Por Leandro Flores

A lo largo de la historia se pueden nombrar grandes docentes que tu vieron que pagar con la vida para dejar un camino para las futuras generaciones, como lo fue el caso de María Chinchilla, que murió manifestando contra la dictadura de Ubico. El problema no han sido los maestros, sino sus representantes sindicales que han estado complaciendo y vendiéndose a los intereses de diversos gobiernos. Tal es el caso del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG).

El STEG es el sindicato más numeroso del gremio magisterial y de la Asamblea Nacional del Magisterio; por eso el Ministerio de Educación lo escoge como intermediario con los maestros en las negociaciones. Es un sindicato blanco creado con bajo los auspicios del gobierno de Vinicio Cerezo del partido Democracia Cristiana en 1986. Por eso desde sus inicios ha colaborado con los gobiernos de turno tanto de derecha, centro o los pseudo socialdemócratas como la UNE; la excepción fue el gobierno de Alfonso Portillo.

La característica del STEG ha sido se ha limitado a negociar pactos colectivos y prebendas para los maestros, lo que no es criticable per se; pero media vez llega a acuerdos con los gobiernos, cesa las movilizaciones y no tiene una visión de cuestionamiento global del sistema de opresión capitalista, mucho menos se solidariza con las luchas de otros sectores explotados. Es sintomático que los sindicatos magisteriales nunca están presentes en las marchas del 1 de mayo ni del 20 de octubre, al menos en las que organizan las centrales sindicales que no son colaboracionistas. Desde hace 15 años Joviel Acevedo ejerce la secretaría general del STEG. La traición más reciente del Acevedo y su sindicato ha sido participar en la elaboración de los cambios a la carrera de magisterio, poniéndose abiertamente de parte del gobierno y el Ministerio de Educación en el conflicto con los estudiantes normalistas.

Desde finales de julio han acrecentado las denuncias de maestros en contra de la dirigencia del STEG, quejándose de que nunca pidieron su afiliación a este sindicato. El STEG está conformado oficialmente por 128 mil afiliados; al menos18 mil de ellos han indicado que no solicitaron ser inscritos. Se estima que podría haber más casos de este tipo (Prensa Libre 10/08/2013).

El Ministerio de Trabajo, como buen defensor de la burocracia sindical y velando por los intereses del Partido Patriota, dice que no puede aceptar las solicitudes de desafiliación de ese sindicato y que solo Acevedo las puede aceptar; esto a pesar de que los maestros que han llegado a la sede del STEG se han encontrado con que Acevedo nunca está para recibir los formularios. Pero los maestros se han organizado para desafiliarse masivamente, ya que siempre se les ha dicho que ellos no pueden formar parte de otro sindicato sin salir del corrupto STEG. El conflicto es a nivel de al menos 5 departamentos (San marcos, Zacapa, Chiquimula, Chimaltenango y Guatemala) y se han realizado asambleas de información por parte del Sindicato Autónomo Magisterial de Guatemala, SAMGUA y por aparte, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza.

Alicia Arellano, secretaria de SAMGUA, declaró a los medios que ellos están en contra de los cambios a la carrera de magisterio que ha enfrentado a los estudiantes normalistas con el gobierno (Siglo XXI 11/08/13). Esto es indicativo de la orientación que tienen las nuevas corrientes magisteriales que se están fortaleciendo.

Otros de los motivos que probablemente ha llevado a los docentes a desafiliarse es el cobro de Q 150 que Acevedo quería realizar para el pago de los servicios legales por la elaboración del pacto colectivo por durante 6 meses a cada afiliado, haciéndolo un negocio jugoso.

El rechazo a la sindicalización en el STEG es sintomático de la toma de conciencia de un sector políticamente avanzado del magisterio que se ve en la necesidad de romper con Acevedo y su camarilla, planteando una nueva alternativa combativa y no colaboracionista. No se descarta que un sector apático y atrasado desee romper porque no le interesa pertenecer a ningún sindicato.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos al magisterio a que la ruptura con el STEG se traduzca en la conformación de nuevas alternativas organizativas que rechacen la colaboración con los gobiernos y se vinculen con otras luchas populares como la de los estudiantes normalistas, los campesinos y toda organización que lucha contra la crisis del capitalismo. Es de vital importancia plantearse la lucha por una educación pública gratuita y de calidad, con total cobertura, en contra de la privatización que desean implementar los gobiernos y los empresarios.

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