Por Joseph Manuel A. Herrera

A diferencia de toda la desinformación de paga, emanada de los medios oficiales como SoyUsac, El Sancarlista U y cientos de páginas y perfiles en las redes sociales, de las diferentes dependencias de la universidad de San Carlos, que en estas dos últimas semanas parecen dedicarle todos los medios a su disposición para promover una campaña de odio contra las heroicas tomas del estudiantado y de los trabajadores sancarlistas en todo el país, acciones de huelga que ya llevan 21 días de haberse inaugurado.

Con enojosa incapacidad el rector debe asumir que no ha logrado su cometido inicial, de voltear a la opinión pública de la población guatemalteca contra los estudiantes que hoy mantienen tomados más de una veintena de sedes Académicas, Centros Universitarios en el interior del país, así como el recinto del Campus Central –el más grande de Centroamérica–; el Centro Universitario Metropolitano (CUM) que contradiciendo la información de las autoridades, fue una decisión acordada por las asambleas estudiantiles de medicina y de psicología, logro en todo caso de la democracia estudiantil y no de la presión administrativa; el Club Deportivo Los Arcos bajo control del digno comité de huelga de la Facultad de Agronomía, el Museo Universitario (MUSAC) y la toma atípica del Paraninfo Universitario que se ha desbandado en los últimos días, demostrado esta última semana, que dicha toma ha estado sirviendo consciente o inconscientemente a los intereses de la neoliberal administración del rector Murphy Paiz.

Se siente pero nadie ve, el fascismo es como el viento”

Para el estudiante puede ser actualmente difícil entender el término de fascismo, pero hoy es más imperativo que nunca, emprender la decodificación de los mecanismos que la rectoría ya ha empezado a utilizar contra cualquier sector de la comunidad sancarlista, que se manifieste inconforme con su neoliberal gestión, que no es otra cosa que la venta y el remate al mejor postor de los servicios de la USAC, y por lo tanto, del patrimonio de todo el pueblo guatemalteco.

Sin olvidar como las subidas incoherentes de las tasas estudiantiles (vocacional, PAP, cuotas para deportes y espacios culturales) sin vinculación de ningún tipo con razón a la realidad de un país con más de la mitad de su población en niveles de pobreza y extrema pobreza, buscan terminar por privar de la educación superior a grandes sectores de la sociedad, tan necesitada de conocimiento y no de dadivas hechas de ilusión publicitaria, que solo buscan distraer al público del gran robo a luz del día que comanda el rector.

Uno de los métodos por excelencia del fascismo es el de estimular las diferencias dentro de grupos de la misma población, en este caso el gremio estudiantil, para promover así el choque físico entre fuerzas inicialmente contradictorias, exacerbando diferencias y apuntalando los odios sin sentido; la rectoría ya ha echado andar esta táctica fascistoide y lo ha demostrado con sus acciones públicas y encubiertas, en comunicados oficiales, en chats en el conglomerado de redes sociales, así como en las apreciaciones criminales del mismo rector en la prensa nacional, anunciando desde hace una semana la inminente apertura de las instalaciones tomadas, afirmando que será el estudiante dirigido por él y sus grupos serviles afines, quienes lo harán a costa de todo, sin importar las consecuencias que pueden llevar una riña a golpes entre estudiantes para cumplir la megalomanía infantil del rector, por aparentar recuperar el control de la situación, que hace ya tres semanas ha perdido.

Con el accionar de algunos grupos aislados e instrumentalizados por las autoridades, unos con conocimiento de causa que les dará redito inmediato en la cartera de esquiroles rompe huelgas del rector y los otros, ciegamente conducidos por la presión de las circunstancias de la actual crisis universitaria, han estado gravitando entre la promoción de chismes de una agresión que nunca llega, pues la mayoría del estudiante acompaña en presencia o con solidaridad las 18 demandas nacionales del estudiantado sancarlista.

¿El Paraninfo una toma al servicio de la rectoría?

Hace ya más de una veintena de días, la toma del Campus Central en la zona 12 capitalina, dio como reacción inmediata, una movilización espontanea del estudiantado a nivel nacional, que termino como más de una veintena de sedes y centros universitarios tomados por los estudiantes y los trabajadores, en contra del proceso de privatización de la educación de la actual rectoría y en respaldo a las 18 demandas del Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), exigencias de carácter defensivas de la educación, que han calado en la amplitud de las organizaciones estudiantiles y sindicales sancarlistas de todo el país, sin importar las formas de estructuración de dichas organizaciones (asociaciones, colectivos, comités, salones o grupos de estudiantes).

Pero en la historia siempre hay evolución de condiciones contradictorias, una de ellas ha demostrado ya el carácter servil en la toma del recinto del Paraninfo Universitario en la zona 1 de esta misma capital. Pues dicha toma fue protagonizada en un principio por los estudiantes de agronomía dirigidos por su digno Comité de Huelga de Dolores –Los Verdes–, la actual junta directiva de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería (AEI), la de Derecho (AED) y la de Arquitectura (AEDA).

Al principio pareció ser otra toma vinculada a la lucha general por la defensa del derecho de la población a la educación superior, incluso en las primeras horas de esa toma, los estudiantes en protesta del Campus Central asistieron con insumos no solo al CUM, sino a los estudiantes en toma en el Paraninfo Universitario, que más temprano que tarde demostraron su afinidad a los movimientos anti protesta dirigidos en la trastienda de la rectoría, trasladada actualmente a la Casa Cultural Flavio Herrera como el centro de operaciones del rector y sus esbirros. 

Pero con el pasar de los días, la tónica discursiva de los dirigentes de las asociaciones antes mencionadas, fue variando poco a poco, descubriendo la complicidad que estas asociaciones tienen con los intereses de la rectoría, siendo instrumentalizados como rompe huelgas en los hechos. A la lejanía cabe pensar, que varios de los actuales miembros de estas juntas directivas tienen intereses particulares que los vinculan directamente con la administración central de la USAC, a tal punto que sabemos que el mismo rector y ex decano de la Facultad de Ingenieria, tiene sus hilos tendidos vía la flamante decanatura de dicha facultad, Anabela Cordova, ungida del actual rector, y sobre la diversidad de grupos de docentes y estudiantes de esa misma facultad, por lo tanto también de su asociación de estudiantes; de igual manera podemos desmadejar que el control del ex rector Estuardo Gálvez, padre político de Murphy Paiz, sobre la Facultad de Derecho ha hecho que la AED esté vinculada al grupo de poder que controla dicha facultad, esta dialéctica del poder se repite con el actual secretario general de la USAC, el arquitecto y ex decano de la facultad de arquitectura, el sulfurado Carlos Valladares que parece tender su control sobre la organización oficial de los estudiantes de arquitectura, jugando las tres organizaciones un papel infame hasta el punto de tirar bajo los pies de la administración la dignidad y la independencia que el gremio estudiantil debe tener, para defender los derechos del pueblo.

Entender la dinámica de clase del estudiante, para entender la dinámica de las tomas estudiantiles

Han pasado ya una veintena de noches y de días, y sobre los estudiantes a pesado de diferente manera el cansancio y la presión externa que la realidad ejerce sobre dichas tomas. Después de una desastrosa asamblea convocada por la Junta Directiva de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería (AEI), con una afluencia de un poco más de cien estudiantes, asamblea que fue manipulada por esa asociación para dejar fuera de ella a todos los estudiantes que no fueran afines a su plan general de romper la huelga estudiantil, sembrando el discurso anti protesta del estudiantado consciente, incluso amenazando durante dos semanas con desalojar por asalto violento la toma del Campus Central ha dado por conclusión, el abandono de esa organización estudiantil del Paraninfo, siempre jugando la carta de tensionar las fuerzas estudiantiles, promoviendo chismes y rumores de un inevitable asalto de las puertas del poder estudiantil en el Campus Central, pudiendo ser esta acción por medio de un grupo de choque reducido o por la aglomeración y manipulación del estudiante en las puertas durante el día.

De manera parecida ha terminado las argucias de la Asociación de Estudiantes de Derecho (AED) que después de una primera asamblea deshabitada por los estudiantes, se llegó al  pleno de una segunda asamblea, esta vez con una minoría de menos de cincuenta estudiantes, donde la propuesta de presionar vía el desalojo violento, buscando poner a los estudiantes de derecho contra los estudiantes que sostenemos la lucha en el Campus Central se les esfumo en las manos. El tiro les salió por la culata, pues los estudiantes de derecho reunidos en asamblea presionaron porque la AED reconociera las justas 18 peticiones de los estudiantes en lucha en todo el país, deteniendo así su publica belicosidad con respecto a la toma del Campus Central; no descartamos que ante la incapacidad de la troika AEI-AED-AEDA de poder ratificar su agenda maliciosa, que apoya la discursiva rompe huelgas de la administración, dichas organizaciones hagan uso de otros métodos –encubiertos– para consolidar su servilismo para con el rector, como el descabellado plan de un ataque violento contra los estudiantes que luchan.

Ya se conoce el pronunciamiento del Comité de Huelga de Ingeniería, que se desliga públicamente de las maniobras esquiroles de la (AEI), de querer abrir a la fuerza las puertas del Campus Central, postura ausente de las diferentes facciones que conforman los comités de Huelga de la Facultad de Derecho, que incluso han ayudado a promover la discursiva del ataque inminente, mecanizando la tensión como método de desgaste de la heroica toma del Campus Central, punta de lanza para disuadir a los estudiantes en lucha de todo el país.

La Situación apremiante del Centro Universitario Metropolitano (CUM)

A diferencia de los comunicados odiosos procedentes de las diferentes dependencias universitarias, tratando de falsificar la voluntad del estudiantado del CUM, el retorno a la normalidad de dicho centro este lunes 19 de agosto responde al designio de la asamblea mixta de estudiantes de medicina y de psicología, así como al acuerdo entre las asociaciones de estudiantes de medicina (AEM) y de psicología (AEPS) de tomar en cuenta el llamado de los estudiantes tesistas de medicina, que ven con preocupación el cierre del CUM ante el inminente proceso burocrático para llevar acabo sus residencias en el sistema de salud pública, que podría dejarlos fuera de los hospitales en el año 2020.

Los compañeros médicos, previniendo como el gobierno actual puede usar el vacío de los importantes contingentes de residentes médicos que pone la USAC en los hospitales nacionales, incluso sembrando derivado de esto, la discursiva del odio al estudiante en huelga, con la ya normal retórica del “enemigo interno” del gobierno derechista de Jimmy Morales y la ratificación del modelo reaccionario de gobierno en la figura del presidente electo Alejandro Giammattei, que complicara las formas y métodos de lucha que podrá adoptar el estudiante de ahora en adelante.

Muchos compañeros y compañeras han esgrimido la vieja confiable idea, de que el acomodado estudiantado de medicina ha tenido un rol conservador en esta lucha, por lo que los comparan al punto de asimilarlos, con las tomas serviles a la administración en el paraninfo, pero en este caso es necesario darse cuenta que el estudiante del CUM ha respondido de una manera nunca antes vista, pues en unidad decidieron la noche del 30 de julio tomarse su centro, de esa misma manera decidieron unitariamente aperturar los edificios de medicina y dejar cerradas las instalaciones de psicología, correspondiendo al desarrollo desigual y combinado del estudiantado sancarlista, cruzado por sus diferencias materiales y de clase, que son en fin las forjadoras de la conciencia e ideología, que influyen nerviosamente en el aliento y sacrificio necesario en una lucha prolongada, que le impiden ser un ente fácilmente bosquejado por esquemas mentales, que no pueden entender su lógica de gremio con características heterogéneas.

Se ha consolidado la coordinación interna del estudiante del CUM, sin provocar muchos traumas que tiendan a profundizar las tradicionales divergencias entre psicólogos y médicos, incluso desarrollando los lazos necesarios para reorganizar una retoma de las instalaciones completas del CUM, unida a un movimiento nacional de estudiantes cada día más maduro, y que será necesario en dado caso las autoridades incumplan los acuerdos alcanzados en la mesa de dialogo, donde deben ser abordados los últimos puntos, durante el trascurso de esta semana.

Se puede dilucidar el porqué de la importancia que para la administración tienen los medios publicitarios y divulgativos de todas sus dependencias USAC –sin olvidar los no oficiales: paginas falsas y cuentas falsas–, que no han dejado de  promover eventos, comunicados y anuncios de reapertura de las clases, destinados a desinformar al estudiante para que este se aglomere en las puertas de las diferentes tomas como una medida de presión contra la propia mesa de dialogo, incluso con la amenaza latente de su utilización como base de apoyo de los grupos de choque que el rector legalizo por la vía de contratos y plazas fantasma en la diferentes dependencias burocráticas de la USAC a su llegada –entiéndase la transitoria y sus amigos e inversiones en la seguridad privada–, alertando que siempre cabe la posibilidad que el rector en su desesperación haga uso de estos.

Es necesario entender el sacrificio real que pesa sobre el estudiante que le ha dado vida y aire a estas heroicas tomas en todo el país, entender sobre todo la tradición de lucha estudiantil que alzan como bandera las generaciones jóvenes de estudiantes, levantando del lodo el método por excelencia del estudiantado, al tomarse sus centros de estudios, fábricas de la formación profesional y académica, que llenaran las vértebras y venas del país.

Hoy entendemos mejor, como el actual rector a instrumentalizado al estudiantado desinformado, para ponerlo en contra del estudiante en lucha, y advertimos con seriedad la necesidad que tiene la comunidad estudiantil de discutir abiertamente y democráticamente en asambleas un balance de la lucha actual, ante la inminente finalización de la mesa de negociación, y el periodo de lucha que posteriormente debe hacer uso de otros métodos de huelga estudiantil, para obligar a las autoridades a cumplir lo acordado en estas jornadas de lucha y del fuego estudiantil, que nos han llenado de esperanzas a todos.