Por Alberto Castro

El periódico digital El Faro, que ha dado mucha cobertura al tema de las maras y pandillas, publicó hace unas semanas una petición realizada por la Mara Salvatrucha (MS) sobre una petición de dialogo hecha al GOES. A finales de diciembre pasado, según cita la fuente, representantes de la MS se reunieron con El Faro para dar a conocer la nueva propuesta hacia la sociedad y el gobierno: la MS-13 pide la creación de una mesa de diálogo pública, en la que estén representados todos los partidos políticos, el gobierno, instituciones de derechos humanos y los líderes de las tres pandillas principales que operan en el país: 18 Sureños, 18 Revolucionarios y la Mara Salvatrucha-13.

El contenido de la propuesta

Fue en 2014 cuando la MS, la 18 sureños y 18 revolucionarios establecieron La Tregua que tuvo apoyo del Gobierno de Mauricio Funes, pero que posteriormente fue no solo abandonada sino rechazada por el Gobierno de Sánchez Cerén, quien ha utilizado el lenguaje de la represión para comunicarse con dichas organizaciones.

El Plan El Salvador Seguro se ha fortalecido con las Medidas Extraordinarias, ley de extinción de dominio y la operación jaque, que ha ejecutado duros golpes y masacres a estas organizaciones. En ese contexto, la actitud de la MS podría deberse a que su dirección ya empezó a visualizar lo insostenible e inviable que es la guerra a largo plazo contra las fuerzas de seguridad del Estado. Por ello han comenzado a discutir con las direcciones de las otras dos pandillas para que mutuamente coloquen las mismas ofertas pacificadoras sobre la mesa.

A través de tres voceros, la MS anunció la propuesta de diálogo donde figura la más extrema de todas las propuestas, que no fueron planteadas con anterioridad: la voluntaria desarticulación de la mara. Esta es una propuesta seria ya que un año atrás rechazó rotundamente su desmontaje. En este sentido surge la inquietud que tan seria podría ser esta propuesta.

La MS ha propuesto que el gobierno cree procesos que permitan a sus miembros activos, salirse de la pandilla e integrarse en la sociedad. Ahora bien, no hay dudas de que en El Salvador las políticas de seguridad han golpeado fuertemente a las estructuras pandilleriles. Es algo positivo que las maras y pandillas propongan una mesa de diálogo que incluya su propia desarticulación, lo negativo seria si solo utilizaran ese anuncio para contener coyunturalmente la guerra, o que estén recibiendo orientaciones tras las sombras para aprovechar la futura coyuntura electoral, que les permita salir con un proyecto electoral propio o ligado a cualquiera de los partidos del bipartidismo. Como sea, habrá que esperar la reacción de las autoridades.

La clase obrera y pueblo salvadoreño sufrimos en carne propia la violencia y delincuencia, por ello esperamos con ansias una solución de fondo a esta problemática, pero no por ello debemos ser solo espectadores pasivos, debemos hacer propuestas ante la sociedad. Debemos evitar que las prácticas delictivas que ahora las maras y pandillas aseguran estar dispuestas a deponer, no solamente se cumplan, sino que no vuelvan a surgir. Esta es una lucha contra la militarización, que implique la reducción del número de efectivos policiales y militares, el regreso de la FAES a sus cuarteles. Pero todas son propuestas preliminares. Será necesario esperar la respuesta que hará el GOES, quien en caso de aceptar las ofertas de paz deberá liderar el nuevo proceso diseñando políticas integradoras que permitan la inserción de los homboys (miembros activos de las maras y pandillas) en la sociedad.

Los efectos de la retórica de Trump

La búsqueda del dialogo por las maras y pandillas se produce en el contexto de la toma de posesión de Donald Trump, quien ya advirtió que encarcelará y/o expulsará de los EEUU entre dos y tres millones de inmigrantes, so pretexto la expulsión de traficantes de drogas y miembros de bandas. En una entrevista para la revista Time, Trump dijo textualmente ’’ellos (sobre la MS) vienen de Centroamérica. Son más aguerridos que cualquier persona con la que uno se haya topado...Están matando y violando a todo el mundo allá. Son ilegales. Y les llego su fin’’. Sin más tapujos, esas declaraciones indican que el combate hacia las maras se produce en dos ejes: desde afuera con la ofensiva de Trump contra la Mara Salvatrucha, y desde adentro con la ofensiva del gobierno del FMLM. En realidad, las maras están acorraladas, sin salida. Estas circunstancias han alentado a que la MS y 18 sureños se anticipen a anunciar la posible disolucion de sus respectivas organizaciones buscando dialogar con el Gobierno.

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