La situación política ha comenzado a cambiar en Nicaragua. Aunque la dictadura de la familia Ortega-Murillo logró aplastar militarmente a la insurrección cívica desarmada a finales de julio del año 2018, llegando a prohibir cualquier marcha o movilización popular, el descontento social y la resistencia popular han continuado.

Acuerdos que no se cumplen

El deterioro de la economía, el aislamiento internacional y la acumulación de la indignación popular obligó a la dictadura a reiniciar una nueva versión del Dialogo Nacional a inicios de marzo de este año, en las instalaciones del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), aprobando dos acuerdos, uno sobre la liberación de los presos políticos a más tardar el 18 de junio del 2019, y otro sobre la plena vigencia de los derechos fundamentales contenidos en la Constitución. Ninguno de esos acuerdos se ha cumplido, lo que ha provocado una crisis y estancamiento en las negociaciones.

Protesta de presos políticos y vil asesinato de Eddy Montes Praslin

La bandera de la liberación de los presos políticos, verdaderos rehenes injustamente encarcelados que la dictadura mantiene como “moneda de cambio”, ha sido el punto de unificación del descontento popular.

Hace algunos días, fueron los propios presos políticos quienes iniciaron una protesta en las ergástulas de la cárcel Modelo, en la ciudad de Tipitapa, departamento de Managua, (las mimas cárceles donde estuvieron presos Daniel Ortega y otros dirigentes sandinistas antes de 1979) exigiendo que se cumpliera el acuerdo de la liberación de los presos políticos.

La protesta de presos políticos desarmados fue salvajemente reprimida a balazos, el mismo día que una delegación de la Cruz Roja Internacional realizaba una visita de inspección. El preso político Eddy Montes Praslin, ciudadano norteamericano de origen nicaragüense, fue asesinado cobardemente. Posteriormente, los custodios reventaron a palos y patadas a los presos políticos, provocando mas de 15 heridos graves.

Masivo entierro en Matagalpa

El domingo 19 de mayo, ocurrió el entierro de Eddy Montes Praslin en la ciudad de Matagalpa, convirtiéndose en la más importante manifestación popular en contra de la dictadura en los últimos meses. Miles de personas bajo la lluvia marcharon por las calles hasta el cementerio.

Los empresarios y la dictadura entendieron el mensaje, y cada quien tomó las medidas respectivas para no ser desbordados por la indignación popular.

Excarcelan otros 100 presos políticos

El día lunes 20 de mayo, un día después del masivo entierro de Montes Praslin, la dictadura ordenó la excarcelación de otros 100 presos políticos, sumando un total de 300 prisioneros excarcelados. Estos no gozan de libertad total, ya los procesos penales se mantienen activos, en realidad lo que reciben son medidas sustitutivas como casa por cárcel o convivencia familiar.

La dictadura Ortega-Murillo no otorga la libertad total porque utiliza a los presos políticos como rehenes para negociar una ley de amnistía general, en la nueva versión del Dialogo Nacional en el INCAE.

La Alianza Cívica golpea la mesa

Mientras crece la indignación popular contra los crímenes de la dictadura, la delegación de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) sufre una erosión de la confianza y la credulidad política. ¿Qué sentido tiene negociar con una dictadura que incumple los acuerdos? ¿A donde conducen las negociaciones del INCAE? Estas son las preguntas que constantemente la gente formula en las entrevistas radiales y televisivas.

La dictadura Ortega-Murillo tiene una estrategia de prolongar el conflicto y las negociaciones, desgastando con ello a su contraparte: la ACJD.

El día 19 de mayo, al enterarse del asesinato de Montes Praslin, Juan Sebastian Chamorro, presidente de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) y miembro del equipo negociados de la ACJD, declaró lo siguiente: “Lo hemos platicado con los testigos y acompañantes. Cuando se nos informó sobre el fallecimiento estuvimos todos consternados, todos en la mesa sin saber qué hacer ante una noticia que debió haberse evitado. Por medio de testigos y acompañantes les haremos saber a la delegación del Gobierno que no estaremos en la mesa este viernes, pero no es una ruptura definitiva, queremos tomarnos el día de mañana (viernes) para evaluarlo”. (El Nuevo Diario, 19/05/2019)

La primera repuesta de la ACJD fue tibia, timorata, contemplaba solamente una suspensión de las negociaciones, siempre con un lenguaje claudicante. Pero la masiva manifestación popular en el entierro de Montes Praslin, el domingo 19 de mayo, obligó a la ACJD a realizar un abrupto viraje. Al día siguiente, mediante una nota de prensa, la ACJD oficialmente declaró que “se retira de la Mesa de Negociación hasta que el Gobierno excarcele, previo a su liberación definitiva, de los presos políticos de la lista conciliada en poder del Comité Internacional de la Cruz Roja. (…) Ante esto y en vista de la proximidad del 18 de junio, fecha de liberación definitiva de todos los presos políticos, y ante los pocos avances hasta la fecha en la Mesa de Negociación por la nula voluntad política de cumplimiento por parte del Gobierno, la Alianza Cívica exige muestras de voluntad política de parte del Gobierno para el cumplimiento de los acuerdos suscritos, que permitan construir una salida pacífica y democrática a la actual crisis.”.

La dictadura se arrodilla y hace nuevas promesas

La rebelión de los presos políticos en la cárcel Modelo y el asesinato de Eddy Montes obligó también al Consejo Político de la Organización de Estados Americanos (OEA) a emitir una resolución, el pasado 21 de mayo, demandando la liberación de todos los presos políticos, permitir el reingreso del MESENI y la CIDH, garantizar el derecho de reunión y manifestación, permitir el regreso de los exiliados por motivos políticos y garantizar elecciones democráticas, justas y transparente.

La presión internacional crece contra la dictadura. Para calmar el descontento popular, al día siguiente 22 de mayo, la dictadura dio a conocer un comunicado en donde anunciaba la liberación de todos los presos políticos antes del 18 de junio, se compromete a garantizar el derecho de reunión y manifestación y suplica no impongan sanciones internacionales.

ACJD llama a un Paro Nacional

En ese mismo comunicado del día 20 de mayo, la ACJD llamó a un nuevo Paro Nacional: “(…) Igualmente, para hacer saber al Gobierno la exigencia de amplios sectores de la sociedad nicaragüense por la liberación de los presos políticos y el cumplimiento a los Acuerdos ya suscritos, la Alianza Cívica convoca a los empresarios, pequeños, medianos y grandes, comerciantes y trabajadores, así como empleados de cuenta propia, sectores sociales y la sociedad en general, a construir un proceso de consenso para efectuar un Paro Nacional y otras acciones cívicas, en los próximos días”.

Indudablemente, la tozudez de la dictadura Ortega-Murillo, que por las presiones internacionales se ve obligada a negociar, pero que en el fondo trata de imponer su permanencia en el poder en las negociaciones, alargando la fecha de la convocatoria anticipada de elecciones vigiladas por organismos internacionales, mete en crisis el proyecto de salida pacífica y negociada, obligándola a endurecer posiciones para contrarrestar la resistencia y las mañas de la dictadura.

De esta manera, es que la ACJD se ha visto obligada a convocar otra vez a un Paro Nacional simbólico, como lo hizo en tres ocasiones solo para no quedas descolocada ante los ojos de la población. En el periodo anterior, la ACJD convocaron a paros de un solo día el 14 de junio, el 13 de julio y el 7 de septiembre del 2018. Los paros nacionales “a cuentas gotas”, verdaderos lock out de un día de duración, no le hacen cosquillas a la dictadura.

La mayoría de las cámaras del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), y la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (Amcham) llamaron a sus afiliados a sumarse al nuevo Paro Nacional para el día jueves 23 de mayo del 2019.

Convertir el Paro Nacional en indefinido

Los empresarios convocaron a Paro Nacional, para ablandar la resistencia de la dictadura en la mesa de negociaciones, y porque tienen el profundo temor de un desbordamiento popular si los presos políticos no son liberados el día 18 de junio

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los trabajadores públicos y de las empresas del sector privado, los grandes ausentes en esta lucha democrática, a sumarse al Paro Nacional convirtiéndolo en indefinido. Llamamos a organizar comités de trabajadores en todos los centros de trabajo, para que sean los propios trabajadores quienes tomen el control de la lucha.

No necesitamos permiso de los patrones para convocar a un Paro Nacional indefinido. Aunque los empresarios tienen contradicciones con la dictadura, los trabajadores y los sectores populares podemos luchar unidos, incluso con los empresarios, en determinados momentos, pero siempre debemos aspirar a sostener las banderas de la movilización uy de la independencia política.

Exijamos a los empresarios que dejen de pagar impuestos

Diferentes organismos de la sociedad civil, incluida la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), están llamando a la desobediencia civil y a que los empresarios se sumen a la desobediencia fiscal.

Los datos oficiales nos muestran que el 90% del presupuesto general de la republica se financia con impuestos y que solo un 10% proviene de las donaciones y prestamos internacional. Esta es la razón fundamental que permite a la dictadura soportar las presiones internacionales y mantener incólume el funcionamiento del aparato represivo del Estado, pagando los salarios de policías y paramilitares. Y dentro de la estructura de impuestos, la llamada “industria fiscal” compuesta por las grandes empresas. Es terrible, pero los empresarios siguen pagando puntualmente los impuestos y con ello mantienen con vida a la agonizante dictadura.

Lo menos que podemos exigirles a los grandes empresarios, que derraman lagrimas por la democracia y que se rasgan las vestiduras por la libertad de los presos políticos, es que sean consecuentes e inicien un paro fiscal o desobediencia tributaria, para contribuir al derrocamiento de esta sangrienta dictadura.

Llamamos a construir una alternativa revolucionaria

La lucha contra la dictadura Ortega-Murillo ha costado mucha sangre y dolor, y se ha prolongado en el tiempo, porque no existe una dirección política revolucionaria que orienta correctamente la lucha de masas.

Existen muchos sectores (estudiantes, trabajadores y campesinos) que con mucha razón desconfían de la ACJD y se preocupan por la parálisis dentro de la UNAB, a todos ellos los llamamos a unificar criterios y puntos de lucha que permitan construir una nueva dirección revolucionaria, que defienda los intereses de los trabajadores y del pueblo. Mientras los empresarios negocian elecciones anticipadas, para reformar la actual dictadura, solamente una nueva dirección revolucionaria es la que puede movilizar y conducir a las masas al derrocamiento y aplastamiento de la dictadura Ortega-Murillo y convocar a una Asamblea Nacional Constituyente que reorganice el país en beneficio de los mas pobres.

Centroamérica, 22 de mayo del 2019

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)