Por Leonardo Ixim

Recientemente el Secretariado General de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) de la Universidad San Carlos de Guatemala convocó al proceso electoral para elegir un nuevo secretariado por los dos años subsiguientes, dentro del contexto de pandemia y la ausencia de clases presenciales para evitar contagios por el coronavirus, por más de un año ya.

En ese sentido, el secretariado convocó, junto al Consejo Consultivo (órgano subalterno conformado por representantes de las asociaciones estudiantiles federadas) al Consejo Electoral, y se ha dividido el proceso en tres etapas; una primera etapa deberá aceptar las planillas que disputarán el secretariado general, las cuales tendrán fiscales con voz, pero sin voto y su inscripción. Una segunda etapa será la campaña electoral, previamente solicitando al Registro y Estadísticas de la universidad el padrón del campus central.

Sin embargo, la improvisación fue la nota característica, pues el meollo es definir de qué forma participará el estudiantado, tomando en cuenta que no hay clases presenciales, sin tener clara la fecha de elecciones, definiendo que las elecciones se realizaran en la última etapa, cuyo rango es del 25 de agosto al 9 de octubre, cuando se cierra el proceso tras la calificación de votos, la audiencia de escrutinios y la declaratoria oficial de ganador. A esto se suma que muchas asociaciones realizaron procesos eleccionarios, pero con una participación marginal por la situación de la pandemia. La falta de estudiantes cuestiona la legitimidad de estas elecciones y agrega tensión al ya inexistente movimiento estudiantil.

En 2016, a partir de la movilización estudiantil, sin duda un reflejo de las movilizaciones nacionales de 2015, se recuperó la estructura formal de la AEU; en ese momento fue creado un comité electoral provisional conformado por actores quienes provenían de esa lucha.

En ese momento, de un universo de votantes en el campus central -cuando se habla de AEU se hace referencia a la asociación histórica ubicada en la Ciudad de Guatemala- de 85 mil votantes, votaron un poco más de quince mil, si bien una cantidad pequeña, pero para nada despreciable, debido a la apatía promovida por los grupos mafiosos, que aun hoy tienen presencia la Huelga de Dolores y las políticas anti estudiantiles de autoridades y algunos docentes.

Esta elección la ganó el grupo Frente, dirigido por Lenina García, la cual se convirtió en secretaria general, siendo la primera mujer en asumir ese cargo, ubicándose en segundo lugar el Movimiento Estudiantil Universitario por el Cambio. Frente tuvo el apoyo y financiamiento de organizaciones sociales democráticas y varias ONGs que desconocían las particularidades internas del estudiantado.

En 2018 se realizaron nuevamente elecciones participando tres planillas, votando solamente siete mil estudiantes, ganando el grupo Conciencia (heredero de Frente) sobre Tu Voz, cercano a los intereses de la burocracia universitaria. Conciencia, al igual que Frente, se ha caracterizado por una perspectiva democrática la cual no es negativo, pero su horizonte se limita a la defensa de un estado de derecho cada vez más degradado y no han logrado movilizar al estudiantado por sus demandas particulares.

Cuando se realizó la toma universitaria de 2019, por parte del Colectivo Estudiantil Universitario por una serie de demandas estructurales, el secretariado de la AEU y el Consultivo, se sumaron más por presión que por otra cosa; desgraciadamente ni la AEU ni otros grupos políticos, ni las asociaciones han logrado conectarse con el sentir estudiantil.

Ante esta situación desoladora, un grupo de estudiantes impugnaron ante el Consejo Electoral, por vicios en la convocatoria y una serie de ilegalidades, además del argumento político de la falta de estudiantes para lograr un proceso participativo real. Tal órgano, sin conocer ni siquiera con razones jurídicas de peso, no aceptó tal recurso.

Para este proceso electoral el grupo Conciencia se fracturó en una facción cercana al actual secretariado de AEU y otra cercana a las autoridades universitarias; además de grupos claramente de derecha relacionados a los mafiosos que controlan el Comité General de Huelga, a partidos políticos conservadores y posiblemente un grupo que representa intereses verdaderamente estudiantiles como Tejido.

El grupo Conciencia ha realizado una serie de procedimientos sin ninguna legalidad para modificar reglamentos, ante la falta de una base real de apoyo. debido a divergencias internas y falta de liderazgo. El problema es que estas acciones envalentonan a los zopes que controlan la huelga, quienes con personajes nefastos supuestamente inscritos en derecho, arquitectura y ciencias económicas, y buscan llegar al secretariado de la AEU.