y lodos por todos sus poros, desde los pies a la cabeza”, demostrando que no hay nada más terrible que ese ente supranacional del Capital, generado fundamentalmente por el surgimiento y crecimiento de esa demanda en el seno de los propios Estados Unidos de América (sin olvidar Europa y otros centros de demanda) y que amenaza con arrastrarnos a todos, si no sabemos actuar en todos los eslabones de este circuito de reproducción.