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A 199 años de la primera independencia de Centroamérica

Este 15 de septiembre se cumple el 199 aniversario de la primera independencia de Centroamérica, proclamada el 15 de septiembre de 1821. Fuimos el único lugar de América Latina en el que las mismas autoridades coloniales juraron solemnemente la independencia. El Acta de Independencia refleja esta incongruencia: "siendo la independencia del gobierno español la voluntad general del pueblo de Guatemala... [optaron por mandarla] a publicar para prevenir las consecuencias que serían temibles en el caso que la proclamase de hecho el mismo pueblo".

 

Casi inmediatamente, esta atemorizada oligarquía se adhirió al Plan de Iguala proclamado por el emperador Iturbide, que pretendía construir una monarquía constitucional criolla con sede en México. Se proclamó la independencia en relación al imperio español, pero inmediatamente caímos bajo el yugo del naciente imperio de Iturbide que, por dicha, no duró mucho tiempo

A pesar de la proclamación de la Independencia, se mantuvo intacto el viejo orden colonial y la opresión y explotación de los pueblos originarios. La anexión a México reflejo el profundo miedo y la incapacidad de la oligarquía para construir una nación independiente. Este es el pecado original de la nación centroamericana.

La anexión a México no trajo prosperidad ni la libertad, las tropas mexicanas invadieron Centroamérica, reprimieron las rebeliones independentistas y cobraron impuestos, acentuando el malestar popular.

En menos de dos años, el emperador Iturbide fue derrocado mediante una insurrección popular el 19 de marzo de 1823. La revolución en México alentó la rebelión de las masas populares de Centroamérica.  Antes que las tropas mexicanas abandonaran el territorio centroamericano, el General Vicente Filísola trabajó arduamente para crear un gobierno transitorio, sentando las base para la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente, la que finalmente se reunió en ciudad de Guatemala, el 1 de Julio de 1823.

En ese momento se produjo la proclamación de la segunda independencia de Centroamérica, al emitir un decreto donde reconocía que "la incorporación de estas provincias (de Centroamérica) al extinguido imperio mexicano... fue una expresión violenta arrancada por medios viciosos e ilegales" y que por lo tanto las provincias de  Centroamérica "representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la antigua España, de México y de cualquier otra potencia".

Por segunda ocasión, presionada por las masas populares e indígenas, la oligarquía se mira compelida a proclamar la independencia y construir una nación y un Estado que no querían. No hallaban que hacer y cómo hacerlo. Al final, los oligarcas liberales centroamericanos se inclinaron por fusionar el modelo de Estado Federal de los Estados Unidos con las instituciones sobrevivientes del Estado colonial, especialmente después de la aprobación y corta vigencia de la Constitución de Cádiz.

Las provincias que en 1824 conformaron la República Federal de Centroamérica constituían, en realidad, una sola nacionalidad.  Tenemos un origen común desde la época colonial, y siempre hemos estado unidos por la raza, las tradiciones, la cultura, el lenguaje, etc.

Después de varias guerras civiles, el caos y la anarquía, el Estado Federal de 1824-1838 colapsó estrepitosamente. Las causas del fracaso de este experimento todavía no han sido debidamente analizadas y asimiladas por los revolucionarios centroamericanos. El resultado del fracaso del Estado Federal fue la desmembración de Centroamérica en cinco pequeños países, con débiles Estados nacionales, que separadas han sido fácilmente dominadas por Estados Unidos

199 años después de la proclamación de la primera independencia y acercándonos a los 200 años en 2021, es necesario proclamar la tercera independencia de Centroamérica, que permita reconstruir el Estado Federal, creando una nueva forma de Estado: los Estados Unidos de Centroamérica.