Por José René Tamariz

A los Gobiernos del PAC, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, se les puede denominar gobiernos del desempleo, del aumento de la informalidad, de la quiebra masiva de microempresarios, del incremento de los impuestos y reducción de los salarios, en síntesis, han sido regímenes del aumento de la pobreza, miseria y degradación social de los trabajadores, sectores populares y clases medias.

La desocupación, según el INEC, pasó del 10% al 12 % en el último trimestre del año 2018, en cifras absolutas eso significa 294 mil personas desempleadas. Más de 50 mil microempresarios quebraron. Si cada microempresario tiene una familia de 4 personas, eso representa la miseria de unas 200 mil personas. La informalidad llego a más del 46%. La pobreza total pasó del 22,1% en el año 2017 al 22,9% en el 2018, asimismo la pobreza extrema se incrementó de 6,2% al 7,2%. El plan del Gobierno para "reducir" el desempleo es un engaño, pretende hacerlo mediante "capacitaciones" en inglés, educación dual y otras. Esto no resuelve el grave problema estructural de la desocupación.

La economía va en picada. Existe una desaceleración económica: crecimiento raquítico del PIB del 2,7% en el 2018, crecimiento proyectado del 3,2% y 3,0% en los años 2019 y 2020, según el Banco Central. En realidad, se incuba una situación de profunda crisis económica y social en el país.

De acuerdo con el programa económico del Banco Central la deuda pública llegará al 57,7% y 60,4% del PIB en los años 2019 y 2020, respectivamente. Si la deuda pública llegará al 60% del PIB, tal como lo prevé el Banco Central, se aplicaría en el año 2020 los incisos a), b), c) del artículo 13 de la regla fiscal los cuales plantean:

“a) No se ajustarán por ningún motivo las pensiones, excepto en lo que corresponda a costo de vida.

  1. b) El gobierno central no suscribirá préstamos o créditos, salvo aquellos que sean un paliativo para la deuda pública o estén destinados a ser utilizados en gastos de capital.
  2. c) No se realizarán incrementos por costo de vida en el salario base, ni en los demás incentivos salariales, los cuales no podrán ser reconocidos durante la duración de la medida o de forma retroactiva, salvo para lo relacionado con el cálculo para determinar prestaciones legales, jubilaciones y la anualidad del funcionario”.

Por tanto, como se puede leer no habrá ajustes o incremento de los montos de las pensiones; tampoco se darán aumentos de los salarios por costo de vida ni de los incentivos. En caso de producirse ese escenario la situación sería grave tanto para los miles de pensionados como miles de trabajadores.

Por otra parte, es importante destacar que la mayor parte de la deuda pública es deuda interna, la cual un 49% se encuentra en manos del sector privado (44%) y bancos privados (5%), mientras que otro 49% pertenece a acreedores del sector público (financiero, no financiero y bancos públicos). El restante 2% está controlado por Financieras, mutuales y cooperativas. 

A pesar de la aprobación del nefasto combo fiscal, tres calificadoras Fitch, Moody's y Standard & Poor's rebajaron la calificación de la deuda pública, dejando la perspectiva en negativo de dicha calificación. Estas agencias injerencistas le exigen al Gobierno más medidas para reducir el déficit fiscal, ya que este pasaría del 6% en el año 2018 al 6,2% en el 2019. De aquí que el gobierno neoliberal de Alvarado-Piza pretenden seguir estrujando y haciendo pagar el déficit fiscal y la deuda pública sobre las espaldas de los trabajadores con nuevos proyectos, tales como el empleo público, que impondrán la eliminación total de los incentivos y el salario único para todos los nuevos empleados.

Por otro lado, la aplicación del combo fiscal a partir del segundo semestre del año 2019, lejos de dinamizar la economía, traerá recesión económica, ya que sus medidas conducirán a menor consumo y, por ende, a menores ingresos fiscales, lo que, a su vez, puede generar mayor déficit, mayor tasa de desempleo y menor crecimiento económico.

En realidad, la situación económica y sus problemas son un círculo vicioso, cada vez que se produce un giro circular, se incrementan los riesgos y posibilidades de una crisis económica. Si a esta situación interna le sumamos el factor internacional, el cual tiende a una nueva recesión económica internacional, producto de la guerra comercial entre el imperialismo yanqui y el emergente imperialismo chino, así como una desaceleración grave de la economía china e incluso de los Estados Unidos, así como el fin del ciclo económico internacional de 10 años, configura una gravedad mayor de crisis económica y social de Costa Rica. No hay posibilidad de escape a esa situación de crisis.

Propuestas Para Enfrentar Situación

Se requiere de un plan económico ambicioso que ayude a resolver la situación de eventual crisis económica. El Gobierno tripartito del PAC, PUSC y PLN no garantizan una salida favorable para el pueblo trabajador, sino más bien hacen lo contrario, hunden en la crisis al país y la pauperización creciente a trabajadores, sectores populares y clases medias. De ahí se desprende la urgente necesidad de construir una alternativa revolucionaria, capaz de brindar una salida a favor de los trabajadores y sectores.

  1. Elaborar e implementar un plan de obras públicas que le de trabajo a los desempleados y sectores informales, principalmente al sector pobre en donde la tasa de la desocupación llega hasta el 21,4%. Este plan debe contemplar la construcción de carreteras, de escuelas y colegios, de hospitales y EBAIS, Viviendas y otras obras de importancia.
  2. Promover y aplicar una moratoria del pago de la deuda interna y externa, principalmente de la deuda contraída con el sector privado bancario y no bancario. Estudiar la posibilidad de condonación de la deuda interna por parte de algunas instituciones públicas solventes. Esta medida es urgente ya que, todos los años, se incrementan los porcentajes en el presupuesto nacional que el gobierno debe pagar por concepto de intereses y capital.
  3. Combatir la elevada evasión fiscal que llega hasta un 8% del PIB. A los grandes evasores se le debe castigar con la confiscación de sus bienes, cuentas bancarias y otras riquezas. Asimismo, también se les debe encarcelar para evitar que ese flagelo a la economía nacional se siga produciendo.
  4. Debemos exigir la eliminación inmediata de las gigantescas exoneraciones fiscales, las cuales constituyen grandes privilegios, que se les otorgan a las empresas de zonas francas, a empresas turísticas, líneas de aviaciones y otras actividades comerciales lucrativas.
  5.  Exigir aumentar el impuesto a la renta que permita que los ricos paguen como tales.
  6. Luchar por eliminar el impuesto al valor agregado (IVA) a los productos de la canasta básica, ya que dicha medida empobrecerá aún más los pobres y aumentará la cantidad de la pobreza total y la pobreza extrem