Por Marcial Rivera

Hace tres años, en medio de una apretada contienda electoral por la Alcaldía de San Salvador, resultó victorioso el ex candidato y actual alcalde Norman Quijano, postulado por Alianza Republicana Nacionalista ARENA, frente a su contendiente más cercana Violeta Menjívar, entonces Alcaldesa por parte del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN.

¿Por qué ganó?

Una cuantiosa y millonaria publicidad, cargada de un abanico de promesas exacerbadas, viajes a diferentes ciudades y las deficiencias de la administración de la época fueron los elementos que dieron lugar a la victoria del Señor Quijano. Tres años y una administración –por demás desprestigiada- después, se hace necesario evaluar dicha gestión al frente de la Municipalidad capitalina. Y ¿por qué este confrontativo personaje de la derecha salvadoreña, será reelecto?

¿Y su administración?

Norman ha llevado a cabo una administración “Make Up” o cosmética, caracterizada en términos generales por el énfasis de la aparente recuperación de los espacios públicos, remodelando y arreglando plazas públicas, parques, redondeles y demás, siendo el más emblemático la Plaza del Salvador del Mundo. Este personaje prometió hacer de San Salvador una ciudad cosmopolita y moderna, lo cual no logró cumplir. Su promesa más prominente y que lo hizo ganar la Alcaldía fue la de llevar el “Metrobús” a San Salvador, para cuyo propósito el Alcalde de la Ciudad de Guatemala Álvaro Arzú prestó una unidad del TransMetro que se utilizó para la campaña del entonces candidato Quijano.

Dicha promesa no ha sido cumplida, fundamentalmente porque no existen recursos económicos para tal fin, además de no existir las condiciones necesarias para implementar el proyecto del TransMetro debido a la infraestructura vial de la capital Salvadoreña, caracterizada por calles estrechas y poco espacio para las y los peatones.

¿Qué ha hecho?

Bajo el pretexto de “no ser de su competencia”, las administraciones de derecha se caracterizan por ser cosméticas y no abonar en nada a la solución de las problemáticas sociales existentes. La administración de Norman Quijano ha tenido como característica esto último. Medio ambiente, seguridad ciudadana, salud, violencia son –entre otros- temas que no han sido tomados en cuenta por la administración de Norman y esto se configura como la tendencia a seguir en la próxima administración. Por otro lado la confrontación de forma abierta y exacerbada ha sido otra de las características de la administración de Quijano, quien ha hecho diferentes desalojos en contra de los vendedores y las vendedoras informales dejando a un lado el diálogo y teniendo como principal método el uso del Cuerpo de Agentes Metropolitanos como fuerza de choque, no como el Cuerpo de Seguridad Municipal que debiera ser.

“Embovedar” las diferentes quebradas y riachuelos que cruzan la Ciudad fue otra de las promesas, que tampoco ha cumplido y que prometían ser parques de diversión para las y los infantes en vez de quebradas. Por otro lado, bajo el tema de la seguridad también prometió la instalación de cámaras en diferentes puntos de la ciudad, lo que puede ocasionar daños a la salud de los diferentes habitantes por las antenas instaladas por el alcalde. El reordenamiento del Centro Histórico y la implementación de la tarjeta estudiantil, también ha sido incumplida. Gran parte del incumplimiento de estas promesas se debe a la derrota que sufrió el otrora ex candidato presidencial Rodrigo Ávila, quien perdió frente al actual presidente Mauricio Funes. Quijano pensaba que ganando Ávila le apoyaría de forma técnica y presupuestaria para el cumplimiento de sus promesas.

Llamamos al voto nulo

Pero tampoco Shafick Handal hijo, candidato del FMLN, representa una alternativa que soluciones los problemas en San Salvador. El FMLN ya tuvo el control de la alcaldía por mucho tiempo, demostrando incompetencia e insensibilidad ante los problemas sociales. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) exhorta a la población a analizar el proceso electoral en base a resultados y hechos concretos, y no en base a acciones demagógicas que en nada aportan al desarrollo de la ciudad. Estamos seguros de que el resultado de este análisis llevará a la población a la misma conclusión: ¡No hay candidatos capaces de solucionar los problemas del pueblo capitalino, no nos sentimos representados, por tanto, votemos nulo en protesta contra los partidos que sólo perpetuarán los males de nuestra ciudad!