MENSAJE AL PUEBLO DE COSTA RICA

Partido Vanguardia Popular

Ha llegado la hora de la unidad para la lucha popular.

Es la hora de dejar atrás el electorerismo superficial y demagógico, es decir, de repudiar a los que durante decenios han engañado a los humildes para disfrutar de los frutos de la corrupción.

Debemos concentrar nuestra atención en cómo contrarrestar los efectos de una crisis económica que está produciendo efectos devastadores en el mundo entero.

En los países más ricos, pero también en el tercer mundo, millones de obreros y empleados han perdido sus puestos. Miles y miles de campesinos y pequeños empresarios se han arruinado. Cada uno de ellos representa a una familia que se queda sin ingresos para llenar sus necesidades básicas.

La desocupación de los obreros, la ruina de los campesinos y de los pequeños empresarios son una brutal violación de los derechos humanos.

Todos los intentos de salvar la crisis enriqueciendo más a los grandes explotadores del mundo financiero han fracasado.

Lo mismo ha ocurrido en nuestro país. Los 117 millones de dólares entregados a los bancos del Estado no han tenido ningún efecto positivo. No podía ser de otra manera. El llamado “Plan Escudo” no es más que un nuevo intento de engañar al pueblo, arte en el que los hermanos Arias Sánchez son grandes especialistas.

Toda la demagogia esgrimida para hacer aprobar el TLC se ha derrumbado como tenía que derrumbarse un castillo construido con mentiras.

Ofrecieron nuevos empleos pero lo real ha sido el crecimiento de la desocupación.

Ofrecieron más producción pero se están cerrando fábricas y empresas de servicios, incluyendo grandes plantaciones propiedad de transnacionales.

Ofrecieron bienestar y aumenta la pobreza.

Ofrecieron mercados pero lo campesinos y los pequeños empresariosse arruinan.

Lo único que haquedado en pie es la mayor dependencia en relación con el imperialismo que, por cierto, esa dependencia esla vía más rápida para eldestructivocontagio de la enfermedad económica que está padeciendo el capitalismo desarrollado.

Ante esta realidad el pueblo todo y en especial la clase trabajadora tienen que organizarse para defenderse.

No estamos de acuerdo en buscar negociaciones con los grandes explotadores como lo hace ANEP a través de Albino Vargas, su Secretario General. La Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada, conocida como UCCAEP no llegará a ningún acuerdo que no esté enderezado en contra de las y los trabajadores y para su propio beneficio. Además, este sindicato y su dirigente no pueden arrogarse la representación de todos/as los y las trabajadores/as.

Es muy fácil para los grandes empresarios nacionales y extranjeros negociar con un sindicato que está muy lejos de representar los intereses fundamentales de los trabajadores.

Estas negociaciones no tendrán otro efecto como no seadesviar la atención de los trabajadores sin que sea posible llegar a ningún acuerdo que los beneficie.

Estamos en presencia de un acto de diversionismo ideológico, con el propósito deapartar a los trabajadores de la lucha, y crear así una situación política para el beneficio exclusivo de los explotadores.

Se trata de una farsa reaccionaria como lo fue la famosa y fenecida “concertación” a la que llamó el Presidente Miguel Ángel Rodríguez y a la que acudieron engañados muchos representantes de organizaciones sociales.

Se trata de un anzuelo que el pueblo con toda seguridad no morderá.

Lo grandes ricos están interesados únicamente en encontrar instrumentos para cargar las consecuencias de la crisis sobre las espaldas de la clase trabajadora y de los campesinos.

Para defenderse el pueblo tiene que organizarse y dar la lucha más decidida y valiente contra los explotadores, sean nacionales o extranjeros.

Para defenderse es necesario dar también una lucha sin cuartel contra la corrupción de los gobernantes.

Para cumplir estos propósitos llamamos a los desocupados a organizarse. No abandonar sus sindicatos si estaban afiliados y exigir la defensa de sus intereses. Si no fuera así, crear sus propias organizaciones y luchar por un trabajo digno.

Las y los trabajadores deben rechazar de plano los intentos de imponer la flexibilidad laboral. Los intentos de eliminar las regulaciones del contrato de trabajo se hace con el propósito de imponer una abierta esclavitud a los obreros y empleados.

Se debe rechazar cualquier intento de suprimir las garantías sociales conquistadas por la clase trabajadora hace ya casi siete décadas.

Todo el pueblo debe apoyar a los campesinos productores para crear un sistema de seguridad alimentaria.

Los campesinos necesitan tierra, créditos baratos calculados no según las necesidades de los usureros sino segúnla solución del problema de la falta de alimentos y además establecerun sistema de comercialización que elimine a los intermediarios especuladores y eleve los ingresos de los productores directos.

Necesitamos producir arroz, frijoles, maíz, hortalizas, frutas, yuca, malanga, camote y todos los alimentos básicos.

Solamente un plan de alimentos de este tipo podrá salvar al pueblo de una hambruna.

Por encima de todo deben colocarse los derechos de los obreros, de los empleados y de los campesinos.

Llamamos a todas las organizaciones del movimiento obrero y popular a rechazar el Plan Escudo.

Proponemos la convocatoria de un ENCUENTRO DE EMERGENCIA, plenamente democrático, para definir los ejes de un plan de lucha para evitar que el pueblo trabajador tenga que pagar los efectos de la crisis. Que paguen los que durante toda una vida se han acumulado grandes capitales a costa del esfuerzo y el sacrificio de los pobres. Contra las corrientes oportunistas que tratan de sembrar la ilusión de que en las elecciones se puede lograr una salida de la crisis, reafirmando la necesidad de que el movimiento salga cuanto antes a la lucha por la justicia social.

¡Noolvidemos, llegó la hora de la unidad popular!


 

 

 

 

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