Por Diego Lynch

Este 29 de agosto del año 2019, se abrieron nuevamente las negociaciones para discutir el incremento al salario mínimo. En un país en que la crisis económica y el desempleo son el pan diario de cada día, la clase social obrera y trabajadora tenía una esperanza de lograr una gota de sangre para el paupérrimo salario con el que viven las familias nicaragüenses.

No obstante, dicho incremento siempre ha estado en manos del Gobierno del frente sandinista y la empresa privada (COSEP) quienes desde el 2007 hasta a la actualidad, han pactado unos míseros incrementos no apegados a la realidad del país sino a los intereses de la burguesía y del capital, del cual son parte la familia gobernante y su círculo más allegado. Sin embargo, con la supuesta ruptura que ha existido entre el gobierno y la empresa privada, había quienes pensaban esta vez sería distinto.

Tras defender las medidas económicas que el régimen de Daniel Ortega aplico en el primer semestre para hacer frente a la caída de sus ingresos, que incluyo quitar exoneraciones a productos de la canasta básica y aumentar el aporte de los trabajadores a la Seguridad Social, la Central Sandinista de Trabajadores (CST) pedirá hoy un ajuste de entre tres y cinco por ciento en el salario mínimo, cuyas negociaciones comenzaran este jueves en el Ministerio del Trabajo. (La Prensa; 28 de agosto del 2019).

Este incremento que sugerían era de manera diferenciada, es decir un tres por ciento para las micro, pequeñas y medianas empresas; y para los trabajadores del Estado y demás sectores restantes, un incremento del cinco por ciento.

Propuesta es cortina de humo

La Central Sandinista de los Trabajadores es Pro Daniel Ortega, estas propuestas que hacen ante los medios y ante sus bases y afiliados a quienes representan son falsas, son cortinas de humo con las cuales engañan a los trabajadores para mantener su clientelismo político, por ende, su estatus quo y sus cargos importantes dentro del frente sandinista y el gobierno, tales como diputaciones. Si realmente les interesara un verdadero incremento hace años hubiesen salido a las calles a protestar a como lo hacían en contra de los gobiernos liberales.

Obviando el impacto de las duras medidas económicas que aplico Ortega en el primer semestre y sin presentar números que validen su tesis, Roberto González, Secretario General de la CST, dijo que la decisión que se tomó en el primer semestre de mantener congelado el salario mínimo significo para las empresas, sin importar su tamaño, “acumulación de ganancias” …” algunos dicen que se mantiene el precio (de la cesta) y hasta descabelladamente dicen más bien bajo el precio de la canasta básica. Con datos oficiales del Banco Central yo quiero contestarles a esos que le están mintiendo al país, a los trabajadores y al pueblo en general”, dijo González, al mencionar que hasta julio la canasta se ubicaba en 14,159.79 córdobas, rompiendo la barrera de los 13 mil córdobas. (La Prensa; 28 de agosto del 2019).

Sindicatos, COSEP y Gobierno cierran filas

No obstante, los discursos populistas y demagogos que año con año vienen haciendo los mal llamados representantes de los trabajadores o supuestos dirigentes sindicales, a la hora de la verdad a todos se les caen las máscaras. La discusión por el incremento al salario mínimo fue resuelta de inmediato y de manera unánime, a como el matrimonio entre el Frente Sandinista y la burguesía empresarial del país estaban recién casados y en luna de miel.

Los empresarios como es costumbre alegaron que existían dos vías; hacer un incremento y mandar al desempleo a miles de trabajadores o congelar el salario mínimo y que continúen generando ingresos a sus hogares, sin embargo, el mayor ingreso se lo generan a los burgueses y capitalistas, a los empresarios y jefes sandinistas afines a Ortega y Murillo, no así a los hogares de todos y cada uno de los trabajadores.

Defender el salario

Para el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), el salario mínimo en Nicaragua debe ser incrementado de manera porcentual al salario mínimo de todo el sector centroamericano; es urgente destituir y desaparecer esas centrales sindicales afines al frente que año con año venden el salario de los trabajadores para satisfacer las necesidades de la Burguesía Sandinista y Empresarial del país. Si ni el COSEP ni las centrales sindicales han sido capaces de llamar a un paro general para resolver la crisis política, económica y salarial del país, es necesario que los obreros y trabajadores nos organicemos y llevemos a cabo un paro general que obligue al gran capital a resolver la crisis que existe por las cuotas de poder que se discuten para gobernar.

El Gobierno utiliza el presupuesto y dinero del Estado para actividades partidarias, para reprimir a la población, para crear empresas familiares y enriquecerse cada más y jugar a ser el nuevo burgués de Centroamérica, y ante todo esto los más golpeados somos la población, quien paga los platos rotos de los conflictos de intereses entre el gran capital.

Incremento justo y digno; apegado al de toda Centroamérica y que cubra como mínimo la canasta básica.

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