Por Juan Castel y Dante Melgar

Cerca de dos mil personas entre estudiantes, padres de familia, docentes y activistas por la educación, salieron el pasado domingo 10 de marzo, en recorrido desde “El Tejar”, Chimaltenango, para dar inicio a la marcha en protesta contra las imposiciones que el gobierno, y el Ministerio de Educación (Mineduc), tratan de mantener con la “F.I.D” (Formación Inicial Docente), el nuevo maquillaje estructural, de corte neoliberal que el gobierno desea aplicar en la educación.

La marcha recorrió la Carretera Interamericana, hasta detenerse en San Lucas Sacatepéquez, de donde retomaría el camino el lunes 11, para entrar en un sitio de concentración a las afueras de la capital. Allí permaneció hasta iniciar el recorrido final hacia el Centro Histórico el pasado martes 12 de marzo.

Ese día, alrededor de las seis de la mañana, la marcha avanzó por calzada Roosevelt,  con ruta al centro histórico vía Anillo  Periférico. Los estudiantes caminarían hacia el Congreso de la Republica, acompañados de fuertes gritos de consignas,  rechazando la reforma educacional, rechazando el bachillerato,  proponiendo una contra reforma y demandando el magisterio.

Ya llegada la marcha al Anillo Periférico Sur, y al darse cuenta del recibimiento con mantas de parte de estudiantes de la Universidad de San Carlos, no se hizo esperar el creciente grito de consignas y vítores en apoyo a la lucha de las y los compañeros normalistas del interior, contra la creciente imposición y falta de diálogo del gobierno.

El golpeado movimiento de resistencia normalista capitalino, que el año pasado recibió una constante y creciente represión gubernamental, también se hizo notar, al sumarse más estudiantes de las normales capitalinas, durante todo el recorrido de la marcha, ya duplicado el número de personas que marchaban con rumbo al Congreso.

A la llegada de la marcha a inmediaciones del palacio legislativo, algunos de los presentes y gente que circulaba, aplaudieron e hicieron suyas las consignas de los compañeros normalistas, y también la lucha del pueblo ignorada por el gobierno y los intereses de la clase que representa.

Los estudiantes normalistas, siguiendo el motivo que los hizo caminar durante tres días largos hasta la capital, llegaron al palacio legislativo, en donde se presumía estaba la ministra de educación. Pero no estaba ahí, si no que se había trasladado a la “Casa de la Cultura”, sede de la bancada de gobierno, donde los estudiantes acudieron buscando que ella haga efectivo su papel de representante público, el cual solo ha utilizado al momento de criminalizar a los estudiantes normalistas.

Las peticiones de los estudiantes parecen simples: que la ministra convoque a una mesa de diálogo, con los sectores afectados por la reforma educativa F.I.D. La ministra, siendo coherente con la prepotencia gubernamental, no accedió a dialogar con los estudiantes, a pesar de que los diputados de la bancada de la URNG, le exigieron que lo hiciera y no fuera intransigente.

Ante la negativa de la ministra en atender el llamado de los estudiantes, estos permanecieron frente al edificio y no permitieron que nadie saliera ni entrara de él. Así fue como un diputado del partido “LIDER” permitió que sus guardaespaldas violentaran a los estudiantes y golpearan cobardemente a un estudiante normalista. Después de presenciar estos hechos los estudiantes decidieron complicar la salida de la ministra, después de rodear todos los edificios aledaños a la sede del PP en donde ella permanecía, incluso sabiendo que eso podría implicar un violento encuentro con  los antimotines.

Para evitar lo anterior se acordó dialogar con la ministra en el Palacio Presidencial; así decidieron terminar con el plantón; ante esta decisión inmediatamente los antimotines se retiraron y también la ministra en una camioneta. Los normalistas marcharon hacia el Palacio Presidencial, donde una comisión acordó con los funcionaros que el diálogo seria restablecido el lunes 18 de marzo.

Los representantes del gobierno volvieron a advertir que no darán marcha atrás en la reforma magisterial, y que el diálogo será sólo para mejorar el proceso analizando las demandas de los estudiantes y padres de familia. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) alertamos a los compañeros normalistas y padres de familia para que no permitan que el gobierno les engañe de nuevo con un falso diálogo, como sucedió el año pasado, para no cambiar nada. La demanda es clara: que el Mineduc suspenda los cambios a la carrera de magisterio mientras se llega a un acuerdo.

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