Por Carlos M. Licona

Ya es normal que este narco gobierno lance el zarpazo contra los fondos públicos, en esta ocasión, se han dirigido a los fondos de los institutos de previsión como el INJUPEMP (Instituto de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo), INPREMA (Instituto Nacional de Previsión del Magisterio) y RAP-FOSOVI (Régimen de Aportaciones Privadas), excluyendo únicamente al Instituto de Previsión Militar (IPM).

No es la primera vez que un gobierno confabulado con la empresa privada saquea las instituciones públicas hasta llevarlas al límite de la quiebra, ya ocurrió con la CONADI (Corporación Nacional de Desarrollo Industrial) creada en 1974 y pasó a mejor vida el 29 de septiembre de 1990 bajo el gobierno de Rafael Leonardo Callejas.

Hondutel en su tiempo cuando no existía la comunicación digital fue la gallina de los huevos de oro a la que todos los gobernantes apetecían, la ENEE también lo fue en su momento, el IHSS (Instituto Hondureño de Seguridad Social) fue esquilmado con más de 7,000 millones de lempiras,  ahora les toca el turno a los fondos de los empleados públicos, maestros y empleados de la empresa privada.

La reforma aprobada entre nacionalistas y liberales a la Ley de Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) es el detonante que movilizará al magisterio en defensa de los fondos del INPREMA. Nuevamente es evidente el matrimonio nefasto para el pueblo entre cachos y colorados, son una mancuerna infernal con sed de sangre del pueblo que nunca terminan de saciar. Con la tal reforma aprobada se permite que la banca privada acceda a los fondos y estos mismos sean prestados con jugosos intereses al magisterio, pero los maestros siempre pagan y la banca siempre cobra, el asunto es la magia que hacen para desaparecer el dinero de un día para otro.

Es el momento de que la clase trabajadora se alce contra el régimen

Esta lucha no le corresponde solo al magisterio, son todos los trabajadores que ahora tienen en peligro sus fondos de jubilación y pensión, las formas de robar de los gobiernos corruptos y principalmente el actual, ya son harto conocidas, el caso más emblemático sucedió con la CONADI, cuando el ahora difunto, Miguel Barjum estafó al pueblo y luego, su amigo Callejas lo exculpó de pecado.

Pero también tenemos los casos muy sonados en este régimen como el caso Pandora, las pastillas de harina, los hospitales móviles, actos gigantescos de corrupción…Si en el 2019 la defensa de la salud y la educación pública activó la movilización popular, ahora es el momento para que nuevamente el pueblo se active en contra del régimen. Los docentes tienen la obligación de salir a las calles a defender su dinero, son sus aportaciones de toda una vida las que corren el riesgo de ser desaparecidos en un santiamén.

Si los docentes deben ponerse a la vanguardia pues que bien, pero el llamado también es para el resto de sindicatos junto a las Centrales Obreras para que se coloquen donde corresponde: en las calles. Las bases no deben justificarse en dirigencias traidoras para no asistir a las convocatorias, en este momento el llamado es a lograr que el narco gobierno recule, al igual que se logró en el 2019. Es el momento para que la base supere a las dirigencias y talvez así, se logra que el pueblo se volque a las calles contra el “juanorlandismo”. En la lucha es donde se demuestra quién está con el pueblo.

¡Unidad y lucha! Todos contra JOH y sus secuaces

La organización es muy importante para lograr el triunfo, pero también lo es la unidad y un programa de lucha compacto que sea empujado por todos y todas. Ya el 1 de mayo fue un atisbo de que la gente quiere salir a la calle, la cantidad de asistentes a la movilización rebasó las expectativas de todos los incrédulos, entonces, las cartas están echadas y solo queda propagandizar que hay que salir a defender lo nuestro. El COVID no debe detener la protesta, igual, más vale morir luchando que de hambre en un futuro, sin jubilación ni pensión ni un pan para comer.

Los que van de candidatos a elección popular, demuestren su amor por el pueblo y súmense a las calles, no a llevar propaganda, si no más bien a confrontar la bota asesina que envía el narco gobierno para ganar esta batalla. Una bandera de lucha se levanta, que sea el detonante para que todos volvamos a gritar a todo pulmón: ¿Cuál es la ruta?