Hoy 12 de octubre, nuestras luchas y resistencias por la vida continúan. Luchas como de la dignidad en la huelga de hambre de más de 80 días por los Mapuches en Chile, las luchas de los Mayas contra la minera y la expropiación de sus tierras por el Estado Guatemalteco, los Pueblos Indígenas de El Salvador por exigir su reconocimiento ante un gobierno que los ignora. Por nuestros hermanos indígenas de México que construyen su visión de un Estado unilateral a lo plurinacional.

Nuestra solidaridad con los Pueblos Indígenas de Colombia que se resisten ante la violación de sus Derechos Humanos y Colectivos, por los Guaraní que ejercen presión por sus derechos territoriales en Paraguay y Brasil. Por los Pueblos Indígenas de Ecuador que se niegan ver vender sus recursos naturales. Por todos nuestras hermanas y hermanos que luchan contra la minera, la hidroeléctrica, la interconexión eléctrica.  Pero también nuestra solidaridad a las comunidades afrodescendientes que fueron arrancadas de su continente, hoy marginadas y excluidas en barrios o comunidades en nuestra América.

En Panamá, las comunidades de San San y San San Druy, territorio Naso, están siendo desalojados de sus territorios ancestrales por la empresa Ganadera Bocas, S.A., y por proyectos hidroeléctricos, con la mirada cómplice del Ministerio de Gobierno y Justicia. Se amenaza el territorio Kuna por mercenarios y delincuentes franceses y holandeses disfrazados de supuestos proyectos ecoturísticos y conservación de tortugas.

Tenemos una Asamblea Nacional de Diputados, que aprueba leyes para elaborar agrocombustible, biodiesel en comunidades indígenas de la Comarca de Madungandí y Emberá Wounaan, una Asamblea de Diputados que eliminan leyes que protegen los derechos de los trabadores asalariados, la protección del medio ambiente y criminalizando a la protesta de los movimientos sociales y de la sociedad civil. Diputados que aprueban leyes de venta de tierras indígenas, privatizando ríos de campesinos e indígenas. Una Asamblea de Diputados, un Ejecutivo que no recibe las demandas de los Pueblos Indígenas en la aprobación del Convenio 169 de la OIT, ni la Ratificación de la Declaración de los DDHH. de los Pueblos Indígenas.

Un gobierno panameño que desconoce la solicitud de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y de el Informe del Relator Especial para los Derechos Humanos de la ONU , James Anaya, de suspender la construcción de la hidroeléctrica  que afecta e inunda las comunidades Ngäbe Buglè de Charco La Pava , Valle del Rey, Guayabal y Changuinola. Un gobierno que a través del Tribunal Electoral se ríe y se burla al inmiscuirse en las elecciones internas propias del pueblo indígena Ngäbe Buglé imponiendo a representantes de gobierno en las estructuras tradicionales propias del pueblo Ngäbe Buglé, para permitir la entrada de la minería, la hidroeléctrica, la militarización en sus territorios.

Un gobierno que Masacra al pueblo Ngäbe Buglè en la provincia de Bocas del Toro, dejando una centena de heridos, asesinados, ciegos, tuertos, en donde  los únicos culpables , delincuentes, borrachos e ignorantes son los indígenas. Y en donde en una mesa de negociación de partes se modifica leyes pero no hay sentenciados, culpables de la masacre y de los asesinatos.

En Panamá, se construye 11 bases aeronavales con el apoyo de los Estados Unidos de Norteamérica, para el supuesto control del narcotráfico y que en nuestro último Congreso extraordinario Kuna, realizado en la isla de Niadup, el Ministro de Seguridad entra al santuario del Congreso General Kuna invadiéndonos de militares fuertemente armados para vender no espejitos sino una base aeronaval en territorio Kuna.

Un Estado panameño, un Ejecutivo, una Asamblea Nacional de Diputados, un Tribunal Electoral, el Ministerio de Educación, la Autoridad Nacional del Ambiente, La Autoridad de Turismo de Panamá, el Banco Mundial, el BID, las trasnacionales mineras han declarado la guerra de exterminio a los Pueblos Indígenas de Panamá expropiando sus territorios indígenas, aunque ello implique la violación de los derechos humanos, colectivos, territoriales, ni garantizando la soberanía y seguridad alimentaria de los Pueblos Indígenas, campesinos y afrodescentientes.

Hoy, 12 de octubre reafirmamos el valor de cientos de generaciones anteriores que lucharon por defender Nuestra Madre tierra, honramos a nuestras Madres y Padres y continuamos hoy con los millones de hermanas y hermanos que luchan en toda Abya Yala y del Mundo por la vida, la tierra y la juventud, como lo defendieron los Urrigan de la Revolución Kuna de 1925.

12 de Octubre del 2010

MOVIMIENTO DE LA JUVENTUD KUNA

¡NO a la base aeronaval en Kuna Yala!

¡Libertad a Leonard Peltier!

¡NO a la Interconexión eléctrica por Kuna Yala!