Por José Rene Tamariz

La jauría neoliberal, encabezada por el diario La Nación, realiza campañas sistemáticas y globales en contra de los trabajadores del sector público, exigiendo al gobierno la eliminación de los componentes salariales (anualidades, dedicación exclusiva, cesantía mayor a ocho años y otros). Ahora le tocó el turno a la educación pública en general. Los neoliberales exigen, algunos la reducción y disminución drástica del presupuesto para la educación que maneja el Ministerio de Educación Pública (MEP) y otros, con sus propuestas trasnochadas y demenciales, exigen el cierre de las Universidades Públicas y la transferencia del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) a la Comisión Nacional de Préstamos para la Educación (CONAPE) y a las Universidades Privadas.

Veamos algunos de esos disparates y ataques perversos en contra de la educación que pueden llegar a convertirse en realidad si las organizaciones sindicales, estudiantiles y populares no asumen una lucha unificada, centralizada, contundente y frontal en contra de los neoliberales, incrustados en diversos sectores, como la Asamblea Legislativa, medios de comunicación, Academia de Centroamérica y otras institución, así como en el gobierno de Solís.

El plumífero economista, Eli Feinzaig, del diario La Nación, en un ataque virulento a todos los niveles de la educación pública plantea como conclusión en un artículo que “… acerca de los salarios del MEP, se nos abre un panorama desconsolador: el incremento del gasto público en educación se ha convertido en un factor de desigualdad.” (La Nación, 15 de junio del 2015). Párrafo seguido plantea que “Esto no solo es todo lo contrario de lo que uno podría esperar, sino que demuestra que el crecimiento del gasto en educación se ha convertido en una política pública perversa.” (Ídem). Las negritas son mías. Este neoliberal, además de que miente en todo su artículo, en los hechos, está solicitando el recorte sustancial del llamado por él “gasto” en educación y, también, la reducción de los salarios de los trabajadores de la educación porque según él, se han constituido en un “factor de desigualdad” en la sociedad costarricense. Semejantes perversos ataques en contra de la educación, son parte de una bien orquestada campaña de desprestigio de la educación pública y de los trabajadores de la educación frente a la opinión pública y la ciudadanía, para hacerles creer que el siguiente paso debe ser la privatización de todos los niveles de la educación costarricense.

Este perverso ataque en contra de la inversión pública en educación y en contra de los trabajadores de la educación, se complementa con los otros disparates y ataques que se han lanzado en contra del fondo de la educación superior, desde el seno de algunos rectores de universidades privadas, diputados como Otto Guevara y otras lacras neoliberales. El candidato sempiterno y perdedor permanente de las elecciones, Otto Guevara, recientemente dijo “Hago un propuesta revolucionaria, que tomemos la plata del FEES y se la trasladamos toda a Conape y que el estudiante que no tenga recurso vaya y se financie sin hipoteca, sin fiadores. Solo firma una letra de cambio y luego le devuelve al Estado.” (La Nación, 12 de junio del 2015). A esta disparatada y demencial propuesta de Otto Guevara, le hacen comparsa personajes neoliberales, aparentemente, más “serios” como expresidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez que plantea que “Que el nuevo FEES debe ser limitado y las universidades… deben poner su cuota de sacrificio…” (La Nación, 18 de junio del 2015).

Todos estos perversos ataques en contra de la inversión en toda la educación pública no deben verse y analizarse como algo aislado, sino que constituye la preparación para golpear, y reducir los montos, en primer movimiento, de los fondos de educación pública y, posteriormente, su privatización generalizada, así como también a los trabajadores de la educación en general. Debemos preparar unificadamente, los sindicatos del MEP, los sindicatos de las universidades públicas y las organizaciones estudiantiles, el combate en contra esa política e intentos que están en desarrollo.

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