Por Horacio Villegas

El mes de octubre y el comienzo del mes de noviembre han traído consigo una ininterrumpida marea de acontecimientos políticos que en nada contribuyen a solucionar la crisis migratoria, y el problema de fondo que es la presencia del gobierno nacionalista en el poder.

La dinámica de la oposición ante la caravana de migrantes

Tanto en Honduras, como en los demás países centroamericanos, se ha ido afianzando una condición que demuestra el fracaso de las políticas neoliberales y el saqueo de los partidos que han gobernado bajo el esquema bipartidista; esta condición ha estallado con mayor intensidad en Honduras, y ha mutado en la forma de una masiva caravana de migrantes con dirección a Estados Unidos.

El golpe de Estado del 2009 y la crisis post-electoral de noviembre del 2017, son las dos situaciones críticas que han nutrido de desesperación a los hondureños, debido al incremento acelerado de la violencia, la pobreza extrema y la burda y corrupta administración del Estado por parte de los nacionalistas.

En la semana que lleva la caravana de migrantes, se han destapado diferentes posturas a lo interno de los partidos tradicionales: por un lado, el Partido Liberal con Luis Zelaya, quien representa el ala opositora al gobierno, lanzó una publicación el sábado 20 de octubre en donde explícitamente llama a la unidad de la oposición

“…para exigir salida de Juan Orlando. Luego formar gobierno de transición, donde ninguno de nosotros sea parte, que garantice próximo proceso electoral transparente y un plan de reactivación económica” (Declaración de Luis Zelaya en las redes sociales, 20 de octubre de 2018).

Luis Zelaya hace este claro llamado a la unidad de la oposición, en un momento en donde su partido ha tenido una grave fractura, que le ha costado diez y siete de sus diputados de bancada; quienes se han enlistado en la facción corrupta y pro-gobierno de Elvin Santos, quien a su vez encabeza la lista de expulsados. Entendido de la crisis de su partido, ha puesto, aparentemente, a disposición todos sus medios, aunque no haya anuncio todavía de convocatorias a movilizaciones o protestas.

La retórica de Luis Zelaya invoca al liberalismo radical que operó en este partido en el transcurso del siglo pasado, pero aun así, confía más en la lucha parlamentaria y formalista burguesa, que involucra a los caudillos como Mel, y al contradictorio Salvador Nasralla.

El partido de oposición Libre, representado por el caudillo Manuel Zelaya, ha propuesto una Asamblea Nacional Constituyente o un “acuerdo nacional” como le ha nombrado en sus declaraciones. Este acuerdo nacional consiste en reunir a todos los sectores sociales, y sectores políticos, para así reconstruir el orden constitucional en el país.

Por su parte el Padre Melo, quien lidera la Convergencia Contra el Continuismo (CCC), ha convocado una caravana de solidaridad con los migrantes desde el martes 23 de octubre; esta caravana vendría a desembocar a la capital hasta el día viernes 26 de octubre. Mientras tanto los nacionalistas han sacado a sus bases pagadas a movilizarse en diferentes puntos de la capital, esto con el fin de desvirtuar las verdaderas causas de la migración masiva de hondureños, que han sido sus políticas impopulares de privatización, su servilismo a Estados Unidos y sus actuaciones corruptas y de saqueos al erario público.

El miércoles 7 de noviembre se constituyó la Plataforma Ciudadana, espacio que aglutina a los representantes de la oposición y ciertos sectores civiles que se oponen al régimen de Joh. Esta Plataforma surgió en medio de la crisis de migrantes que vive el país, y arremete con declaraciones fuertes que invocan la salida inmediata del gobierno y la creación de una junta de transición tal como la exigió Luis Zelaya. Los puntos de exigencia son los siguientes:

“1. La inmediata salida del poder del Sr. Juan Hernández Alvarado y de su gobierno haciendo uso de las vías constitucionales, jurídicas y políticas existentes para tal fin entre ellas consultar al pueblo sobre la reelección presidencial, una salida acordada políticamente o ejercer nuestro derecho constitucional a la insurrección.

  1. Convocar a Elecciones Generales anticipadas bajo la responsabilidad de un gobierno provisional que se constituya expresamente para ese fin, con garantías de respeto de la voluntad popular, para que se realicen dentro de los seis meses posteriores a la salida del Sr. Juan Hernández Alvarado y de su administración” (Declaración de la Plataforma Ciudadana, 7 de noviembre de 2018).

Esta Plataforma Ciudadana al igual que otras iniciativas de organización formal, reclaman dentro de la dinámica legalista y como hemos visto a lo largo de la crisis electoral, esta vía a fracasado rotundamente. Los sectores que lucharon luego del fraude electoral no esperan más retórica que en lo absoluto incomoda al gobierno, esperan acciones concretas que se resuman en una calendarización de protestas, tomas de carreteras y demás métodos que sofoquen a esta dictadura.

Las reacciones del gobierno nacionalista

El gobierno de JOH se llenó de perplejidad al inicio de esta caravana de migrantes. Las reacciones de su burda administración se tradujeron en manotadas de ahogado que intentaban por un lado traer de regreso a toda aquella multitud de hondureños que ya habían arribado a Guatemala; y por otro lado intentó manejar mediáticamente el problema con ofertas ficticias de trabajo, que como es de costumbre, rondan entre cifras enormes de miles. En este caso la maniobra consistió en el desembolso de 2,400 millones de lempiras para la creación de 12 mil Mipymes, y la aprobación de un nuevo decreto que impulsa esta medida, –así lo anuncia un diario oficial:

“…estamos enviando este día un decreto legislativo al Congreso Nacional para que las empresas que se creen durante los próximos 12 meses tengan exento el pago del Impuesto Sobre la Renta por los próximos 3 años… Estamos ordenando que las facturas y recibos de estos nuevos emprendedores puedan obtenerlas gratis por un año a través de la Empresa Nacional de Artes Gráficas…” (La Tribuna, 24 de octubre de 2018).

Entre el descrédito y el fracaso que rodea al gobierno por este éxodo de hondureños, surgieron más escándalos de corrupción evidenciados por la Maccih, que fueron anunciados por el brasileño Luiz Antonio Marrey, el reemplazo de Juan Jiménez Mayor. Esta vez el acto de corrupción involucra a dos funcionarios del gobierno de Pepe Lobo, Wilfredo Cerrato y Ramón Lobo (hermano de Pepe Lobo). El caso se denominó la “Caja Chica del Hermano”, y los cargos son fraude y malversación de caudales públicos.

“El caso ‘Caja Chica del Hermano’ es el último caso de investigación penal integrada que presenta el equipo formado por MACCIH-OEA y UFECIC-MP. Los anteriores fueron Red de Diputados, Caja Chica de la Dama, Pacto de Impunidad, Pandora, Aseguramiento de Bienes” (Criterio.hn, 13 de noviembre de 2018).

Trump acusa al gobierno de Joh

En plena crisis migratoria, con el carácter frenético que lo caracteriza, Trump declaró que el gobierno nacionalista se roba las “ayudas” que efectúa el gobierno estadunidense a Honduras:

“Ellos no hacen absolutamente nada por nosotros, absolutamente nada. Le pedí al vicepresidente, Mike Pence que llamara al presidente de Honduras a todos… llamó y le dijo: Escucha, no queremos que permitas la formación de caravanas en tu país. Te pagamos cientos de millones de dólares al año, los cuales son muy probable que se los roben y no queremos eso, mientras tanto nada, no hicieron nada por nosotros” (Declaración de Trump el 4 de noviembre de 2018, replicado por Criterio.hn).

Las opiniones que replican a estas declaraciones de Trump van de un extremo a otro entre los analistas, unos afirman que las “ayudas” que Estados Unidos da a Honduras son pírricas y que no generan ninguna condición económica favorable para nuestro país; son posturas que rechazan las declaraciones de Trump, pero que a su vez no dejan de encubrir el fenómeno de la corrupción que tanta miseria provoca. Lo cierto es que existe el fenómeno de la corrupción en su matiz más descarnado desde que los partidos tradicionales gobiernan, lo diga o no este frenético presidente gringo.

“El Gobierno de la República de Honduras, rechaza enfáticamente las declaraciones referidas a un supuesto mal uso de los recursos de cooperación brindados por el Gobierno de los Estados Unidos y demanda una rectificación al respecto” (Comunicado del Gobierno de Honduras, 5 de noviembre de 2018).

Los defensores del gobierno no tardaron en manifestarse en contra de estas declaraciones, hasta el punto de pedirle “rectificar” en sus acusaciones a Trump. Los portavoces defensores de este gobierno como la Canciller Dolores Agüero apretaron los dientes ante estas verdades amargas, y declararon en un comunicado que estas acusaciones “lesionan el honor de la República de Honduras”.

Más traiciones al pueblo hondureño

Los diputados del congreso nacional se dieron un jugoso aumento de casi el doble de su salario normal, arguyendo que al no tener el dinero en concepto del fondo departamental, tenían que acudir a este aumento para seguir realizando obras en sus departamentos representados. La excusa estaba dada para poder acceder a este privilegio que en lo general, la clase trabajadora no consigue desde algunas décadas.

Pero resulta que ahora los diputados de todas las bancadas, incluyendo a los de Libre, exigieron de nuevo este fondo departamental a sabiendas de su descomunal aumento de salario. La aprobación de esta medida se dio el día jueves 8 de noviembre, y serían 400 millones de lempiras aprobados para este dichoso fondo. Los señalamientos de corrupción a los congresistas va por este lado, pues ha sido con este fondo departamental que sistemáticamente han robado al erario público.

Por su parte Doris Gutiérrez ha manifestado que este fondo es una fuente de corrupción, y que no corresponde a los diputados hacer proyectos en sus departamentos correspondientes. Gutiérrez afirmó en la prensa formal que

“no hay sanciones para diputados que no presenten en tiempo y forma sus liquidaciones de manera auditada… ese fondo departamental ha sido una fuente de corrupción… Estos fondos son para hacer un proselitismo político personal…” (Tiempo.hn, 9 de noviembre de 2018).

Estamos frente a otra traición contra el pueblo sencillo que apenas llega, los que pueden lograrlo, al pírrico salario mínimo. Y además es en medio de una multitudinaria caravana de migrantes que sucede este bochornoso primer paso para seguir perpetuando la corrupción en el país.