Por Sebastián Ernesto González

El gobierno de Honduras junto a una comisión del gobierno estadounidense, se encuentran negociando las condiciones para convertir el país centroamericano en un “tercer país seguro”, ya anteriormente lo hizo México y Guatemala. En buen español, no es más que poner trabas para solicitar asilo en Estados Unidos a cualquier migrante que provenga principalmente de países como Cuba, Nicaragua y Venezuela. Aduciendo, que estos en su trayectoria transitan primero por Honduras y que es donde deben hacer la petición de asilo, ya sea por circunstancias políticas, religiosas o étnicas. De no hacerlo, y en el caso de llegar y pasar la frontera del imperio, serían retornados a Honduras.

Gobiernos lacayos y la miseria de un capitalismo salvaje

No hay duda, que el mayor culpable de la migración en Latinoamérica y países africanos es la miseria en la que se ha sometido a las poblaciones, producto de un capitalismo inescrupuloso y de la imposición de gobiernos lacayos y corruptos. Al terminar la guerra fría, la corrupción se incrementó en los países lacayos de los gobiernos estadounidenses, a la par también se incrementó el narcotráfico y la inseguridad, las mafias se fueron consolidando y penetrando los diferentes gobiernos, muchas veces, apoyados y financiados por el pentágono, como sucedió con Manuel Noriega en Panamá y que luego se les salió del redil, y para quitarlo invadieron fácilmente el país.

Honduras no se queda al margen de esta triste realidad, con el golpe de estado del 2009, toda una red de narcotráfico a diferentes niveles se apoderó del estado, debilitado por la enorme inestabilidad social, política y económica a la que se sometió al país, no les fue difícil apoderarse de los tres poderes del estado; El ejecutivo, el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia, así queda evidenciado con el juicio que se le lleva al hermano de Juan Orlando Hernández, Tony Hernández, en New York. A pesar de la heroica lucha del pueblo hondureño contra el golpe, la dictadura se consolidó con el apoyo total del imperio. Son muchos los involucrados en narcotráfico, se mencionan diputados, alcaldes comisionados de la policía y hasta generales de las Fuerzas Armadas. Los que se han extraditado ya son decenas, y reincidentemente se señala a Juan Orlando Hernández como conspirador para traficar droga hacia los Estados Unidos, es muy dudoso que el régimen impuesto posteriormente al golpe, se haya consolidado sin la venia del país del norte, quizás por eso le siguen permitiendo gobernar apaciblemente.

Confites a cambio del tapón en Honduras

Según Mauricio Claver-Carone, asesor especial del presidente Donald Trump y principal de la División de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, manifestó “Si una persona está recibiendo persecución en Cuba y transita por Honduras, entonces esa persona ya no sería perseguida por el régimen en Honduras, igualmente con nicaragüenses y venezolanos que estén siendo perseguidos, eso cumpliría con las normas internacionales, protegerían a esas personas que huyen y habría un proceso organizado de cooperación regional para poder asegurarnos, uno que el asilo sea verdaderamente para aquellos que lo buscan bajo normas internacionales y que sean protegidos, y que ese mecanismo no sea usado solo para llegar a Estados Unidos”. El Heraldo (20/092019).

El gobierno hondureño, a cambio de acceder a la petición del gobierno de Trump, está solicitando la extensión del TPS (Estatus de Protección Temporal) a más de 44,000 compatriotas y el otorgamiento de su residencia permanente posteriormente, el financiamiento de proyectos económicos y el no castigar con el 10% de gravamen a las remesas.

Solo una distribución equitativa de las riquezas podrá detener el flujo de migrantes

Está muy claro que el motivo para que las personas busquen el norte, es la falta de empleo en sus países y la profunda inseguridad en que se vive. El año 2018 en Honduras, se iniciaron las enormes caravanas de centenares de personas huyendo del país, fue desgarrador ver imágenes de padres y madres que con sus hijos osaron a tal pesadilla. Nadie quiere abandonar a los suyos y a su terruño, pero el solo hecho de viajar a otro país les daba esperanza y les daba ánimo para realizar el viaje. Muchos murieron en el recorrido, otros fueron víctimas de secuestro o de xenofobia.

Los pueblos latinoamericanos urgen de un encuentro para exigir a estos gobiernos corruptos y sanguinarios, una justa distribución de las riquezas nacionales y medidas sociales y económicas para mejorar sustancialmente la calidad de vida.