Historia

Por Aquiles Izaguirre

El 11 de septiembre se cumple un aniversario más del funesto golpe de Estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende e instauró la dictadura de Augusto Pinochet. Muchas historias se cuentan sobre este acontecimiento, en la memoria de una generación quedó impregnado el destierro, las torturas y el asesinato de miles de chilenos que pagaron las consecuencias de la derrota de la Unidad Popular asestada por el golpe fascista. Pero la experiencia que nos legó la trágica historia de estos camaradas, es infinitamente valiosa para las futuras generaciones de revolucionarios, más aún, cuando en nuestro istmo se pregonan las virtudes de los Frentes Populares policlasistas confiando en sectores de la burguesía y las instituciones que defienden los intereses de las clases dominantes.

La Unidad Popular

El 4 de septiembre de 1970 Salvador Allende encabeza la victoria de la Unidad Popular en Chile con un 36,3% de los votos. La Unidad Popular (UP) nace en 1969. Esta UP fue conformada a finales de diciembre de 1969 como una coalición de varios partidos de izquierda y centro, como el Partido Radical, Partido Socialista, Partido Comunista, el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU), el Partido de Izquierda Radical y la Acción Popular Independiente, incorporándose la Izquierda Cristiana y el MAPU Obrero y Campesino. Asimismo se conformaron Comités de Unidad Popular (CUP) para los simpatizantes sin organización política definida.

La vía Chilena al socialismo

El triunfo de la UP vino aparejado con enormes ilusiones de las masas trabajadoras que tenían años luchando en contra los planes de ajustes de los gobiernos burgueses que precedieron a Allende. La UP llega al poder con un programa reformista que pregonaba que se podía construir el socialismo por la vía pacífica, es decir, confiar en el ESTADO BURGUÉS y sus INSTITUCIONES sin que las contradicciones entre explotados y explotadores llevaran a un estallido social.

Allende y la UP dejaron solidas las bases del Estado que les derrocaría, tal era la confianza de Allende en estas instituciones, que el 16 de junio de 1961, en un discurso alabaría al ejército chileno: “Las Fuerzas Armadas de Chile son el pueblo con uniforme al margen de las contingencias políticas subalternas. No hay un hombre de las Fuerzas Armadas y Carabineros vinculado al latifundio, al monopolio, a las empresas mineras o a los bancos; son gentes modestas que viven de su trabajo y que además, muchas veces reciben menos remuneraciones que en muchas de las actividades particulares o públicas.”. (En Allende, su pensamiento político, recopilación de Ed. Granica, Bs. As., 1973, pág. 154)

La conciliación de clases

Como estamos viendo actualmente en Centroamérica, la UP se conforma con la “sólida creencia” que se puede llegar al poder por medio de elecciones con el apoyo de un sector de la burguesía que en algunos casos fue llamada burguesía nacionalista, o coloquialmente “menos mala”. Estos postulados no son nuevos y para comprender el ¿Por qué? fue derrota de la UP y Allende, es necesario recordar que para 1971 y 1972 su gobierno aplica medidas reformistas que buscaban avanzar al socialismo a través de las reformas, entre ellas encontramos la nacionalización de la  industria del cobre, incremento en los salarios, congelación de los precios de la canasta básica etc.

Todas estas pequeñas reformas van acrecentando las contradicciones entre la burguesía chilena y Allende. El panorama llevaría a plantearse como punto de inflexión para Allende y la UP, entre movilizar y a armar a los trabajadores contra la burguesía y el imperialismo, o que la burguesía y el ejército lo derrocaran con un golpe de Estado, desgraciadamente lo último fue lo que ocurrió. Para entender porque el gobierno de la UP miró impasible como se acercaba el golpe de Estado y no armó a los trabajadores es necesario recordar que un sector de la burguesía chilena y sus partidos participaban dentro de la Unidad Popular, algunos como ministros del gobierno. Lógicamente si los tenía dentro de su gobierno, no haría nada contra ellos.

La UP desarma al pueblo

Como en muchos procesos históricos convulsivos, las direcciones a veces son rebasadas por el pueblo, que avanza instintivamente al socialismo, así sucedió en Cuba, la Rusia revolucionaria y en Chile. El triunfo de la UP desató luchas obreras y campesinas por todo chile acrecentando el divorcio entre Allende y un sector de la burguesía chilena, que junto al imperialismo Yanqui preparaban el golpe de Estado. Pero, ¿que hizo la UP y Allende para defenderse del golpe? A medida que el fascismo avanzaba, ellos siguieron manteniendo su compromiso con la burguesía, pacto que solo existía para la UP. Cuando las masas trataban de armarse contra la burguesía las direcciones reformistas y oportunistas del PC y del PS los llamaban a no "asustar" a la burguesía. 

Antes del golpe de Estado el gobierno de Allende aprueba la ley de “desame general” que so pretexto de desarmar a las bandas fascistas terminó desarmando a las milicias obreras que combatían a los escuadrones fascistas, este golpe sería letal para la lucha contra el golpe de Estado ya que el propio gobierno se entregaba a las manos de burguesía y al imperialismo yanqui. Meses antes del golpe de Estado, Luis Corvalán, secretario general del Partido Comunista, mantendría la confianza letal a la burguesía y su ejército: “Estoy seguro de que las Fuerzas Armadas, formando o no parte del gobierno, seguirán manteniendo su defensa, y respeto del Gobierno legítimamente constituido y, por lo tanto, sacan mal las cuentas aquellos que piensan que la salida de los militares del Gabinete les deja las puertas abiertas para lanzar, cuando les venga en gana, un movimiento sedicioso como el de octubre. Si tal cosa ocurriera, se encontrarán con una respuesta más enérgica de los trabajadores y el pueblo, y con la adhesión de las FFAA al gobierno del país...” (Chile Hoy, 6 de abril de 1973).

Los cordones industriales.

Ante la convulsión de esa época, la clase obrera constituye un sector importante que pudo haber evitado el golpe, los cordones obreros fueron organismos de poder dual que se organizaron, lucharon y advirtieron contra el golpe de Estado, pero Allende y su política de desarme los desmoralizo y los liquido, aunque lucharon valerosamente contra el Pinochet y su camarilla. Armando Cruces, presidente del Cordón Vicuña Mackenna terminó denunciando amargamente: “Para los dirigentes del Cordón y para todos los trabajadores, este gabinete (de Allende con los militares) fue mirado como una traición a la clase obrera... Los militares en el Gobierno, igual que en octubre, son una garantía para los patrones... y no para la clase obrera... Por eso vemos esto como bastante peligroso, porque creemos que los allanamientos van a continuar y creemos que vamos a caer muchos trabajadores, todos los que estamos luchando en este momento por el poder popular..." (Entrevista en Avanzada Socialista Nº 62, 16 de agosto de 1973)

El Golpe de Estado

En tanto Allende intentaba calmar a la burguesía y al imperialismo, estos tenían bien dibujado su esquema. Como reconocería Henry Kissinger, para preparar el golpe, Estados Unidos "estranguló" la economía de Chile iniciando una compleja operación de sabotaje a la producción, provocando escasez de alimentos en las ciudades. A su vez, el imperialismo financio la huelga de los camioneros que agudizo el problema ocasionando malestar político en las capas medias urbanas, las que dirigidas por la derecha fascista salieron a las calles, golpeando cacerolas, pidiéndole comida al gobierno.

La situación se fue politizando a medida que llegaba septiembre, la derecha salió a las calles, organizando manifestaciones, preparando las condiciones políticas para del golpe militar. Los estudiantes, trabajadores y campesinos también se manifestaron a favor del gobierno provocando choques callejeros que dejaron muertos y heridos.

Pero a pesar de la lucha y heroísmo de los trabajadores estudiantes y campesinos, el gobierno de Allende les aliso el camino al imperialismo  la burguesía chilena y su principal aliado el ejército. Para el 11 de septiembre de 1963 se montan operativos militares en las principales ciudades de Chile, en especial en Santiago y Valparaíso, hasta que logran tomar la casa presidencial en donde Salvador Allende se suicida.

La triste historia del golpe de Estado en Chile es muy aleccionadora, sobre todo para las nuevas generaciones de revolucionarios, en palabras de Nahuel Moreno la victoria se pudo haber logrado pero para eso: “El único camino de los trabajadores chilenos hacia el socialismo, es la revolución. La vanguardia obrera, estudiantil y campesina, sin hacer concesiones al reformismo de la Unidad Popular, debe desarrollar la movilización y organización de las masas por sus reivindicaciones económicas y políticas. Sobre esta base, y con los métodos de la lucha de clases, debe estar en primera fila en la de defensa del gobierno de Allende contra los ataques de la derecha y el golpe burgués imperialista, sin depositar la más mínima confianza en la dirección allendista. Este es el único método que garantizará lo conquistado: el otro, el de Allende, prepara derrotas a lo Perón o Torres”. (Nahuel Moreno, Un Documento Escandaloso)