Por Armando Tezucún

Los representantes de los imperialismos están intensificando sus visitas al área centroamericana, con el fin de asegurar las condiciones para sus inversiones y negocios. A inicios de marzo los presidentes de Guatemala, Honduras y El Salvador se reunieron con el vicepresidente estadounidense Joe Biden, quien llegó preocupado por la inestabilidad social, económica y política del Triángulo Norte, que produce un incesante flujo migratorio hacia los USA.

Una semana después hizo acto de presencia el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, en el marco de la reunión, en Guatemala, del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Esta vez estuvieron presentes presidentes o representantes de Guatemala, Honduras, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Panamá, República Dominicana y Belice. Rajoy fue más franco, y aparte de las promesas incrementar la cooperación española en la región y de asegurar todo tipo de apoyo y solidaridad, llegó acompañado de una delegación de 23 empresarios dispuestos a explorar la posibilidad de hacer negocios de toda clase en la región; días después llegaron representantes de otras 8 empresas con la intención de realizar inversiones.

El imperialismo español se ha beneficiado de la ofensiva neoliberal

Recordemos que el imperialismo español ha sido punta de lanza de la penetración de las multinacionales europeas en el marco de la implementación de las medidas neoliberales en toda Latinoamérica, y ha sido un fiel aliado del imperialismo estadounidense. Las empresas multinacionales españolas han logrado controlar áreas como telecomunicaciones, transporte, construcciones, líneas aéreas, petroquímicas, bancos y financieras, hotelería y turismo. “Nombres como Telefónica, Repsol, Dragados, BBVA, BSCH, Iberia, Spanair, Sol Meliá, NH Hoteles, Iberdrola, Endesa y otras más, con sus slogan y publicidad decoran la vida cotidiana de los latinoamericanos” (Daniel López Cáceres, “El papel del imperialismo español en el proceso de recolonización de América Latina”, 2005). Hace diez años los bancos españoles controlaban ya el 32.5% de los activos financieros latinoamericanos (Ibid).

El área centroamericana no ha sido la excepción; todos recordamos la nefasta empresa española de distribución de energía, Unión Fenosa, que tanto perjuicio ha causado a la población trabajadora de nuestros países. Solo para mencionar otro ejemplo, recordemos la corrupción, la poca transparencia y secretividad con que la empresa Terminal de Contenedores de Barcelona obtuvo el contrato para construir una terminal de descarga y manejo de contenedores transportados por barcos en Puerto Quetzal, Guatemala.

La burguesía entreguista guatemalteca recibe con júbilo a las multinacionales españolas

El presidente de la Cámara Oficial de Comercio de España en Guatemala, Rafael Briz, alabó la prosperidad de los negocios de las empresas españolas en Guatemala, “Cada vez son más los empresarios españoles que se interesan por el mercado guatemalteco y viceversa” (Siglo XXI, 8/03/15). Miembros de las Cámaras de Industria y de la Construcción de Guatemala, así como representantes del Programa Nacional de la Competitividad (Pronacom) y de Invest in Guatemala, se reunieron con los capitalistas españoles que vinieron con Rajoy. “Estamos muy contentos de que los empresarios españoles nos visiten a ver las oportunidades de negocios que existen en Guatemala (…) Los empresarios que vienen son constructores de carreteras, infraestructura, hidroeléctricas, un poco de todo”, declaró alborozado Pelayo Llarena, presidente de la Cámara de la Construcción de Guatemala (CCG) (Siglo XXI 8/03/15).

Efectivamente, llegaron empresas de construcción, telecomunicaciones, servicios, infraestructura, ingeniería o energía, como el Grupo Ortiz, FCC, Ineco, Grupo Cobra o Abengoa. Los representantes del Banco Popular arribaron con decidida intención de hacerse con el control de la banca consumo de Citibank en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, una inversión de US$1,500 millones.

Guatemala en la mira de las multinacionales

En el caso de Guatemala, el Secretario de Economía del gobierno español, Jaime García-Lagaz, señaló que empresas españolas buscan invertir en el país en áreas como desarrollo energético (energías renovables), infraestructura, transporte, portuarias, servicios, logística, ingeniería y desarrollo de tecnología agropecuaria. Algunas de las empresas son Abantia, Grupo Copisa, Banco Popular, Grupo Isolux Corsan, Grupo Ortiz, Ineco, OHL Industrial, Teklan, entre otras.

Guatemala en especial está en la mira de las multinacionales, debido a que es la mayor economía de América Central, con un tercio del PIB regional y una población que sobrepasa los 15 millones de habitantes. Se considera que Guatemala es una de las economías latinoamericanas más abiertas a la inversión extranjera directa, y el FMI estima un crecimiento del 3.5% para 2015. 150 empresas españolas generan 20 mil puestos de trabajo en el país. Según la Cámara de Madrid, Guatemala es una excelente plataforma de acceso a la región centroamericana, con las ventajas que ofrece el Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (Prensa Libre, 19/03/15).

El 16 de marzo llegaron al país otros ocho empresarios madrileños, acompañados de la responsable de Comercio Exterior de la Cámara de Madrid, Ana Belén Martínez, con la finalidad de conocer el mercado y buscar oportunidades de comercio o inversión. Las empresas fueron Repsol, Eurocom, BF Compañía de Comercio, Medical Ibérica, Siport 21, Servicios Pignon, Videomedios, e Himoinsa. Los nuevos conquistadores cerraron negocios por US$ 20 millones, a desarrollarse de marzo a finales del presente año.

¿Por qué la nueva oleada de inversiones españolas?

El encuentro empresarial entre España y el Sica produjo la firma de un convenio de colaboración, entre el Ministerio de Economía de Guatemala y el ICEX España Exportación e Inversiones, que apoyará la promoción de inversión y comercio entre ambos mercados, así como la mejora del flujo de información para la toma adecuada de decisiones de negocios. Representantes de las cámaras empresariales de los países del Sica y de España, elogiaron las oportunidades de inversión que ofrece la región y la buena experiencia que han tenido las empresas españolas que han invertido.

Con la terrible experiencia de la grave crisis económica que ha asolado la Unión Europea y en especial el territorio español, la burguesía española se propone asegurar sus ganancias lanzando sus capitales al extranjero; por eso es que ha puesto sus voraces ojos en la región centroamericana, que ve como un terreno fértil y prometedor. Así lo dejó en claro García-Lagaz: “España quiere transformar su modelo productivo de la forma que lo ha venido haciendo, para construir una economía mucho más basada en su sector exterior y en la capacidad de sus empresas en el área internacional” (Siglo XXI, 11/03/15). Las transnacionales se proponen sin duda incrementar la inversión de 500 millones de euros que hicieron en Centroamérica en 2013, para crecer extrayendo la riqueza de nuestras naciones.

Los gobiernos entreguistas del área continúan mendigando, ahora al gobierno español

En el ámbito político, el presidente español, reforzando las posiciones del imperialismo gringo, ofreció su apoyo político al plan de la Alianza Para la Prosperidad del Triángulo Norte. “Si los países que quieren participar tienen voluntad, ya hemos conseguido lo más importante, que es que (los planes) se pongan en marcha (…) por tanto, tendrán el apoyo que soliciten de España”, declaró Rajoy (El Periódico 10/03/15). Ofreció también apoyo en el tema de seguridad, continuando con la aportación de fondos a la Estrategia de Seguridad de Centroamérica (ESCA) y el fortalecimiento del Grupo de Amigos de la ESCA. Por otro lado, fue muy prudente en cuanto al tema de la continuidad de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), asegurando que respaldará la decisión que tome el gobierno de Guatemala. Un punto común de acuerdo fue la necesidad de continuar avanzando en el proceso de integración centroamericano, como eje esencial para reducir los índices de inseguridad.

El presidente panameño, Juan Carlos Varela, propuso la creación de una agencia de narcóticos a nivel centroamericano, para combatir el tráfico de drogas en la región. Continuando con la actitud de limosneros que en los últimos tiempos han asumido los gobernantes de la región, el salvadoreño Sánchez Cerén solicitó a España más apoyo para la creación de una aduana única, y el dominicano Danilo Medina pidió más ayuda para educación y manejo de recursos hídricos.

Resulta vergonzosa la incapacidad de los gobiernos del área para solucionar la grave crisis social y económica que atraviesa la región, incapacidad que se evidencia en primer lugar en el fracaso de la recaudación fiscal y la negativa a enfrentar a las oligarquías locales mediante reformas fiscales justas; incapacidad que los lleva a implorar limosnas a cuanto representante de los países poderosos visita la región. Vergonzosa es también la actitud de los gobiernos, incluyendo al del FMLN en El Salvador, de inclinarse ante el imperialismo español, y de dar la bienvenida a los capitales de las multinacionales que vendrán a expoliar a la población trabajadora centroamericana. Sólo la movilización popular podrá contrarrestar los efectos de esta nueva oleada de intromisión del capital imperialista español.

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