Hace nueve años, el 23 de marzo del año 2010, en Tegucigalpa, fue asesinado a balazos nuestro inolvidable camarada José Manuel Flores Arguijo, un dirigente excepcional que combinaba experiencia, capacidad intelectual y sagacidad política. Su asesinato fue un duro golpe para el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), que había sido refundado y reconstituido el 4 de abril del año 2009, en algún lugar de Centroamérica.

Manuel no era solo un destacado cuadro y militante de izquierda, prolífico escritor, también llegado ser directivo nacional del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) en el periodo 1999-2001

Un sicario penetró sigilosamente en las instalaciones del Instituto Oficial de Secundaria, San José del Pedregal, y descargó varios balazos por la espalda contra nuestro camarada Manuel, quien desempañaba sus labores como profesor de ciencias sociales y consejero de ese instituto.

El asesinato de Manuel se produjo en el contexto de la lucha masiva contra el golpe de Estado del año 2009, que derrocó al presidente José Manuel Zelaya, y que también produjo centenares de asesinatos selectivos contra los activistas de izquierda.

Las autoridades de Honduras nunca han aclarado oficialmente su asesinato, ha quedado como un crimen más, un número más a la cadena de asesinatos que se produjeron en ese periodo. En determinado momento, años después, se especuló que habían capturado al asesino material, pero todo quedó en dudas y especulaciones. No solo nunca se supo quien era el asesino material, sino que, lo mas importante, nunca se supo quienes fueron los autores intelectuales que ordenaron su asesinato. Los resultados de la autopsia practicada por Medicina Forense y el informe de balística nunca fueron entregados a sus familiares.

No debemos olvidar que en Honduras, a partir de 1982, con la presencia y asesoría de tropas norteamericanas, las fuerzas armadas desarrollaron una campaña de exterminio contra la izquierda revolucionaria. Estos escuadrones de la muerte fueron reactivados en la coyuntura posterior al golpe de Estado del año 2009.

El asesinato de Manuel provocó enormes nuestra de solidaridad a nivel de Honduras, Centroamérica y resto del mundo. Muchas corrientes de izquierda se pronunciaron exigiendo al esclarecimiento de su vil asesinato. Sus funerales fueron masivos, pero con los años, aunque su recuerdo perdura, mucha gente ha olvidado el rol que desempeñaron militantes de izquierda de la talla de José Manuel Flores Arguijo.

Este noveno aniversario de su asesinato ha pasado casi desapercibido. Atrás han quedado las jornadas de lucha contra el golpe de Estado, ahora prevalece en el conjunto de la izquierda un espíritu reformista, mezquino, que olvida las tradiciones revolucionarias. Una de ellas es que jamás podemos olvidar a nuestros mártires, a aquellos que han caído víctimas de la represión de los siniestros organismos clandestinos del Estado.

José Manuel Flores Arguijo seguirá siendo una fuente de inspiración para los socialistas centroamericanos. Nuestro mejor tributo es continuar la lucha que el inició con la fundación del PSOCA en el año 2009, y convertir a esta organización en una escuela de formación de cuadros revolucionarios, que siempre tomen su ejemplo.

Con profundo dolor, llorando de rabia, luchando contra el olvido de muchos, gritamos a los cuatro vientos: Manuel vivirá por siempre, en nuestros corazones, y su muerte será vengada cuando la revolución socialista triunfe en Honduras y logremos finalmente el sueño de reconstruir el Estado Federal en Centroamérica, bajo un sistema socialista.

Nunca te olvidaremos!!.