Por Carlos M. Licona

El pataleo del Partido Nacional por detener lo más que se pueda el proceso electoral del 28 de noviembre es más que evidente, burdos argumentos que insultan el sentido común de la población son los que utilizan para justificar la renuencia para aprobar la ampliación del presupuesto que ha solicitado el Consejo Nacional Electoral.   

Mientras los voceros de la dictadura realizan su cínico trabajo, “héroes de barro” pretenden erigirse como la solución del país, como lo es la candidatura independiente del capitán Santos Orellana o individuos que colindan en el límite entre la anarquía y el oportunismo. En el país, se han dado dos experiencias electorales que nacieron desde el movimiento sindical, campesino y popular; la candidatura en el 2005 en el partido UD, del doctor Juan Almendares Bonilla y la independiente de Carlos H. Reyes en el 2009, esta última fue retirada para no legitimar el golpe de estado del mismo año y el fraudulento proceso electoral que realizaron con las armas apuntando al pueblo que se movilizaba.

Sin importar si la carreta se coloca delante de los bueyes, lo cierto es que la dictadura abrió el abanico de candidatos para dispersar el voto de oposición, mientras que los participantes se creen dioses al mero estilo del candidato de la televisión cuyo universo -según él- gira alrededor suyo.

El COHEP mano derecha de la narco dictadura

El Consejo Hondureño de la Empresa Privada fue la columna vertebral del golpe de estado en el 2009, lo financiaron y obligaron a los empleados a participar en las “camisetas blancas”, una vez instaurada la dictadura que inició Micheletti y continuó Porfirio Lobo quien bautizó a su sustituto y lo impuso hasta convertirse en el narco dictador actual, los miembros del COHEP se dedicaron a saquear al país a través de sucios negocios con el estado y le cobraron la factura muy cara al pueblo por la convulsión social post golpe, sin piedad y sin misericordia no solo encarecieron ostensiblemente el nivel de vida en el país y orillaron a muchos a los cordones de miseria, sino que, han rebasado la imaginación al apoyar la venta descarada del país a capital extranjero. Si bien es cierto que el COHEP emitió un pronunciamiento en contra de la creación de las ZEDE, posteriormente su presidente, Juan Carlos Sikaffy, en un tweet del 11 de junio escribió “Estoy de acuerdo con las ZEDES, siempre y cuando le otorguen los MISMOS BENEFICIOS a todas las empresas nacionales y extranjeras que operan a nivel nacional”. El resto del COHEP no se tomaron la molestia de contradecir a Sikaffy, dando lugar al cliché de “el que calla otorga”.

La falacia de los empresarios

Si hay algo muy claro en el momento actual es la podredumbre del régimen; por un lado, muy ligados al narco tráfico y evidenciado con muchas figuras presas en New York y por el otro, asquerosos y repudiables casos de corrupción en el que descaradamente han robado a manos llenas sin ningún tipo de escrúpulos, utilizando la desgracia mundial de la pandemia o las consecuencias de los huracanes Eta e Iota.

No es de extrañar entonces, que el COHEP, otrora defensor a ultranza del régimen, pretendan desmarcarse del dictador impulsando un debate en el que se colocan la careta de preocupación por el voto del pueblo, Sikaffy manifestó “El objetivo de nosotros es que el hondureño vote informado, que usted esté completamente sabido de los planes del gobierno y los objetivos de cualquier plan que tiene el candidato”. “Remarcó que no entiende el afán de la clase política de llevar al país a crisis y que traduce a más pobreza”. Proceso Digital (14 de julio).

Palabras hipócritas del presidente del COHEP ya que durante 12 años no les ha importado la miseria del pueblo ni la corrupción en la dictadura.

El cambio de régimen: entre la movilización en las calles o la recomposición desde arriba

El COHEP es un sector más que les apuesta a los proyectos de la ultra derecha, cuyo propósito es un cambio de JOH por otro que les obedezca y favorezca en los permanentes negocios con el estado, el objetivo que tienen en realizar un debate es lavarse las manos por un lado y por el otro; dispersar más aun el voto de oposición. Corresponde al pueblo y a los verdaderos líderes que tienen el deseo de refundar al país, llamar al pueblo a las calles para tumbar a los corruptos y detener las ZEDE. Un debate presidencial promovido por Sikaffy es un circo más para engañar al pueblo.

¡MOVILIZACIÓN YA!