Por: Eliezer Jaime.

El domingo 19 de julio se realizaron las elecciones internas del partido Nuevas Ideas, de cara a las elecciones para alcaldes, diputados y PARLACEN de 2021. Este instituto político surgió de las bases del movimiento electoral con el mismo nombre que sirvió de apoyo a la candidatura de Nayib Bukele, en la contienda presidencial del 2018, además nació con una dirección que hasta el día de hoy se esconde a través de la falsa horizontalidad en su dirección, para diferenciarse únicamente en el discurso de la forma de dirección verticalista de los partidos de la Asamblea Legislativa, donde las bases no ostentan mayor injerencia que la legitimación de sus dirigentes.

El colapso del bipartidismo

El bipartidismo colapsó en 2018, tras seis períodos presidenciales en los que al mismo tiempo la Asamblea Legislativa, estuvo copada por sus pilares ARENA-FMLN, su desgaste fue aprovechado por un grupo de empresarios disidentes de las cúpulas, entre ellos Nayib Bukele; al haber dejado de ser útiles estos partidos, grupos oligarcas urgían de respuesta para que la crisis de los mencionados partidos no se convirtiera en crisis de la institucionalidad de la democracia burguesa, por eso Nuevas Ideas no fue sino la válvula de escape para continuar con los engaños e ilusiones que vierte constantemente la clase dominante sobre los trabajadores y pueblo salvadoreño mediante la farsa electoral.

Hasta el momento Bukele ha tenido una Asamblea Legislativa dominada por sus adversarios y un Órgano Judicial cuyas resoluciones distan de sus propósitos, por ello en más de un año en la presidencia se ha ocupado en mantener la dinámica proselitista que le llevó a vencer en las urnas, para mantener los altos grados de popularidad con lo cual nutrir a su partido y así barrer en 2021, pues busca lograr una AL acorde a sus intereses. Según encuestas la aprobación de su gestión es un 84%, lo cual está sirviendo a NI para consolidarse como la mejor opción política partidaria ante la falta de pulcritud de sus adversarios, a esto se suma la complacencia ciertos dirigentes sindicales y gremialistas quienes traicionaron a la clase trabajadora al unirse a la borrachera intrínseca de NI en vez de unificar esfuerzos para lanzar candidaturas nacidas del seno del ejercicio democrático sindical.

El ejercicio electoral interno: resultados predeterminados

Por las circunstancias ante dichas las elecciones internas de NI generaron expectativas, sin embargo su desarrollo fue menos laureado que lo esperado al resultar ser un gigante de papel, ya que de 573,633 afiliados, solo 167, 876 participaron, lo cual refleja que las propuestas no fueron lo suficientemente atrayente para mover las de las bases que con el pasar del tiempo han visto la configuración de su partido en reciclaje, y las mismas prácticas viejas a las cuales criticó tanto Bukele como N. I cuando fue movimiento electoral, ahora es un partido que busca ser la principal fuerza política, entre tanto actualmente sirve como músculo que espalda el nepotismo y corrupción en la actual gestión gubernamental, pues la corrupción no sólo es cosa del pasado, sino del presente con Bukele.

Tras los resultados de las primarias, surgieron muchas denuncias públicas de irregularidades en el desarrollo del proceso electivo, por parte de algunos militantes, incluso hubo una concentración en la Plaza Las Américas, pese a intentos por anular las elecciones, quedaron firmemente electas las personas que en realidad expresan la naturaleza de dicho partido, quienes tienen cierto grado de poder al interior; no es extraño que Walter Araujo, cuya reputación es dudosa por su pasado político, fuera electo como candidato para la AL. Bukele respondió a las críticas ulteriores de los inconformes con los resultados diciendo que si no votaban por NI votarán por GANA o CD (algunos precandidatos que no ganaron en las internas de NI se reciclaron en GANA) con lo cual vaticinó la futura coalición que buscará para hacerse del control de la AL. Previendo que sus principales adversarios, ahora mayoría en la AL, quedarán diezmados, por lo que no enfoca su empresa en hacer de NI una fuerza electoral homogénea, le resulta más conveniente repartir cuotas con sus aliados GANA y CD.

Los trabajadores y pueblo salvadoreño no tenemos candidatos que nos represente, ni la futura coalición CD-GANA-NI, tampoco ARENA o su proyecto NT y FMLN estarán de nuestro lado, seguirán siendo ajenos a nuestros intereses de clase, tan pronto funjan serán verdugos que defenderán el neoliberalismo, por lo que el lanzamiento de candidaturas independientes es una tarea pendiente.

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