Por Nassar Echeverria
La reciente gira relámpago de Kristi Noem, Secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, por Panama, Costa Rica, Honduras y Guatemala, con la excepción de El Salvador y Nicaragua, se enmarca en la ofensiva del presidente Donald Trump para sumar a estos países en la creación de muro contra la migración hacia Estados Unidos y subordinarlos en materia de seguridad.
Los viejos acuerdos de “tercer país seguro”
Bajo la primera administración de Donald Trump, el gobierno de Estados Unidos firmó acuerdos de “tercer país seguro” con Guatemala, El Salvador y Honduras. De esta manera, para burlar el alcance generoso de la legislación norteamericana, para solicitar asilo en Estados Unidos, los migrantes tenían que hacer fila y esperar en estos países.
Estos acuerdos tenían la misión de detener el flujo de migrantes de otras partes nacionalidades, pero no tenían el mismo efecto para las personas que viven en el triángulo norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) y que deseen migrar a Estados Unidos, porque es su patria de origen.
Estos acuerdos no frenaron la avalancha de millones de migrantes que utilizaban el territorio de estos países como un punto de paso para llegar a Estados Unidos
El recibimiento de deportados de otras nacionalidades
En febrero de este año, durante la gira de por la región, Marco Rubio, Secretario de Estado, firmó acuerdos con El Salvador y Guatemala para que reciban a los migrantes deportados de otros países.
En el caso de Costa Rica, Rubio firmó un memorándum secreto, que no se dio a conocer al público, (después el canciller Arnoldo André Tinoco dijo que fue un acuerdo verbal) por medio del cual, en el mes de marzo, recibieron más de 200 migrantes deportados, casi todos originarios de África y Asia, los que fueron alojados en el Centro de Atención Temporal para Migrantes (CATEM), para que posteriormente se dirigieran a sus países de origen
En Panamá, el presidente Mulino amplió el memorándum de entendimiento para la repatriación y deportación de los migrantes de otras nacionalidades.
Las cantidades de deportados de otras nacionalidades, recibidos por Costa Rica y Panamá, han sido relativamente bajos, no mayores a 300 personas, respectivamente.
Nuevos acuerdos sobre seguridad
En el caso de Costa Rica, el nuevo acuerdo suscrito, a raíz de la gira centroamericana de Kristi Noem, secretaria de Defensa de Estados Unidos, contempla que las autoridades migratorias costarricenses enviaran la información, datos confidenciales y biométricos, de aquellos migrantes que consideren un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos. Además, toda la información disponible sobre el escaneo total de mercancías en puertos y fronteras.
Noen declaró a la prensa que “estamos firmando un memorándum de entendimiento que nos va a dar información más avanzada en cuanto a personas que nos pueden hacer daño y cómo prevenir que estén esparciendo en todo el mundo. Estos acuerdos son históricos”. (La Nación, 25/06/2025)
Y como un premio por los servicios prestados, Noen anunció que Costa Rica ha sido seleccionada para acceder al programa “Global Entry”, que agiliza el ingreso de ciertos ciudadanos costarricenses al territorio de Estados Unidos.
En Honduras, la secretaria Kristi Noem se reunió con la presidenta Xiomara Castro. Y después de una cálida reunión, Noen anunció que, además recibir a sus nacionales deportados, y de convertirse en “tercer país seguro”, ahora se agrega la colaboración en materia de seguridad para el envío de datos biométricos de los migrantes que pasen por Honduras para “detectar criminales y terroristas que intentan cruzar nuestras fronteras”.
Honduras solicitó apoyo para su proyecto de ferrocarril interoceánico, y que se extienda el Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege a decenas de miles de hondureños en Estados Unidos, pero no hubo respuesta al respecto.
En Guatemala, Noem firmó un convenio de seguridad junto al ministro de Gobernación de Guatemala, Francisco Jiménez. Noen declaró que había un acuerdo migratorio, pero Jiménez lo desmintió: “No se firmó ningún acuerdo en tema migratorio. El acuerdo que se firmó es de seguridad y no incluye el tema migratorio. Yo tengo la fuente primaria y no hay ninguna cosa del tema migratorio. ¿De dónde sacaron eso? No tengo ni la menor idea” (Prensa Libre, 26/06/2025)
Jiménez reafirmó que el memorando suscrito se limitó a establecer procedimientos, protocolos y acciones específicas conjuntas entre agencias de seguridad de Estados Unidos y autoridades guatemaltecas, incluyendo el Ministerio de Gobernación y la Policía Nacional Civil. Uno de los principales acuerdos es compartir los datos biométricos de los migrantes y demás personas que pasen por Guatemala.
Conclusión: subordinación en materia de seguridad
Bajo la primera administración Trump, los gobiernos de Guatemala, Honduras y El Salvador, firmaron acuerdos migratorios de “tercer país seguro”, cuya aplicación práctica no detuvo la migración masiva. Ahora, bajo esta segunda administración Trump, los nuevos acuerdos o memorándums están relacionado exclusivamente con el intercambio de información en materia de seguridad, especialmente de datos biométricos de los migrantes y de cualquier otra persona, bajo el pretexto de combatir el terrorismo y el crimen trasnacional.