Por: León Castañeda

Mucho se ha visto de la coyuntura dentro de la escuela y universidad,  poco es lo que se ha comprendido realmente en diversos sectores que conformamos la comunidad estudiantil. La desinformación y manipulación de la opinión pública, por parte del oficialismo, ha sesgado las percepciones de los estudiantes, por lo que este artículo está destinado a esclarecer la realidad y disolver las dudas que mayoritariamente han sido implantadas en este período de Sergio Morataya y Murphy Paiz.

¿Qué sucede en la USAC?

La universidad experimenta una toma a nivel nacional, en la que diversos sectores están involucrados. Por ejemplo, en el campus central se encuentran estudiantes de varias facultades y escuelas quienes carecen de jerarquías. Esto tampoco significa que se viva de manera libertina dentro del campus, cada estudiante toma responsabilidades tales como jornadas de limpieza, coordinación y ejecución de planes de seguridad, cocinar, llevar control de ingresos y salidas de personas, vehículos y suministros, colaborar en la medida de lo posible con las personas que van a alimentar a los animales de la granja experimental de veterinaria, hacer logística, conformar la mesa con el CSU, llevar la estrategia mediática en RRSS, mantener comunicación con el resto de tomas a nivel nacional, sindicalistas y trabajadores universitarios… Es decir, son muchas las actividades que se experimentan individualmente y no de manera permanente, sino que todos pueden colaborar con algo distinto cada día, lo cual rompe la monotonía y hace más dinámica la distribución de la carga de trabajo. Se está restringido el acceso de bebidas alcohólicas, pues ningún estudiante considera la toma como un centro para vacacionar o vagar, el objetivo es mantenerse alerta ante cualquier represión síntoma de un Rector desesperado.

Las dinámicas de las tomas en MUSAC, CUM y Centros Regionales son distintas, los sectores estudiantiles cada vez se diversifican más, o son particularmente inusuales y alentadores, como el caso del Centro de Chimaltenango, donde fue un grupo de compañeras quienes tomaron las instalaciones a pesar del machismo que impera en el área donde residen y estudian.

La toma en la USAC surge como una necesidad creada no solo por Murphy Paiz, sino de una serie de Rectores encabezados por Estuardo Gálvez quien, con sus políticas neoliberales, marcaba un nuevo rumbo a una universidad que estuviera al servicio del sector empresarial y no al servicio del pueblo, aunque parezca ya un discurso muy trillado por falta de panorama en la realidad nacional. La universidad cumple un papel importante con los EPS en comunidades donde ni siquiera el Gobierno de la República llega a atender las necesidades de los guatemaltecos en pobreza y pobreza extrema, quienes conforman la mayoría de la población y son producto del aborto semifeudal capitalista que llamamos Guatemala. Estos EPS serían entregados a la Cámara de la Industria como mano de obra tecnificada gratis, bajo las excusas de Paiz que ‘’le servirían al sancarlista como una verdadera práctica’’, un claro ejemplo que las políticas neoliberales no son más que profundizadas bajo su administración, al igual que Morataya que en lugar de hacer extensión en comunidades en resistencia para que puedan comunicar de mejor manera las problemáticas de hidroelécricas (de las cuales una ya fue vocero), minas y siembra de palma africana, diga que el id y enseñad a todos sea aprobar un aval de la ECC a los canales de Alba Visión, que además de ser empresas privadas, son los que mayoritariamente conocemos por trabajar en complicidad con el gobierno de turno, manipular mediáticamente a la población y generar cortinas de humo previo a las maniobras políticas relacionadas a la corrupción.

De la misma forma, hay otras necesidades creadas por las autoridades que ya se enumeran en otros artículos del partido. Si analizamos conscientemente una por una, entenderemos que siempre afectan a la población estudiantil, o a sectores de la población guatemalteca que terminarían siendo excluidas de la educación superior.

El Colectivo Estudiantil Universitario no es un grupo que busque perpetuarse en el poder, ni negociar bajo la mesa con el CSU (como bien pasó en la toma de EPA, cuando coincidentemente fue Ingeniería y Derecho quienes terminaron vendiendo el movimiento estudiantil a cambio de puestos administrativos, ¿la historia se repite?), y tampoco hacer la toma bajo la idea de generar simpatía para ninguna planilla que participa en elecciones para AEU. El CEU no es más que estudiantes preocupados por el rumbo de la universidad que buscan rectificar los fundamentos de una educación pública, gratuita y de calidad, quienes siempre han dado la cara y quienes han sufrido ya varias de las represalias administrativas por defender los ideales de las grandes mayorías como en su tiempo lo hizo Chepeleón, Sonia Calderón, Oliverio Castañeda y Rogelia Cruz.

La toma de la universidad tiene demandas genuinas, sin tintes politizados, de la cual todo el estudiantado deberíamos participar o colaborar en la medida de nuestras posibilidades. Es también un paro de labores y una huelga contra las políticas implementadas por administrativos que desvinculan la Universidad de San Carlos con el pueblo que la sostiene.

¿Qué Sucede en la ECC?

El contexto de la ECC no es tan inusual históricamente hablando pero sí que es particular dentro de la Universidad de San Carlos en la actualidad, por lo que abordaremos desde varios enfoques: 1. El antes y después de la actual AECC, 2. El régimen político bajo la administración de Sergio Morataya, 3. El ajedrez político en el que todas y todos participamos jugando o siendo piezas, 4 Las elecciones a director.

  1. La AECC es un tema de suma importancia para abordar, pues es la institución que representa los intereses de toda la comunidad estudiantil. Seguramente eso ya resuena en las mentes, pero, ¿qué significa? Significa que es el vehículo político del estudiantado de Comunicación, responsable de hacer posibles las demandas colectivas según nuestros intereses y necesidades. Se pueden lograr cosas a través de la asociación, como dar una pelea limpia frente a políticas administrativas que en lugar de beneficiar afectan a la comunidad estudiantil. Por ello, además de tener representantes dignos en este espacio, es totalmente necesaria la participación activa de la población estudiantil para que existan en principio demandas legítimas.

Previo a la actual Asociación, por dos años consecutivos hubo coacción administrativa en las representaciones; en tiempo del Secretariado General del actual Representante Estudiantil ante el Consejo Directivo -CD- Heber Escobar eran clarísimas las llamadas de atención de Sergio Morataya cuando se hacía algo que él considerase mal. El control evidentemente no lo tenían los estudiantes sino la administración y por ello no se realizaba nada que beneficiara de fondo a la comunidad estudiantil, más que alguna que otra actividad deportiva y de ocio. No se cumplían funciones mínimas como proteger estudiantes con persecución política, a quienes se ha llegado al punto de que con cierre de pensum y tesis aprobada no se les ha firmado el título, se les ha expulsado de manera arbitraria y se les ha difamado; así como velar por los problemas de estudiantes y control académico (el eterno problema de la ECC), problemas de acoso sexual a compañeras en los que se ven implicados docentes como Guillermo Ramírez, el mismo Director Morataya, Byron García, Allan López, Rony Zúñiga; problemas con negocio de venta de libros, abuso de poder por parte de docentes… La lista es larga, seguro que algo de esto has padecido como estudiante y eran situaciones que quedaban inconclusas, algunas tan pesadas psicológicamente que muchas personas terminaron por abandonar la carrera.

En las elecciones de AECC del 2018, ganó la única planilla que era directa y abiertamente opositora de la administración, lo cual reflejaba el descontento popular en la escuela por medio de los votos. La planilla que en ese entonces fue electa, Renovación Estudiantil de Comunicación, ganó entre semana y también en el PAD, por lo que representaba en ese momento a la gran mayoría activa de la ECC. Mayor que esto, se marcaba el primer espacio que la oposición (que no es solo de catedráticos, la oposición aglutina incluso estudiantes, profesionales y administrativos) le arrebataba de las manos a la dirección. Es por ello que la coyuntura ha cambiado tanto desde este hecho, ya que en señal de la necesidad por el cambio reflejada en esas elecciones, los catedráticos opositores se unificaron a pesar de sus diferencias para avanzar como otro bloque dentro de la oposición. El después de haber ganado la AECC, está caracterizado por ganar terreno contra el oficialismo.

  1. Para determinar el régimen político en la ECC, es necesario determinar primero el perfil de quien maneja y ha manejado durante largos años el poder político, Sergio Morataya. Catalogado como psicópata bajo la percepción de profesionales de la psicología, es un amante de las 48 Leyes del Poder y Nicolás Maquiavelo, el poder por medio del control y las represalias a quien le cuestione. Un ser humano que ejerce la violencia física, verbal, psicológica e incluso amenazas con armas de fuego a catedráticos y estudiantes cuando pierde el control y un parásito más que usa la Universidad como negocio personal y trampolín político. El referente directo de que la USAC refleja lo podrida que puede estar la política nacional.

Dentro de las políticas burguesas en la universidad, que también hacen referencia al Estado Burgués, el régimen político es dictatorial fascista. Tenemos al régimen ultraderechista más reaccionario de toda la Universidad de San Carlos.

¿Bajo qué argumentos el régimen es dictatorial fascista?

La administración ha sido cooptada y manejada por el mismo partido, no existe la libertad democrática pues ‘‘casualmente’’ los estudiantes que han hecho frente como oposición terminan siendo sancionados, condicionados, teniendo problemas con el sistema de control académico, citados en el CD bajo cualquier excusa y/o difamados a través del Netcenter de Morataya; sin dejar de mencionar la represión descomunal e inhumana a gran cantidad de estudiantes, catedráticos, administrativos y hasta a los mismos trabajadores encargados de llevar la limpieza en las instalaciones. El régimen es totalitario, autoritario y reaccionario, esto último se ve reflejado en la coyuntura de la toma de la universidad, donde se imponen las clases en línea como obstáculo para los estudiantes que han sostenido la toma y donde se sigue atemorizando a la cadena de docentes que no tienen plaza fija en la universidad (debemos entender que tanto hay docentes titulares traidores, también hay interinos que solo siguen órdenes de Sergio y que están en contra de todas sus políticas, pero como no tienen plaza fija no les queda más que agachar la cabeza. Son casos no generalizados, la recomendación está en analizar cada caso). Lo que probablemente resalte más las políticas reaccionarias, es que los docentes y estudiantes afines al oficialismo terminen por criminalizar, señalar y satanizar a los compañeros en resistencia, bajo las órdenes de la caricatura de dictador.

  1. Lo veamos o no, estamos dentro de un juego de ajedrez, independientemente de nuestras posturas, apatía, no participación y desinformación que podamos manejar. Como bien se mencionó en otro artículo, la ECC tiene dos bandos, no más, dos.

El oficialismo representa a uno de los bandos, claramente se le ha denunciado por una fuerte cantidad de partes e incluso en conjunto de forma multisectorial. No es difícil ver quiénes componen la base del oficialismo, más que los altos mandos puestos por mero compadrazgo. De no ser así, saber qué hace Mario Toje de Coodinador de la Carrera de Periodismo sin tener carrera periodística, Betsy Ovando en la Coordinación de Locución sin tener estudios ni experiencia en la Locución que puedan respaldar su trabajo, Claudia Molina que es por mero favor político que se ha mantenido en la Secretaría de la Escuela, gracias tanto a las lavadas de imagen que le da al Director, como a la maniobra que Morataya usó contra Julio Moreno Chilín mandándole a Claudia Molina para que le averiguara información comprometedora bajo la fachada de una aventura sexual, para así someterlo por largos años.

La oposición completa el otro bando que juega contra la administración. Es mentira que los docentes manipulan a los estudiantes para manejar un discurso contra la administración, los estudiantes también somos capaces de sostener una crítica pura y dura contra la gente que lo ha venido haciendo mal en el poder, o es que lo dicen porque son conscientes que la educación que imparten es tan mala, que los estudiantes no seríamos capaces de tener pensamiento crítico y congruencia en el discurso. La oposición claramente no es perfecta, es necesario trabajar en unión ya que se poseen los mismos o varios intereses en común. La coyuntura demanda unidad a pesar de las diferencias y falencias, así como demanda madurez política a la comunidad estudiantil. El pensamiento que todo esto trata un juego inmaduro por el poder no hace más que ratificar y respaldar el discurso del oficialismo.

Aún los estudiantes que se desentienden de la política en la ECC, juegan un papel político importante, la cuestionante siempre es ‘’esta o aquella acción o pensamiento, ¿a qué bando beneficiaría más?’’. No hay pensamiento o acción que esté fuera del panorama político de la escuela y que no pueda ser parte de una estadística electoral.

  1. La coyuntura electoral está ardiendo, el combustible clave es por lo regular las maniobras reaccionarias del Consejo Directivo. El CD tiene por objetivo desinformar sobre las posturas y decisiones estudiantiles, a tal grado que politizan posturas frente a la herramienta de Google Classroom, que en la actualidad denota más el apoyo a Murphy Paiz. Han tratado de hacer parecer ante la comunidad estudiantil que el comunicado del PAD fue escrito por Julio Ochoa y Héctor Salvatierra, docentes referentes de la ECC, cuando claramente los puntos fueron abordados y discutidos en asamblea, propuestos, quitados y aprobados todos con la prueba de una transmisión en vivo que realizó la Asociación durante la Asamblea.

Esta maniobra castiga el pensamiento crítico de los estudiantes, además de satanizar nuestro derecho a tener preferencias políticas en estas elecciones. Apoyar al candidato de la oposición no es malo, lo que buscan es relacionarlo a las actitudes de ‘‘los malos estudiantes y los malos catedráticos’’, todo lo que se hace comunica algo.

Un hecho que podría ser detonante es que se haya lanzado un comunicado desde el CD sobre la suspensión de elecciones a Director y que se establecerían fechas a partir del retorno a clases, lo cual nos puede dar indicios que Sergio Morataya quiere permanecer por más tiempo del estipulado en el poder. Si ese fuera el caso, las estrategias estudiantiles en masa deberán responder bajo la dinámica de la dialéctica con otras que representen medidas más drásticas que las del enemigo.

En este artículo no se pretende coaccionar a nadie para que vote o no por Checha Paiz, que es el candidato a director que se propone desde las bases de la oposición. Todo lo contrario, se llama a reflexionar sobre la coyuntura de la escuela antes de emitir un voto y plantear como objetivo qué escuela queremos y qué futuro merecemos, cuestionar qué grupo de la escuela es el más académico y multidisciplinario, quiénes han respondido de manera activa cuando la coyuntura lo ha demandado, por qué se ha manchado la imagen pública de muchos integrantes de la oposición y qué se esperaba alcanzar con ello.

¿Qué hacer?

El remedio de males es el intercambio de experiencias entre las 3 carreras técnicas y la licenciatura. El divisionismo ya no es funcional en este tiempo de crisis, la mejor forma de fortalecernos como estudiantes es tocar estos temas primero en nuestros grupos de amigos, dialogar y hacer asambleas en nuestros salones, hacer luego contacto con otros salones de cualquier jornada, carrera y semestre y por último emplazar a la AECC a que se conforme una asamblea permanente con la participación de la gran mayoría de estudiantes. Es la única manera de protegernos y darle dirección a las acciones que podamos tomar como estudiantes.

Cada vez que se toquen temas y haya estudiantes tratando de dividirles, de opacar los argumentos válidos, deshaciendo lo que se busque construir en la base estudiantil, es claro que hay nexos con la administración y que tienen por fin entorpecer la organización estudiantil para ser premiados particularmente. Por algo son las personas que tienen columnas de opinión en el ESU, que se mantienen sin hacer mayor cosa en Lagencia-Laboratorio de Ideas y aun así ganen sus cursos de publicidad, que tienen puestos editoriales y de relevancia en medios nacionales sin tener más que el técnico, los que han sido beneficiados económicamente, con favores o diplomados. No es coincidencia que estas personas estén en sus salones, monitoreando a todos todo el tiempo e intercambiando información en grupos de whatsapp con administrativos pasando fotos y minutas de lo que ocurre. El tiempo los hará pagar.

Las redes sociales son un espacio de diálogo pero también de control, lo mejor es acuerpar, reunirse y apoyar actividades estudiantiles de manera presencial. Ser garantes del compromiso que implica defender la educación de nuestra unidad académica y universidad. La ECC puede pasar de ser la más apática a la más participativa de la USAC. No hay que escatimar que es probablemente la más peligrosa para las administraciones, ¿qué se lograría si toda la escuela fuera consciente y tuviera el poder mediático en la U? no quedaría espacio para manipulación o desinformación. A nadie más que nosotros le conviene eso, tenemos todo por ganar y lo único que tenemos para perder son las cadenas.

AVANZAMOS HACIA LA VICTORIA POR LA HEGEMONÍA EN LA ECC Y DERROCAR LA OPRESIÓN LABORAL Y ESTUDIANTIL DE LA ESCUELA. ¡POR LA LUCHA DE UN CUARTO PODER QUE EDUQUE, INFORME Y ENCAMINE A LAS MASAS HACIA LA REVOLUCIÓN CENTROAMERICANA!