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HONDURAS.- Crisis en la UNAH: ¿Junta Interventora del Congreso Nacional  o Asamblea Constituyente Estudiantil?

No hay duda de que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), está en crisis, pero no por culpa de los estudiantes y docentes, sino por la obcecación de Julieta Castellanos y el grupo que la rodea.

 

El jueves 29 de junio varios compañeros del Movimiento Independiente de Química y Farmacia (MIQUI), y del Movimiento Amplio Universitario (MAU), en acompañamiento de los estudiantes criminalizados por rectoría, establecieron quizá la medida más riesgosa y valiente a la vez: una huelga de hambre. Esta huelga es heroico acto de protesta, realizada en un contexto que posiciona a las autoridades en la intransigencia por no ceder en peticiones estudiantiles, como el cese de la criminalización de más de veinte compañeros, la postergación de las elecciones que den pronta representación estudiantil en el Consejo Universitario, y un tema que dio suficientes motivos de repudio a la administración de Julieta Castellanos, que fue la entrega de la autonomía a los cuerpos armados y represivos del Estado.

Son más de 14 días los que ya pesan sobre la humanidad de los compañeros en huelga de hambre, y mientras tanto la prolongación de las tomas de los edificios supone entrar en un alargamiento del segundo periodo académico y acomodamiento del tercero según la voz oficial. La toma de los edificios tarde o temprano despertaría oposiciones minúsculas que llevarían a la confrontación entre los estudiantes; pues con la experiencia del año pasado se demostró que la pérdida del periodo académico no es una opción victoriosa para la mayoría de los compañeros.

Los hechos actuales ubican a la UNAH en una encrucijada parecida o peor a la del 2005, en donde la comisión de transición nombrada en aquel entonces desplegó el proyecto de reforma universitaria y dio los lineamientos para resolver el conflicto universitario en contra de los intereses estudiantiles. La figura de la intervención está siendo manejada como una solución, pero, de concretarse, agilizaría el entreguismo de la UNAH en manos de los ineptos y corruptos partidos políticos –en especial del gobierno nacionalista–, quienes manejarían a su antojo la universidad, acercándose ya noviembre, mes de las elecciones generales en el país.

Por otro lado, es más que notorio que la propuesta de solventar la crisis universitaria de parte de los congresistas –particularmente la diputada Waldina Paz, representante de la bancada liberal, quien piensa proponer la figura de la intervención al Congreso Nacional– promovería más la imagen de los diputados de un bando y otro. Los estudiantes y docentes no deben subordinarse y aceptar la injerencia de cualquier diputado del Congreso Nacional, porque no representan al pueblo. Cualquier Junta Interventora debilita la autonomía estudiantil frente a la toma de decisiones contundentes ante esta prolongada crisis. La figura de la intervención, revestida de eufemismos como comisión de seguimiento, se traduce de igual manera en consecuencias gravísimas para la lucha por la defensa de la  autonomía universitaria.

Corresponde a la propia comunidad universitaria (docentes, estudiantes, trabajadores) resolver la crisis, sin injerencia del Congreso Nacional. Las posibles propuestas para solucionar el conflicto en la universidad se han dispersado, pero siguen esencialmente dos.

1.- Por un lado se encuentra la bancada liberal –representada por Waldina Paz– que insta a la mayoría de estudiantes a congeniar con un anteproyecto de ley que llama a la intervención de la Universidad, y a la conformación de una Junta especial de transición que tendrá la potestad de remover de su cargo a las autoridades universitarias; dicha Junta duraría un año y medio en su cargo, y estaría conformada por el sector docente, trabajadores y absurdamente solo por un representante del MEU.

2.- Por otro lado, se encuentran los compañeros de los movimientos independientes que se inclinan por una propuesta de resolución interna, que giraría en torno a la asamblea constituyente estudiantil o a otro mecanismo de diálogo inter-universitario, sino visionariamente, un diálogo nacional. Es en esta propuesta que se encuentran ubicados los compañeros de la huelga, los compañeros del MAU (Movimiento Amplio Universitario), y otros movimientos independientes. Creemos que esta última es la salida correcta, y desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a luchar unidos por ella.

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