Por Úrsula Coj

El 21 de octubre, con 107 votos, se eligió la nueva Junta Directiva para el año 2021 en el Congreso de la República, quedando el actual presidente Allan Estuardo Rodríguez Reyes del partido oficialista Vamos por una Guatemala Mejor (VAMOS) como presidente del Órgano Legislativo, por un año más.

Nuevamente las fuerzas de derecha y extrema derecha que han gobernado al país en los últimos 10 años se aseguran mantener este órgano del Estado. La Junta Directiva, además de Rodríguez, está conformada en las vicepresidencias: Sofía Hernández de la Unión del Cambio Nacional (UCN), Luis Rosales del partido Valor y Armando Castillo de la bancada Visión con Valores (VIVA).

En las secretarias quedan: Carlos López de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Rudy Pereira del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), Douglas Rivero del Partido Humanista Guatemalteco (PHG) y Jorge García Silva de Prosperidad Ciudadana (PC). Los cambios se dan porque Felipe Alejos de Todos queda afuera; esta bancada no votó por la nueva junta directiva a excepción del diputado Jorge Ubico.

Esta alianza, con algunos cambios, es la que ha permitido en las dos últimas legislaturas y desde el gobierno anterior, al bloque de fuerzas de derecha controlar esta instancia. Sin embargo, se registraron algunos cambios, como el hecho que el partido Todos se haya desligado; recordemos que este partido es cercano a personajes mafiosos que ocupan posiciones de poder en las cortes en el Organismo Judicial, y esta vez se ausentaron del pleno.

Votaron a favor, la UCN, un armado cercano a ex militares y personajes ligados al narcotráfico; el FCN-Nación, partido del ex gobernante Morales, también conformado por ex militares. EL PHG de reciente participación, una expresión ligada al extinto Frente Republicano Guatemalteco, del ex dictador acusado por crímenes de genocidio, Efraín Ríos Montt. PC, de sectores que se han enriquecido desde el manejo de la administración municipal, especialmente su ex candidato presidencial Edwin Escobar. VIVA, un partido con posturas fundamentalistas evangélicas conservadoras. Votó a favor, además, la bancada de Podemos con un solo diputado, partido que fue conformado por ex integrantes del desaparecido Partido Patriota.

La UNE, por su parte, desde el inicio de esta legislatura se ha dividido entre un sector cercano a la ex candidata presidencial Sandra Torres, quien ha apoyado al gobierno actual y metido piezas dentro de la Junta Directiva y la otra fracción que no votó, sino que sus integrantes se ausentaron del pleno. Bienestar Nacional, asimismo dividida entre una facción que ha votado y apoyado al oficialismo y otra dirigida por la ex primera dama del gobierno de Alfonso Portillo, Evelyn Morataya, que ha sido de oposición; en esta ocasión varios de sus diputados se ausentaron.

Lo mismo la bancada del Partido de Avanzada Nacional con dos diputados, uno votando a favor y otro con licencia quien no votó. Igual que el partido Victoria, ambos de derecha votando divididamente o ausentándose. Por su parte, del partido Compromiso, Renovación y Orden (CREO), cercano a posiciones modernizantes de la oligárquica varios diputados votaron a favor y otros se ausentaron o tenían licencias; anteriormente estos se habían sumado al bloque opositor. El Partido Unionista del clan de los Arzú, quien ha sido aliado al oficialismo, esta vez se desligó ausentándose del hemiciclo

En tanto que un diputado de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Pedro Saloj, en total descaro votó a favor de la Junta Directiva, aduciendo espurios beneficios para obras sociales en su departamento, Sololá. Esto y otras acciones de los últimos meses, demuestran la deriva oportunista de las izquierdas.

En tanto que la fracción opositora de la UNE, encabezada por los diputados Orlando Blanco y Carlos Barreda, denunció al gobernante y sus operadores políticos de incidir en la conformación de esta nueva Junta Directiva comprando votos y ofreciendo obras en los municipios de origen de los legisladores.

Votaron en contra, diputados de los partidos Bienestar Nacional, Victoria, Movimiento por la Liberación de los Pueblos, URNG, Movimiento Semilla y Winaq.

A pesar de la dispersión de los diputados en 19 bancadas en el legislativo, la extrema derecha y el gobierno de Giammattei lograron asegurarse un año más de control del Congreso, comprando votos. La oligarquía, los militares y el crimen organizado se aseguraron por otro año este poder del Estado para apuntalar su proyecto de endurecer el régimen político. Las organizaciones sindicales, campesinas y populares, debemos responder con el fortalecimiento de la unidad en la acción y movilizarnos en torno a un programa de reivindicaciones democráticas y sociales.