Chuck Hagel, Secretario de Defensa de los Estados Unidos, visitó Guatemala

Por Armando Tezucún

El desfile de funcionarios del imperialismo gringo parece que no se detiene. A inicios de abril visitó el país el comandante del Comando Sur de los Estados Unidos John Kelly, el cual sostuvo una agria polémica con el presidente guatemalteco en torno a la despenalización de las drogas. Más recientemente vino el senador demócrata por el estado de Delaware Tom Carper, que se reunió con Pérez Molina para hablar sobre temas de migración. Y el jueves 24 arribó procedente de México el secretario de Defensa Chuck Hagel.

El motivo de la visita de Hagel fue tratar temas de cooperación que ha tenido Estados Unidos en operaciones aéreas y marítimas en el marco del combate al narcotráfico.

Durante la mañana del viernes 25 el secretario de defensa se reunió en privado con el presidente Pérez Molina, el ministro de gobernación López Bonilla, el ministro de defensa Manuel López Ambrosio y el canciller Fernando Carrera, entre otros funcionarios guatemaltecos.

Como Chuck Hagel no dio declaraciones, fue Pérez Molina quien comunicó a los medios los temas de que se habló en la reunión. Según Hagel los Estados Unidos están dispuestos a continuar apoyando en temas de seguridad, en especial en la lucha contra el crimen internacional uniendo esfuerzos con Guatemala y México. Manifestó que para este año hay más de US$ 40 millones disponibles para el Sica. El presidente guatemalteco declaró que Estados Unidos cooperará en la creación de fuerzas de tarea en las fronteras con Honduras y El Salvador, y posiblemente una en Petén, cubriendo las rutas utilizadas por el narcotráfico. Según Pérez Molina, el gobierno guatemalteco invitó a Estados Unidos durante la reunión, a que se una a las acciones conjuntas realizadas por México y Guatemala en las áreas fronterizas donde opera el crimen organizado, propuesta que será analizada por Washington (información de Siglo XXI 25/04/14). Además se habló sobre la cooperación militar y de inteligencia entre los ejércitos de ambos países en el tema del combate al narcotráfico.

Al parecer esta fue una visita rutinaria que no trajo cambios importantes en las relaciones entre ambos países. Sin embargo, el contexto en el que sucede y la frecuencia con que funcionarios estadounidenses están visitando el país nos hace pensar que en la reunión privada hubo más de lo que declaró Pérez Molina. Estados Unidos está presionando al gobierno guatemalteco en varios temas puntuales que conciernen a aspectos de su política global. En primer lugar el tema del combate al narcotráfico, en el cual Pérez Molina, desde el inicio de su mandato, empezó a plantear la necesidad de rutas distintas, que incluyen la despenalización del consumo y de la producción de algunos cultivos.

En segundo lugar, Estados Unidos impulsa toda una política tendiente a fortalecer la institucionalidad de las democracias burguesas con el fin de lograr estabilidad social y evitar procesos revolucionarios en el marco de la crisis mundial del capitalismo. En este punto el gobierno gringo choca con los intereses de los grupos más reaccionarios que se resisten en Guatemala al combate contra la impunidad y el juicio de los responsables de masacres durante el conflicto armado interno. La expresión más reciente de esta divergencia fue la declaración de la embajada de los Estados Unidos ante la sanción del Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios contra la jueza Yassmin Barrios, quien condenó a 80 años de prisión al ex presidente genocida general Ríos Montt. El gobierno estadounidense señaló que “para el buen funcionamiento de las democracias son esenciales los servidores públicos capaces e independientes. Si los jueces están sujetos a  amenazas e intimidación, la justicia sufrirá”…“el principio fundamental para prosperar debe ser que cada uno de los responsables trabaje para fortalecer el estado de Derecho en Guatemala” (Prensa Libre 22/04/14). La jueza Barrios recibió en marzo en Washington de manos de la esposa del presidente Obama, el premio Mujeres Con Valentía. En febrero el funcionario estadounidense William Brownfield declaró el reconocimiento de su gobierno a la fiscal general Claudia Paz y Paz, abogando por la continuación de su mandato.

La visita de Hagel acaece, entonces, en esta situación de divergencias y presiones. No debemos dejarnos engañar por el apoyo de los Estados Unidos a funcionarias con antecedentes o actitudes “democráticas”; el fondo de la política gringa es fortalecer el régimen democrático burgués para neutralizar las luchas revolucionarias, ofreciendo el espejismo de una democracia que “funciona”.

Rechazamos la injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos de Guatemala ¡Fuera los representantes del imperialismo yanqui!

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