Por Alberto Castro

Es importante que la Coordinadora Sindical Salvadoreña cuente con un programa para que se adecue a los parámetros específicos de lo que su actividad sindical requiere. Un programa establece en sus contenidos la naturaleza de la plataforma económica, política y social que le es propia, para compenetrarse en su lucha, para velar por el fiel cumplimiento de los intereses previamente establecidos, siempre al servicio de sus afiliados.

En eso consiste la importancia de un programa sindical, que se debe crear cuando dicha organización cuente con la estructura necesaria, para llevarlo a la práctica dentro del entorno o medio, hasta el cual como organización puede extenderse y pueda aplicarlo. O sea, el programa tiene límites aunque impacte con las actividades de otras organizaciones, instituciones, sectores, etc. El caso es que la importancia del programa radica en cubrir las necesidades de quienes estén cobijados por sus principios; no debe sobrevalorarse esa importancia, y tampoco si no se cuenta con un plan propio que le atribuya responsabilidades dentro de su marco de acción y además de eso, si existe unidad de lucha que hace del programa, más que importante, una necesidad.

Aclaremos algunos argumentos

Firmar contratos colectivos o demandar aumentos de salarios, es algo propio de los sindicatos de trabajadores asalariados. Si hablamos del sindicalismo como tal y su actividad, aunque posea un programa, su actividad principal se enfoca en la lucha por las reivindicaciones económicas de los trabajadores, cuyas luchas no rebasan los límites que les impone la burguesía a través del Estado capitalista. Es necesario rebasar esos límites establecidos de la actividad sindical, y esto será más factible si se apoya en el movimiento popular. Como partido socialista nuestro enfoque es precisamente la revolución socialista, que implica el derrocamiento de la burguesía y la toma del poder por el proletariado.  

¿Por la Coordinación o dispersión?

Finalmente, desde el Partido Socialista centroamericano (PSOCA) consideramos que en la CSS además de sindicatos y sindicalizados también debe conservarse la permanencia de otras organizaciones populares, y en esto merece rescatar la presencia que tienen en CSS otras organizaciones que no son sindicales como lo son vendedores, indígenas, etc., entre otras que han demostrado su apoyo en todas las actividades de lucha que hasta el momento han surgido; por lo que es necesario anteponer la Unidad de todas estas organizaciones que se hacen presente a las reuniones, para formar un bloque obrero-popular. El llamado debe ser incluyente y no reducirse solo a los sindicatos, sino tomar en cuenta a todas las organizaciones integrantes, hacer lo contrario equivaldría a que en lugar de sumar esfuerzos, se contribuya a la dispersión, el programa sindical debe servir para unificar luchas sindicales y populares.

Nuestra propuesta a la CSS: Plan de Lucha Unitario en toda Centroamérica

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), consideramos que la clase trabajadora, sectores populares y clase media de Centroamérica enfrentamos los mismos problemas. Por ello debemos impulsar un Plan de Lucha Unitario de todos los sectores explotados y oprimidos por el sistema capitalista e imperialista. Desde el PSOCA, los elementos o reivindicaciones mínimas que aportamos para el programa de la CSS son las siguientes:

Lucha por aumentos generales de salarios, acordes a la carestía de la vida ya que las constantes alzas de los precios de la canasta básica y los servicios públicos, obligan a millones de trabajadores a luchar por la defensa del pan de cada día para alimentar a nuestras familias.

Lucha contra la corrupción y la impunidad, pero desde la perspectiva obrera, y nunca por medio de comisiones internacionales controladas por el imperialismo norteamericano. Todos aquellos que han cometido actos en contra de la clase trabajadora deben ser juzgados. Así mismo se debe luchar por la derogatoria de la ley de Amnistía.

Abajo los paquetazos de reformas fiscales contra los trabajadores y la clase media. En toda Centroamérica, los diferentes gobiernos están implementando los mismos planes de reformas fiscales cuyo principal objetivo es financiar el déficit fiscal de los Estados en bancarrota, a costa del nivel de vida de los trabajadores y las clases medias. La repuesta de la clase trabajadora debe ser tajante: que los ricos paguen más impuestos.

Defensa de la seguridad social: opongámonos a la elevación de la edad de jubilación. El FMI ha girado instrucciones a los gobiernos del mundo, incluido los de Centroamérica, de elevar automáticamente la edad de jubilación, debido, supuestamente, a que han subido las expectativas de vida. Nada más falso. Es posible que en los países imperialistas el todavía relativamente alto nivel de vida permita vivir más, pero en Centroamérica es absolutamente falso que la gente viva más. Nuestros hermanos mueren prematuramente por mala atención médica y por pensiones insuficientes que no ajustan para vivir. Se deben revalorizar las pensiones conforme el costo de la vida, y la seguridad social debe cubrir a todos los trabajadores

Defensa y renacionalización de los servicios públicos (energía, comunicaciones, salud y educación). Después de la derrota de la revolución en Centroamérica, el huracán neoliberal terminó de desarticular nuestros países, convirtiendo la región en una zona de libre comercio de las transnacionales imperialistas. En algunos casos estos servicios fueron privatizados total o parcialmente. Los servicios públicos deben estar en manos del Estado, bajo el control de los trabajadores.

Educación pública con calidad. Necesitamos recuperar la educación pública gratuita y de calidad, en todos los niveles, para nuestros hijos. De igual manera, necesitamos recuperar los servicios de salud para los trabajadores y los pobres. Los sindicatos magisteriales y de la salud en toda Centroamérica deben luchar unidos en la defensa y reconquista de estos beneficios sociales, cuando la crisis aprieta a la clase trabajadora.

Reforma agraria que acabe con el latifundio y brinde financiamiento barato a los campesinos e indígenas. Así mismo, ante los efectos de la sequía debemos exigir el no pago de los préstamos realizados por los campesinos pobres a las financieras.

Defensa de las tradiciones, idiomas y cultura de los pueblos originarios, sometidos al hambre y miseria por las políticas discriminatorias en todos los Estados de Centroamérica. Luchemos por la autonomía de las comunidades indígenas en toda Centroamérica.

No a las empresas mineras e hidroeléctricas que dañan el medio ambiente. En su afán de lucrar a toda costa, las trasnacionales y los capitalistas de la región han emprendido la explotación de metales, minerales, petróleo y producción de energía eléctrica que deteriora el medio ambiente y afecta los territorios de las comunidades campesinas e indígenas. Defendemos el derecho de los pueblos a ser consultados y el respeto de sus territorios.

Independencia y democratización de las organizaciones y centrales obreras y campesinas. En esta época de decadencia del capitalismo y del imperialismo, los Estados fallidos de la burguesía en Centroamérica han logrado subordinar a la mayoría de las centrales obreras y campesinas a los dictados del FMI, liquidando la independencia y autonomía de los sindicatos. Necesitamos una democratización de los sindicatos, para que las bases decidan cómo y cuándo luchar contra la crisis del sistema capitalista, que nos asfixia a diario.

Unidad de acción de las centrales obreras y campesinas, sindicatos y demás organismo populares de Centroamérica. La crisis del sistema capitalista nos obliga a superar cualquier diferencia política, ideológica o religiosa, para poder librar con éxito la lucha por la defensa y reconquista de los beneficios laborales obtenidos en el periodo anterior. Solo la lucha firme, organizada y unitaria de la clase trabajadora, podrá hacer que los trabajadores defendamos y mejoremos nuestros niveles de vida.

Por una nueva independencia política de los países de Centroamérica, esta vez para librarnos de la explotación del imperialismo norteamericano, y de cualquier otra potencia imperialista. La clase trabajadora centroamericana debe convertirse en la vanguardia de la lucha democrática y por una nueva independencia política.

Reunificación socialista de la Patria Centroamericana. El sistema capitalista e imperialista es el principal enemigo de los trabajadores y de la humanidad. En Centroamérica la lucha democrática y antimperialista por la liberación nacional conduce inevitablemente a la lucha por el socialismo.

En la actual coyuntura, la lucha por las reivindicaciones democráticas exige la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente en cada uno de nuestros países, y también pone a la orden del día la necesidad de convocar a una gran Asamblea Constituyente Centroamericana que nos permita reunificar la patria centroamericana, reconstruir el Estado Federal, pero ahora bajo un gobierno de los trabajadores y en rumbo al socialismo.

Hemeroteca

Archivo