Por: Alberto Castro

El martes 2 de febrero la Asamblea Legislativa (LA), dominada por el oficialismo aprobó con 63 votos  a favor unas reformas al Código Procesal Penal (CPP), en lo concerniente a las reglas de la prueba, que consisten concretamente en facultar que la evidencia digital pueda ser incorporada en los procesos penales, lo cual no estaba debidamente regulado, el diputado de Nuevas Ideas (NI), Francisco Villatoro, fue el encargado de promover ésta reforma quien declaró: ’’Estamos agregando el termino de evidencia digital para que las imágenes, datos videos y audios se puedan usar en los procesos judiciales. Se tomarán medidas cautelare, ya que a veces se utilizan páginas para cometer ilícitos’’.

Esta reforma ha sido causa de muchas reacciones en contra, las voces críticas advierten que constituyen la luz verde para legalizar el espionaje hacia la prensa,  algo que no extraña dad la situación totalitaria en la que se encuentra El Salvador, de ser ciertas esas observaciones estaríamos ante la legalización de espionaje y vigilancia como mecanismos de control, algo muy peligroso para quienes luchamos por las causas populares en ese sentido es necesario realizar algunas consideraciones para constatarlo.

¿Qué contiene la reforma al CPP?  

La actividad realizada en las Tecnologías de la comunicación e Información (TIC), o mediante cualquier otro dispositivo electrónico, son el área donde surtirá efecto esta reforma para de esta manera sustraer fuentes, indicios, evidencias y pruebas como tal, respecto a esto no habría tanto cuestionamiento si no fuera por la facultad de ’’realizar operaciones encubiertas digitales que resulten necesarias’’, en aras de la investigación fiscal; solo bastará con la venia del Fiscal General de la República, que por cierto está al servicio Bukele, para que se recopile todo tipo de información mediante programas y aplicaciones sin la aclaración necesaria de cómo en las misma condiciones el límite para con los ciudadanos, dicho de mejor forma sin necesidad de autorización judicial, la Fiscalía General de la República (FGR), puede per sé valerse de esto para realizar cualquier abuso y arbitrariedad.

Más allá de la vía libre para vigilar a los medios críticos al Gobierno, los cuales en su mayoría en su momento fueron cosmetólogos de la corrupción  la cual era disimulada de la manera más infame posible, exactamente como lo hacen hoy los medios de propaganda gubernamental, debemos preocuparnos porque la seguridad jurídica de las personas queda en una situación de indefensión, sin sus garantías a la libertad de expresión a su privacidad, volviendo la investigación en una vuelta al sistema inquisitivo. Al margen de la persecución hacia los delitos informáticos, observemos que sin la motivación y fundamentación judicial pertinente, ahora solo basta del criterio fiscal para utilizar el medio apropiado para sustraer información personal, lo que lo hace un gran recurso con el que cuenta Bukele para neutralizar a sus detractores, ¿y por qué no?, de sus opositores o de cualquiera que resulte incomodo.

El programa Pegasus fue solo un ensayo

Luego que el Gobierno de los Estados Unidos de América sancionara a la sociedad israelí dueña del programa Pegasus, a finales del año 2021 se dio a conocer que el software espía había sido encontrado en 22 celulares de reporteros y editores del medio digital El Faro, expresión periodística que le ha resultado incomoda al Gobierno, quien ya no tiene la necesidad de hacer uso clandestino de spywares. Como podemos ver la reforma procesal penal está hecha de tal manera que aunque si bien se muestra como una herramienta importante para recabar información para la persecución de delitos informáticos y de otra índole; al formar parte de una Ley General con efectos supletorios puede aplicarse a toda la legislación penal vigente, el problema no obstante es que dadas las características totalitarias de quien dirige el aparato de Estado, esta pueda usarse con motivaciones políticas, volviéndola un medio de persecución política, por lo que es necesario oponernos ante cualquier manifestación de esta naturaleza, pues el control y vigilancia es de mucha importancia para la consolidación del poder absoluto.