Por José René Tamariz

El pasado 30 de julio se realizaron las elecciones nacionales del sindicato APSE para elegir trece puestos de la directiva nacional. Cuatro de esos puestos (presidencia, secretaría general, tesorería general y fiscalía general) son de planta, es decir, pagados por dos años por el sindicato para que realicen sus funciones a tiempo completo para la organización sindical.

A las elecciones nacionales se presentaron tres papeletas, el grupo honestidad, la tendencia Cambiemos y el pequeño grupo de A luchar. Los trece puestos fueron ganados por el grupo honestidad que controla APSE por 18 años. Si bien es cierto que el grupo honestidad ganó todos los puestos con mayoría holgada, debemos analizar con detenimiento cuales fueron los factores y razones por las cuales obtuvieron esa victoria. A continuación, analizamos los datos y explicamos las causas de esa victoria y derrota de la tendencia Cambiemos.

1.- La Abstención. El sindicato APSE tiene actualmente 46.995 afiliados, de los cuales 31.932 son trabajadores de secundaria y 15.063 de primaria. El 32,05% es afiliación de primaria y el 67,95% de secundaria. La votación total a la presidencia fue de 27.705, la más alta de los demás puestos, incluyendo los votos de las tres tendencias, así como los votos en blanco y nulo. Por tanto, la abstención en estas elecciones fue del 41%, o sea, no votaron 19.290 afiliados.

2.- Los resultados de las votaciones. La votación más alta del grupo honestidad fue en el puesto de fiscalía general con una votación de 17.420 para un porcentaje de 62,9%. La votación más baja para ese grupo fue en el puesto de vocalía I con 13.237 votos para un porcentaje de 47,8%. Los votos obtenidos por el grupo honestidad en la presidencia fue de 14.840 votos para un porcentaje de 53,6%. La votación más alta para la tendencia Cambiemos fue para el puesto de vocalía I con un total de 10.754 votos y un porcentaje de 38,8%, mientras que la votación más baja fue en el puesto de suplencia de secretaría general con un total de 7.136 votos para un porcentaje de 25,8%. Los votos obtenidos por la tendencia Cambiemos en la presidencia fue de 7.515 para un porcentaje de 27,1%. El grupo de A luchar tuvo la votación más en la presidencia con 1.743 votos para un 6,3% y el más alto en la vicepresidencia con un total de 3.855 votos para un porcentaje de 13,9%.

La tendencia sindical Cambiemos ganó en 16 regionales las votaciones para el puesto de vocalía I, mientras que en las votaciones para la presidencia ganó en 12 regionales. Entonces, para esos mismos puestos el grupo honestidad ganó en 40 y 44 regionales, respectivamente.

3.- La maniobra política-electoral de la huelga intermitente de junio-julio. La dirección del grupo honestidad y la directiva nacional del sindicato APSE impulsaron la votación en la asamblea general de la huelga intermitente de 5 días en el mes de junio y de una semana en julio, después de las vacaciones de medio, como una evidente maniobra política-electoral para evitar una eventual derrota electoral en las elecciones del 30 de julio. La tendencia Cambiemos venía presionando por impulsar y realizar un proceso huelguístico contra los proyectos de ley antihuelga, antisindicales y antitrabajador que se discuten y pretenden aprobar en la Asamblea Legislativa.

Esta presión de la tendencia Cambiemos para impulsar la huelga y movilización se contraponía con la posición de la directiva que estaba en contra de impulsar y realizar la huelga, ya que aducían que las bases, después de la huelga de tres meses contra el combo fiscal no querían realizar ninguna huelga, sino que proponían otras “estrategias” de lucha. Sin embargo, el desarrollo de esa huelga demostró que lo que planteaba el grupo honestidad era falso. Al final, el grupo honestidad se percató y dio cuenta que, de no impulsar y votar la huelga, la tendencia sindical Cambiemos la podría imponer en Asamblea Nacional y, por ende, había que quitarnos esa propuesta y bandera, ya que ello los podría llevar a una eventual derrota electoral.

Entonces, deciden impulsar y votar la huelga a regañadientes, al grado tal que, tanto en los cinco días de huelga de junio no había ninguna planificación ni política para desarrollar una huelga activa y, peor aún, en la última semana de huelga de julio, los directivos nacionales de APSE ni siquiera se acercaron a las concentraciones de la huelga ni hicieron absolutamente nada para organizar, planificar y hacer un movimiento fuerte, sino que su eje eran las “conversaciones” y “negociaciones” con los neoliberales y funcionarios de la OIT para “lograr” algunas “concesiones” para suavizar el proyecto antihuelga y antisindical de Carlos Ricardo Benavides. Al parecer, estos directivos estaban contentos porque los neoliberales ya no iban a calificar el sector educación como “servicio esencial”, así como que no se iba a prohibir la “huelga contra políticas públicas”. Aún está por verse realmente lo que va a dictaminar la comisión a cargo de ese proyecto de ley, así como lo que el plenario terminará aprobando.

4.- Control de las estructuras regionales por parte del grupo honestidad. El control mayoritario que tiene el grupo honestidad de las regionales y, principalmente, de las regionales del sector de educación primaria les da ventaja, de forma relativa, en el sindicato APSE para obtener el triunfo sobre la oposición sindical.

5.- Campaña electoral millonaria del grupo honestidad. Mientras la tendencia sindical Cambiemos realiza un gran esfuerzo, recurriendo a la solidaridad de sus miembros y simpatizantes para recaudar fondos para la campaña, el grupo honestidad hace un despliegue y derroche de dinero para realizar su campaña electoral, regalando camisetas a todos los que se le acercan, regalando almuerzo o merienda a los que votan por ellos, alquilando toldos y tumbacocos en diferentes regionales. Todo parece indicar que manejan y gastan mucho dinero para perpetuarse en el poder y seguir ejerciendo el control del sindicato APSE.

6.- División de la oposición sindical. Aunque el grupo A luchar obtuvo una bajísima votación, ya que de los 10 puestos en los cuales presentó candidato no llega ni siquiera al máximo del 14% de votos, sin embargo, esta división afecta los resultados globales de la oposición sindical, porque entre los votantes se ve mal la división de la oposición sindical y eso al final favorece al grupo honestidad.

7.- La campaña electoral sucia del grupo honestidad. Entre todas las mentiras, falsificaciones y patrañas lanzadas por el grupo honestidad contra la tendencia sindical Cambiemos, ya sea de forma soterrada y pública, a dos fueron a las que más recurrieron para afectar la votación de Cambiemos. La primera fue la difamación e injurias contra el candidato a la presidencia, Adic Alvarado. La segunda gran mentira fue de que la tendencia sindical Cambiemos era “enemigo de primaria”. Que siempre nos opusimos a la integración del sector de primaria al sindicato APSE.

Este último punto tuvo su fuerte efecto en los resultados de las votaciones, debido a que, en la mayoría, casi absoluta, de las regionales de primaria la tendencia Cambiemos perdió las elecciones por grandes diferencias. Sin embargo, debemos decirles a las y los compañeros del sector de primaria que esto es una falsedad total. La tendencia sindical Cambiemos, como grupo sindical, nunca se opuso a la integración de primaria al sindicato APSE, sino que estuvo de acuerdo con su incorporación. Por otro lado, la tendencia sindical Cambiemos ha demostrado, en la práctica de las huelgas y movilizaciones del sindicato APSE que podemos trabajar de forma coordinada, conjunta y fraternal con las compañeras y compañeros de primaria. En las regionales donde Cambiemos dirige se ha trabajado muy bien con las diferentes regionales de primaria.

Hemeroteca

Archivo