Europa

Por Armando Sosa

Las guerras que estallaron en un intervalo muy corto en Ucrania, luego de la invasión rusa en 2022 y en octubre del año pasado en Gaza son los síntomas del enfrentamiento entre las potencias imperialistas con el objetivo de establecer una nueva relación de fuerzas o bien de conservarla por todos los medios.

En ambos casos, los tambores de guerra repican cada vez con mayor fuerza, los yanquis y la OTAN tratan por un lado por un lado de tener una política conjunta, China, Rusia ven sus posiciones acercarse cada vez más.

Dentro de este marco, los efectos de la guerra sobre la población del planeta se han hecho sentir. Desde una espiral inflacionaria que afecta los productos de primera necesidad, la energía y otros más. Por otro lado, la posibilidad de hacer frente a un nuevo conflicto mundial se acerca a paso acelerado.

Los imperialistas no se detendrán si no es porque las masas, en lugar de apuntar las armas contra sus hermanos de clase, lo hagan contra sus burguesías nacionales, las que han creado las condiciones de miseria y explotación a lo largo y ancho del globo.

China y Rusia: el nuevo “eje” del mal

Los nuevos rivales de la burguesía yanqui es China, la segunda potencia mundial y su aliado ruso.

La visita del ministro de relaciones exteriores ruso, a la capital China revela los lazos que se solidifican para hacer frente al bloque del oeste.

“Aunque ha mantenido fuertes lazos económicos con Rusia, China ha afirmado que no ha proporcionado armas ni asistencia militar a Rusia. El lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, dijo que "China tiene una posición objetiva y justa sobre el tema de Ucrania". Agregó que "China no es ni creadora ni parte de la crisis de Ucrania, y no tenemos nada que hacer y no haremos nada para beneficiarnos de ella". Semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania en 2022, el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, firmaron un acuerdo "sin límites" sobre las relaciones entre los países. Desde el acuerdo, China ha respaldado la retórica de Rusia hacia la invasión, aceptando que las fuerzas occidentales provocaron el conflicto. Sin embargo, Pekín está instando oficialmente a las conversaciones de paz para poner fin al conflicto.

Mao dijo el lunes que Pekín "continuará promoviendo las conversaciones de paz a su manera y mantendrá la comunicación con las partes relevantes, incluidas Rusia y Ucrania". Agregó que "los países relevantes no deben difamar y atacar las relaciones normales de Estado a Estado entre China y Rusia... y mucho menos echarle la culpa a China y provocar que el bloque se enfrente", aparentemente refiriéndose a Estados Unidos. Desde la invasión de Ucrania en 2022, Rusia se ha enfrentado a decenas de sanciones, aislando en gran medida al país del mundo occidental. Como resultado, los lazos diplomáticos y económicos entre Moscú y Pekín se han fortalecido, convirtiendo a Rusia en el socio comercial de más rápido crecimiento de China.

"Estoy convencido de que al final de esta etapa, la situación internacional será mucho más clara y que (...) Avanzaremos hacia un orden mundial multipolar, justo y democrático", le dijo a su anfitrión. En un comunicado emitido por Moscú, los dos países dijeron que "continuarían profundizando la coordinación de la política exterior" y "ampliarían la acción conjunta", pero no anunciaron ninguna medida concreta para apoyar a Rusia desde China.”

Por su parte la reacción no se ha hecho esperar, advirtiendo de las posibles consecuencias sobre el apoyo chino al proscrito régimen de Moscú. Desde la guerra en Ucrania, Rusia ha sufrido un embargo de bienes y otras medidas con el fin de hacer mella a la economía rusa, sin resultados alentadores. Por un lado, estas han sido de poco efecto debido a las características particulares de la economía rusa. Por otro lado, la dependencia de las fuentes energéticas rusas ha hecho que el embargo total de estas materias primas, no se pueda hacer por completo. Por un lado, Alemania, el gigante industrial europeo no puede dejar caer estrepitosamente su crecimiento y por otro lado los franceses siguen siendo dependientes de los suministros nucleares para hacer funcionar sus centrales, que son la apuesta del gobierno de Macron para, según él, disminuir su dependencia de las energías fósiles.

Por lo tanto, Serguéi Lavrov tuvo que contentarse con reafirmar el carácter ilimitado de la amistad entre los dos países frente al rival común estadounidense. "La cooperación chino-rusa no tiene límites. Nuestra búsqueda de la paz es ilimitada, nuestra defensa de la seguridad es ilimitada, nuestra oposición a la hegemonía es ilimitada", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, cuando se le preguntó sobre la visita del ministro ruso.

Rusia y China ante el genocidio en Gaza

El estallido de la guerra en Gaza también ha hecho que el conflicto sobrepase las fronteras de los territorios ocupados y se convierta en un punto candente del enfrentamiento entre las potencias imperialistas.

Los Estados Unidos, financiera, militar y políticamente aliado del estado sionista, han llevado a cabo una política de apoyo sin reservas en el campo militar, con ciertas discrepancias en plano diplomático que no hacen mella en la primera.

Rusia, por su lado, junto con China tienen una posición diferente con respecto a la de sus rivales. A pesar de esto, el genocidio avanza, ya que ambos países cuentan con una población de origen musulmán, las cuales han sido perseguidas y subyugadas por el peso de las armas. Tenemos que recordar que, en la era soviética, la invasión a Afganistán fue una forma de evitar el estallido interno en estas nacionalidades oprimidas dentro de las fronteras del antiguo estado obrero. No está tampoco dentro de sus planes que la situación llegue al interior de sus países.

“De acuerdo con Lin, China espera que «el Estado con una influencia significativa desempeñe un papel positivo en la parte interesada, incluso utilizando todos los medios necesarios y eficaces a su disposición para apoyar la aplicación de la resolución».

La Cancillería se comprometió con hacer «esfuerzos incansables» para poner fin a la guerra en Gaza lo antes posible, aliviar la situación humanitaria, promover la implementación de una solución de dos Estados y lograr la paz duradera en la región de Medio Oriente.

«Hay muchas injusticias en el mundo, pero la injusticia contra Palestina dura ya medio siglo. No debe continuar», dijo recientemente el canciller chino, Wang Yi.

China tiene con Palestina —a la que reconoce como Estado— un vínculo histórico, ligado a los movimientos de liberación nacional de la Guerra Fría. Pero ha tratado de mantenerse en la guerra al margen de alineaciones, y se ha querido mostrar como una capital amiga de Israel y de Palestina. El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha estado en contacto con ambas cancillerías. “La tarea apremiante ahora es impedir que la situación siga empeorando y provoque un desastre humanitario más grave”, le dijo la semana pasada a su homólogo israelí, Eli Cohen. “China se solidariza profundamente con la difícil situación del pueblo palestino, especialmente con la población de Gaza”, le comunicó a Riyad Al-Maliki, responsable de Exteriores palestino.”

La guerra en Gaza: tema de campaña electoral en Estados Unidos

Estas dos guerras le podrían costar el segundo mandato al presidente Biden. La sombra del expresidente Trump le pisa los talones. No es un hecho simbólico, si no que detrás de esto se apuntalan diferencias estratégicas y tácticas sobre el manejo de la política exterior. En ambos conflictos, la posición de los republicanos y de Trump es muy diferente. En su última intervención, declaró lo siguiente

“El expresidente Donald Trump envió el jueves un duro mensaje a Israel respecto a su guerra en Gaza, e instó a dicho país a “acabarla de una vez”.

En una entrevista con el presentador radiofónico conservador Hugh Hewitt, Trump dijo que Israel está “perdiendo por completo la guerra de relaciones públicas” y llamó a una pronta resolución al derramamiento de sangre.

“Acabemos con esto y regresemos a la paz y dejen de matar personas. Y es una declaración muy simple”, dijo Trump. “Tienen que terminarla. Acabar de una vez, y hacerlo pronto porque tenemos que... ustedes tienen que volver a la normalidad y a la paz”.

El virtual candidato presidencial republicano, que ha criticado al presidente Joe Biden por no apoyar lo suficiente a Israel, también pareció cuestionar las tácticas del ejército israelí mientras el número de víctimas civiles en Gaza continúa creciendo. Después que combatientes de Hamás atacaron Israel el 7 de octubre, el ejército israelí ha arrasado el territorio, matando a más de 30.000 palestinos, de acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, y generando una catástrofe humanitaria.

“No estoy seguro de que me encante la forma en que lo están haciendo, porque es necesario ganar. Es necesario ganar y está tomando mucho tiempo”, declaró Trump.”

Sin embargo, estas diferencias no son solo con los del partido rival, también se han activado dentro de su propio campo.

“Los cálculos políticos internos son complicados. El gobierno tiene que encontrar un equilibrio entre grupos electorales enfrentados dentro del Partido Demócrata que pueden igualmente aseverar que son esenciales para las pretensiones reelectorales de Biden.

Los grupos pro-palestinos en EE. UU. han llamado a un cese el fuego permanente, apoyo a las gestiones diplomáticas de Naciones Unidas y la amenaza de terminar la asistencia militar de EE.UU. a Israel si no cambia de rumbo.

“La gente está molesta, y hay que darles una razón para que no estén molestas”, señala Jim Zogby, presidente del Instituto Árabe Estadounidense.

Él describe los esfuerzos del gobierno de Biden como “declaraciones torpes y de paños tibios de cómo lamentamos no haber expresado mayor solidaridad y estamos trabajando detrás de bambalinas”.

“Hay un segmento del electorado que está muy concentrado en Gaza, pero es muy pequeño”, asegura.

“Eso no quiere decir que la manera en que el presidente maneje Gaza no sea importante, pero no es más que otra pincelada en el lienzo que los votantes estarán considerando cuando depositen su voto”.

Las encuestas muestran que el público estadounidense está más preocupado por la economía, la inmigración y los derechos al aborto.

En Michigan…hay igual número de votantes judíos que apasionadamente apoyan a Israel como votantes pro-palestinos. Y los votantes judíos continúan apoyando abrumadoramente a los demócratas, con más de 70% habiendo respaldado a Biden en 2020 y con las encuestas señalando que una mayoría que está de acuerdo con el manejo de la guerra en Gaza.

Todo esto apunta a que Biden tiene pocos medios fáciles para salirse de este actual aprieto político.

Tiene una mano de cartas muy, muy limitada y difícil con que jugar”,

Las gigantescas movilizaciones de la juventud a lo largo y ancho del país han creado una erosión en un sector importante para la contienda electoral de noviembre. El voto joven que es muy importante frente a los otros sectores etarios parece darle la espalda al viejo Joe.

La OTAN y la UE se arman hasta los dientes

Dos años después de la invasión rusa, los países europeos que quedaron groguis durante el inicio parecen retomar colores de nuevo y ripostar.

Las discrepancias entre los dos gigantes, Alemania y Francia siguen vigentes, pero se acercan en los objetivos estratégicos que es de enfrentar al enemigo ruso.

Esto los ha llevado a ir tomando paulatinamente medidas en ese sentido. La posibilidad cada vez más cercana que Trump tome posesión el próximo invierno, hace que la política en el seno de la UE se prepare.

“La necesidad de que Europa tenga una industria de seguridad y defensa más potente y se rearme lleva abierta prácticamente desde la invasión a gran escala de Ucrania que Vladímir Putin lanzó el 24 de febrero de 2022. No obstante, en los últimos meses las voces que lo reclaman lo hacen con mucha más insistencia, amparadas en la posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, y en la situación crítica que vive Ucrania en su defensa de la agresión rusa. Esto llevaría a la UE a plantearse la necesidad de invertir en un sector que hasta hace nada podía considerarse estigmatizado ante la opinión pública por un doble motivo: la exigencia de entregar munición y armas a Kiev para que no pierda la guerra y la obligación de los Estados miembros de depender menos de la OTAN (Estados Unidos) para garantizar su seguridad. A esta situación, se suman las continuas llamadas que se escuchan desde los países más próximos a Rusia y desde el espionaje alemán apuntando a que Moscú estaría en disposición de atacar a alguno de los países de la OTAN en dos años.”

Un hecho de alto valor simbólico y militar es el despliegue de 1500 soldados de las fuerzas armadas alemanas sobre un total de 7000 en Lituania, la primera misión de este tipo desde la segunda guerra.

Es sintomático también que los grupos de extrema derecha estén copando los gobiernos de la zona. El imperialismo europeo mueve sus tentáculos políticos para asegurarse su parte del botín como en 1914.

Para derrotar el genocidio y la posibilidad de una guerra: la movilización

Las organizaciones obreras y sus partidos deben hacer una campaña enorme de movilización. En las metrópolis, no hay semana en que haya movilizaciones contra el sionismo y sus cómplices. Esta tarea tiene que redoblarse para no legar a los jóvenes y las nuevas generaciones el macabro papel de ser la carne de cañón de los industriales y los especuladores financieros.

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