Por Úrsula Pop

Aproximadamente desde el año 2000 la Asociación de Estudiantes Universitarios Oliverio Castañeda De León (AEU) de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC) ha sido capturada por una pandilla de individuos de diversa procedencia, que se entronizaron como una mafia, apoyada por las estructuras de poder de las autoridades de la USAC, y que han utilizado el control de la AEU para instalar todo tipo de negocios legales (cafeterías, fotocopiadoras, bares, etc.) e ilegales (tráfico de drogas, extorsiones, entre otros) en el Campus universitario. El control sobre las finanzas de la tradicional Huelga de Dolores es otro de los lucrativos negocios que han sido aprovechados por esta mafia. Además, la AEU y las asociaciones afines a su dirigencia aprovechan la Tasa Estudiantil que les transfieren las autoridades universitarias. Las amenazas, agresiones violentas y el uso de matones han sido otra de las características de su gobierno.

Las elecciones para renovar autoridades estudiantiles realizadas por estos individuos se han caracterizados por ser convocadas a escondidas, sin divulgación, se han efectuado en días en que la presencia estudiantil es escasa, con las urnas semiocultas y sin aceptar candidaturas de oposición. 2010 fue el último año en que la AEU convocó a elecciones, en la forma acostumbrada. Al no convocar a comicios en 2012, los dirigentes corruptos cayeron abiertamente en la ilegalidad, provocando un vacío en la dirección estudiantil. Para remediar la situación, la mafia de la AEU, en complicidad con el Consejo Superior Universitario (CSU) creó en 2013 una Comisión Transitoria y Reguladora, para normalizar la situación, comisión cuya figura no está en los estatutos de la AEU y que no ha hecho nada desde entonces. El mismo CSU, al continuar financiando las actividades de la AEU al trasladarles la tasa estudiantil, cayó en la ilegalidad.

El 20 de septiembre recién pasado, se dio en el Campus universitario una movilización tan inusitada como esperanzadora. Un nutrido grupo de estudiantes sancarlistas, dirigido por representantes de seis asociaciones estudiantiles legalmente electas, recorrieron el área de la USAC hasta posicionarse frente a la sede de la AEU, proclamando que desconocen a la Comisión Transitoria, y que se constituirán en un Consejo Consultivo Estudiantil Universitario, que procederá a conformar un Consejo Electoral que convocará a elecciones a la dirigencia de la AEU. Estas asociaciones son: la Asociación de Estudiantes de Agronomía, la Asociación de Estudiantes de Historia, Antropología, Arqueología y Archivística, la Asociación de Estudiantes de Arquitectura, la Asociación de Estudiantes de Ingeniería, la Asociación de Estudiantes de Ciencia Política y la Asociación de Estudiantes de Veterinaria.

Este bloque de   asociaciones se ampara en el artículo 20 de los estatutos de la AEU, que dice: “En caso de desintegración del comité ejecutivo, seis asociaciones, en consenso unánime, podrán asumir las funciones de este y presidir el Consejo Consultivo Estudiantil Universitario (CCEU)" (Comunicado del 20 de septiembre).

La nueva etapa del movimiento estudiantil de la USAC abierta por la toma del campus en el año 2010, sin duda ha marcado a las nuevas generaciones de estudiantes (la gran mayoría de dirigentes tiene menos de 25 años). Luego de un tortuoso y difícil camino, que incluyó la desintegración de Estudiantes Por la Autonomía (EPA), el grupo que dirigió la toma, de muchos intentos de coordinación y acciones conjuntas, finalmente se logró conformar este bloque estudiantil que ha dado este importantísimo paso hacia la renovación de la AEU. Sin duda también, las masivas movilizaciones anticorrupción del año pasado, han influido en el ánimo del estudiantado, empujándolo a realizar esta valiente acción aun conociendo la violencia con que acostumbra actuar la mafia entronizada en la AEU.

Al parecer las únicas asociaciones estudiantiles que están bajo el control de la mafia de la AEU son las de la Facultad de Humanidades y la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media, así que es de esperar que se sumen más asociaciones y grupos al nuevo Consejo Consultivo Estudiantil. En la sesión del CSU de miércoles 21 se discutió ampliamente sobre el tema y al parecer las autoridades han dado el respaldo al movimiento, pero no se puede confiar plenamente en el rector y los decanos. Está lejos de haber homogeneidad en el movimiento, pero es tarea urgente de la nueva vanguardia estudiantil elaborar un plan de trabajo que represente las demandas más sentidas del estudiantado, en preparación a las próximas elecciones.