Por Marianela Alvarenga

El día 16 de febrero, las organizaciones que conforman Poder Popular se movilizaron desde la plaza Gerardo Barrios  hasta la Asamblea Legislativa, exigiendo la derogatoria de la Ley del Sistema de Ahorro de Pensiones (SAP), que fue publicada en Diario Oficial No. 243, del 23 de diciembre de 1996, bajo el  gobierno  de  la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), presidido por Armando Calderón Sol.

La SAP permitió la privatización de las pensiones significando un gran negocio para  las empresas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y una progresivo deterioro del monto de las  pensiones. A pesar de las promesas de campaña electoral del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), bajo las administraciones de Mauricio Funes y de Salvador Sánchez Cerén, no revirtieron la privatización del sistema de pensiones, y por el contrario acrecentaron el problema cuando, igual que los gobiernos de ARENA, tomaron dinero de los fondos de pensiones para solventar pagos del gobierno. Esta decisión contó con el aval de la mayoría de los Diputados que conforman la Asamblea Legislativa.

Una necesaria y urgente lucha

La lucha del Movimiento Poder Popular para revertir el actual sistema de pensiones, tiene mucha importancia para la clase trabajadora. Al respecto, durante la movilización del  16 de febrero, el sindicalista Roswal Solórzano manifestó: “Marchamos hacia la Asamblea Legislativa a exigirles una vez más que si de verdad quieren al pueblo que lo demuestren, de otra manera le vamos a decir al pueblo las mentiras con las que actúan porque de otra manera no se puede entender que anden pidiendo el voto diciéndole a la gente que necesitan seguir en la Asamblea Legislativa para seguir defendiendo los intereses de los millonarios de este país, dueños de las AFP como Felix Cristiani miembro de ARENA”.  (DES. 16/02/21)

Los cuestionamientos contra los viejos partidos políticos y los Diputados que integran la Asamblea Legislativa, no son gratuitos. Ellos fueron quienes aprobaron la privatización del sistema de pensiones, y posteriormente implementaron una serie de reformas legales que han llevado a los trabajadores a jubilarse con pensiones de hambre, atentando a la vez contra los principios de la seguridad social.

Las propuestas

Parte de las propuestas del Movimiento Poder Popular y del Movimiento no más AFP consiste en terminar con las AFP. Roswal Solórzano denunció que “…en enero de 2019 presentaron una propuesta de ley de pensiones denominada Sistema Nacional de Ahorro Previsión y Seguridad Social que entre otros beneficios para los trabajadores busca aumentar la pensión y crear el Instituto Nacional Autónomo de Previsión y Seguridad Social para que sustituya el actual sistema privado de pensiones.

Otros aspecto de las propuestas es la derogación de  “…  la ley SAP, pues bajo ese marco jurídico se está haciendo efectivo el pago de hasta el 28% de la pensión de los trabajadores (la normativa contempla 34%) a partir del último salario dividido en diez años…  que los trabajadores tienen que recibir el 80% del salario devengado, por ejemplo, si una persona gana $1,000 su pensión sería de $800; no obstante, dicen que si el trabajador tiene hasta 40 años cotizando lo ideal es que se jubile con el 100% de su salario… si la persona ya no puede seguir cotizando y no podrá jubilarse que se le devuelva el ahorro…”  (DES. 16/02/21).

Por la renacionalización del sistema de pensiones

Es necesario terminar con la privatización del sistema de pensiones, derogando la SAP y pasando nuevamente a un sistema público de pensiones, basado en el  clásico sistema tripartito de seguridad social, (empleador, estado y trabajador),  donde los empleadores y el Estado aporten más.

Para evitar la corrupción y el mal manejo de los fondos, como ocurrió en el pasado, el sistema tripartito debe estar bajo control de los trabajadores y los sindicatos. Se deben adoptar mecanismos de control y fiscalización efectiva por parte de los trabajadores. Esta sería la única forma de luchar eficazmente contra la corrupción y el despilfarro en las instituciones de la seguridad social.

Balance de la movilización

Fue todo un éxito la convocatoria conjunta del Movimiento  Poder Popular y del Movimiento no más AFP. En la movilización estuvieron presentes la mayoría  de organizaciones sindicales de trabajadores públicos,  sindicatos privados, y demás organizaciones sociales. La bandera de lucha que les movilizo fue la eliminación de las AFP. Aprovechando la coyuntura electoral, los marchistas le recordaron a los partidos políticos que deben reivindicarse con la clase trabajadora, y la única manera de hacerlo es eliminar las AFP. Se les emplazó para que no continúen defendiendo a  los dueños de las AFP,  quienes se enriquecen con el robo de nuestras pensiones.

En su trayecto la movilización también se pronunció contra Ernesto Muyshondt , Alcalde  de San Salvador. Alex Carballo, coordinador de la Unidad de Sindicatos y Asociaciones de Trabajadores de la Salud Pública de El Salvador (USTRASPE), denunció: “No es justo que un político siga haciendo lo que se le da la gana en nuestro país, despidiendo a trabajadores, descontando seguro, AFP, vivienda y préstamos, pero él se queda con ello” (http://www.102nueve.com). 

En cada periodo electoral, los trabajadores municipales viven en incertidumbre por temor a perder su puesto de trabajo. Ellos exigen que, independientemente la filiación política, al trabajador se le debe respetar su permanencia y puesto de trabajo. 

Amedrentamiento de ARENA y falta de compromiso

Los Diputados de ARENA consideraron que la movilización del pasado 16 de Febrero, fue un acto de amedrentamiento político. El diputado René Portillo Cuadra manifestó al respecto: “Los observadores internacionales que ya están en El Salvador, pueden verificar esa forma de amedrentamiento, que también es patrocinada por grupos afines al Gobierno y al partido en el Gobierno”.

ARENA, como siempre, busca deslegitimar las justas  luchas del movimiento sindical vinculándolas al FMLN y últimamente al gobierno de Bukele. El mismo discurso de Bukele, nada mas que del lado contrario.

Los trabajadores deben saber que independientemente de sus ideologías o preferencias partidarias, el actual sistema de pensiones afecta de forma negativa a todos. Esto es producto de las políticas económicas neoliberales impulsadas por ARENA y continuadas en los gobiernos del FMLN, este último pudo cambiar la situación pero no lo hicieron. Ahora andan prometiendo que lo harán, pero ya es muy tarde y por eso los trabajadores no les creen.

Al finalizar la marcha, “ninguno de los diputados tuvo la molestia y la decencia de recibirlos, de hablar con el pueblo”. Los diputados tuvieron mucho miedo. Ninguno de ellos, sean de los partidos tradicionales o independientes, se atrevió a dar la cara a los manifestantes. No quisieron asumir el compromiso de terminar con las AFP. Ningún partido en contienda se ha comprometido a derogar la SAP.

Es de resaltar que las bases de las organizaciones sindicales se movilizaron con sus mismos recursos y aportaciones realizadas por los afiliados.

Las diferencias entre Poder Popular y  Unidad Sindical Salvadoreña (USS)

Representantes de la  Unidad Sindical Salvadoreña (USS) buscaron restar peso  a la movilización,  pero la práctica demostró que Poder Popular tiene capacidad de convocatoria.

Poder Popular aglutina a la mayoría de sindicatos de los diferentes ministerios, sindicatos del sector privado, organizaciones de desmovilizados y veteranos de guerra, y organizaciones de vendedores una de sus principales banderas de lucha es la eliminación de las AFP. Estas organizaciones tuvieron lidiar contra las políticas y los embates de los dos gobiernos del FMLN.

En cambio, la USS aglutina a los Sindicatos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) y sindicatos municipales. Estos inicialmente agitaron la bandera de lucha contra la privatización del ISSS, pero esta lucha se estancó. Ahora, su principal bandera de lucha es la denuncia y acciones realizadas por los Alcaldes contra los trabajadores municipales como es el caso de San Salvador, Soyapango, Santa Tecla.

En algunas ocasiones, Poder Popular y la USS  han luchado de manera conjunta. En otras no. Pero en este caso ambas organizaciones coincidieron en su postura ante la indiferencia de la mayoría de Diputados de los diferentes partidos. En el discurso coinciden en la defensa del gobierno de Bukele, lo que hace que ambos sean tildados de gobiernistas o de trabajar de la mano con el ministro de Trabajo.

En el fondo existe una discrepancia. Los representantes de  USS le han claudicado  Bukele, le han dado un cheque en blanco a Nuevas Ideas (N) y  GANA. Siguen más una agenda electoral. En cambio, Poder Popular tiene una postura un poco más independiente en el plano político, levanta una agenda reivindicativa y le ha declarado la guerra  a los partidos políticos tradicionales, dándole un respaldo critico a ciertos candidatos de Nuevas Ideas.

Las contradicciones entre  Poder Popular y  USS fueron notorias el 2 de febrero, en un evento de apoyo a la candidatura de Ernesto Castro, para ser diputado por Nuevas Ideas. Los representantes de Poder Popular abandonaron el lugar gritando “… viva la clase trabajadora, viva poder popular, afuera políticos corruptos y nos vamos con dignidad…”. Las reacciones no se hicieron esperar por parte de Rolando Castro, ministro del trabajo, quien chantajea a las organizaciones sindicales negándoles las  credenciales.

En la marcha del 16 de febrero los trabajadores advirtieron  que estarán pendientes y vigilantes  del comportamiento de  la nueva legislatura, esperando que el tema de eliminación de las AFP sea de los primeros puntos a tratar.

Estas movilizaciones, nos indican que en Poder Popular existe un proceso embrionario de recuperación de la conciencia y de la independencia sindical, ya que se resisten a ser instrumentalizados con fines electorales. Lamentablemente, la USS se ha quedado rezagada.

Bukele hizo una maniobra al entregar la conducción del STISSS, principal sindicato de la USS, a un agrupo afín, pasando por encima de la voluntad de la mayoría de los trabajadores. Una situación diferente ocurre con los  sindicatos de Poder Popular, los que han rechazado los chantajes del ministro de trabajo. Esperamos que pronto los sindicatos se convenzan, por su propia experiencia, que Bukele es un peligroso demagogo, enemigo de los trabajadores.