Por Armando Tezucún

El pacto colectivo firmado en octubre del año pasado entre el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSG) y el gobierno de Otto Pérez Molina incluía no sólo beneficios laborales, sino el compromiso del Estado de abastecer adecuadamente a los hospitales públicos y mejorar la atención general a los pacientes.

Sin embargo el gobierno ha hecho muy poco para cumplir lo acordado. Han sido los médicos y las enfermeras quienes han tomado acciones directas para presionar al gobierno. El 9 de abril médicos del Hospital Nacional José Felipe Flores, de Totonicapán, suspendieron el servicio de consulta externa debido a la falta de medicamentos para atender a los más de 300 pacientes que diariamente deben atender. La falta de material quirúrgico llevó a que las cirugías fueran selectivas.

El Hospital Regional de Cobán, Alta Verapaz, se encuentra en una situación similar, que llevó a que los médicos suspendieran la consulta externa el 22 de abril. En este caso las carencias son de material para suturas, ropa para cirugías, reactivos de laboratorio, respiradores mecánicos, bombas de infusión, monitores de signos vitales y un largo etcétera. Los médicos de este hospital reclaman también el aumento del presupuesto asignado al centro, pues los Q 39 millones que reciben no alcanzan.

Desde finales de abril los doctores y las enfermeras del Hospital Regional de Huehuetenango cerraron la consulta externa y posiblemente suspenderán otros servicios si el Ministerio de Salud no resuelve los problemas de abastecimiento. En este caso se suma el descontento por el nombramiento de personal no calificado gracias a las influencias de diputados del Partido Patriota. El 9 de mayo el personal continuaba en paro.

El problema de la pésima calidad del servicio de salud pública en Guatemala es un problema estructural que ningún gobierno burgués tiene verdadero interés en resolver. La negativa histórica de la oligarquía a pagar suficientes impuestos redunda, entre muchas otras cosas en el desastre de que es el sistema de salud estatal en el país.

Llamamos a la solidaridad con los médicos y enfermeras que luchan por la mejora de la atención en los hospitales públicos. En especial el SNTSG debe sumarse a las acciones. Demandamos un mayor presupuesto para salud; que los médicos, enfermeras y trabajadores, así como las organizaciones sindicales y populares controlen el gasto del Ministerio de Salud.

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