Normal 0 21 false false false ES-NI X-NONE X-NONE MicrosoftInternetExplorer4

 

 

Por Armando Tezucún

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

En la semana del 16 al 21 de marzo, los gobiernos centroamericanos fueron visitados por Thomas Shannon, Secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos. Luego de haber pasado por El Salvador y Honduras, el funcionario gringo visitó brevemente Guatemala el viernes 20. Esta visita a los países del área fue en preparación de la reunión que tendrán los presidentes de Centroamérica con el vicepresidente estadounidense Joe Biden, el próximo 30 de marzo en Costa Rica.

La preocupación del imperialismo, según Shannon, es “…entender cómo la crisis los está afectando (a los países centroamericanos), y después escuchar de primera mano la ayuda que necesitan sus países” (Diario Prensa Libre 21/3/09). La grave crisis económica por la que atraviesa el capitalismo mundial, originada por la especulación financiera en Estados Unidos, está empezando a tener efectos en las economías del área. Para el imperialismo es claro que las esperanzas de cambio de las masas campesinas, trabajadoras y populares se están expresando, en un primer momento, en la llegada al poder de gobiernos reformistas, que dentro del marco del estado burgués y la economía de mercado pretenden aliviar la crisis con planes asistenciales, siendo el caso más reciente el triunfo electoral del FMLN en El Salvador. Estos gobiernos son tolerables para los Estados Unidos en la medida que no cuestionan el orden capitalista. Pero detrás está el peligro latente de que las masas adopten una dinámica de movilización independiente y rebasen los límites que estos gobiernos pretenden imponerles.

Por esta razón el eje principal de la propuesta que traen Shannon y Biden es “…asegurar que los logros sociales que ha experimentado América Central se puedan preservar y consolidar” (Prensa Libre 21/3/09). Los funcionarios proponen que el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (los eternos prestamistas del imperialismo que en el pasado han impuesto a su capricho condiciones a los gobiernos del área), “faciliten el acceso a fondos y créditos para proteger los presupuestos públicos, y especialmente financien los programas sociales y tengan la capacidad de enfrentar la pobreza y la desigualdad” (Prensa Libre 21/3/09).

Como vemos, ante la profunda crisis que experimenta el capitalismo neoliberal, la política del imperialismo ha dado un giro, y en vez de exigir austeridad en el gasto público y reducción del papel del Estado en la economía, como hicieron en el pasado, ahora proponen fortalecer los programas sociales para enfrentar la pobreza. ¿Por qué? Porque es el único recurso que les queda para desactivar el descontento producido por el desastre de la economía mundial y evitar el surgimiento de movilizaciones populares que cuestionen el capitalismo como sistema.

En Guatemala, el gobierno de Colom ha entendido esto y por ello está impulsando como eje central de su gobierno el Programa de Cohesión Social, con remesas condicionadas y otros planes asistenciales. La miopía política de los “izquierdistas” ilusos que se han pasado al bando de Colom o le hacen una oposición simbólica, queda al descubierto al develarse el apoyo del imperialismo gringo a los planes reformistas del gobierno, así como a los de Zelaya en Honduras, Funes en El Salvador y Ortega en Nicaragua.

El efecto de la crisis en la economía guatemalteca

Según reconoció Shannon, la recesión en la economía estadounidense está generando “…una baja de remesas y en las exportaciones, no solamente al mercado de Estados Unidos, sino también a los mercados centroamericanos”, y además habrá “dificultad de obtener créditos en el mercado internacional y dentro de los bancos multilaterales” (Prensa Libre 21/3/09).

En los primeros meses de 2009, las remesas enviadas por los trabajadores guatemaltecos que migraron a Estados Unidos bajaron un 9,59 por ciento respecto a los mismos meses de 2008. El dinero enviado por los trabajadores migrantes a sus familias han sido durante años clave para el progreso de pequeños pueblos y comunidades el interior, donde hemos visto surgir pequeñas empresas y casas de habitación dignamente construidas. A pesar de que desde 2006 el ritmo de crecimiento de las remesas venía decreciendo, es hasta este año que no vemos crecimiento, sino que al contrario, hay una clara disminución de la cantidad enviada. Hay que notar que la baja de las remesas no sólo se debe a la crisis de empleo en Estados Unidos, sino también a las drásticas políticas migratorias que han enviado deportados a miles de trabajadores guatemaltecos. Un informe reciente del Banco Mundial reveló que la mitad de la reducción de la pobreza entre el 2000 y 2006, se debió a los envíos de remesas (Prensa Libre, 13/3/09), lo cual quiere decir que estamos a las puertas de un incremento de la pobreza y extrema pobreza en el país.

Según el Banco de Guatemala (banco central del país), durante enero y febrero 2009 las importaciones disminuyeron -27.2%, en comparación al aumento del 22% en el mismo período en 2008. Las exportaciones crecieron 4.6% en el mismo período, en comparación con 8% en 2008; el sector más afectado ha sido el de vestuario y textiles, en el que han cerrado 22 fábricas lanzando al desempleo a cerca de 11 mil trabajadores, aunque otras fuentes hablan de 18 mil.

Las previsiones de crecimiento del Producto Interno Bruto para este año cada vez descienden más. El Banco de Guatemala lo calculó entre 3 y 3.5 por ciento. El Banco Centroamericano de Integración Económica estimó que el PIB crecerá entre el 1.8 y el 2.8 por ciento. El Banco Interamericano de Desarrollo considera que el crecimiento de la economía será de 2.9 por ciento, y el Banco Mundial lo calcula en 2.9%. Según un informe presentado el 19 de marzo por la calificadora de riesgo Fitch Ratings, el PIB crecerá solamente un 1 por ciento, debido a la recesión en Estados Unidos.

Más allá de las cifras frías, los trabajadores están sintiendo en carne propia la gravedad de la crisis. El desempleo está lanzando a la economía informal a cientos de obreros y obreras. Muestra de ello es el aumento incesante de vendedores que se suben a los buses urbanos ofreciendo toda clase de mercancías. Nos ha llamado la atención el caso de dos muchachos que abordan los buses con una guitarra y anuncian que fueron trabajadores de maquila pero que ya no encuentra trabajo por lo que no tienen más remedio que cantar en los buses pidiendo lo que la gente les quiera dar.

A pesar del informe que el Instituto Nacional de Estadística presentó a inicios de marzo, asegurando una disminución en el costo de la vida o inflación durante el mes de febrero, los trabajadores no percibimos tal baja en los precios. Y es que los empresarios se resisten a bajar sus precios, a pesar de que insumos como combustibles y energía eléctrica sí han disminuido.

El presupuesto del gobierno se ve afectado

La baja en el crecimiento de la economía está afectando al gobierno con una baja en la recaudación de impuestos, consecuencia de una menor actividad económica. Según proyecciones de los funcionarios de Finanzas, el Estado dejará de percibir unos Q 4 mil millones que estaban previstos para utilizarse dentro del presupuesto de ingresos y egresos de 2009. La preocupación del gobierno aumenta con la dificultad que está teniendo en el Congreso para que sea aprobado el paquete de modernización tributaria. La principal dificultad gira en torno al impuesto de primera matrícula para importación de automóviles, sobre cuyo porcentaje los diputados aún no logran un acuerdo. Inicialmente el gobierno propuso un 30%, que luego bajó a un 26%. Ante la presión ejercida por los empresarios importadores de vehículos, los diputados de oposición demandan una mayor reducción del impuesto de manera que no afecte a los negociantes.

La solución que contempla Colom para ajustar el presupuesto es básicamente endeudamiento externo, lo que empalma perfectamente con las propuestas que traen los funcionarios del imperialismo.

¡Fuera Shannon y Biden!

Los socialistas revolucionarios rechazamos la visita de los agentes de los Estados Unidos a la región centroamericana, y animamos a los trabajadores, campesinos, comunidades, estudiantes, trabajadores informales y demás sectores populares a enfrentar de forma unificada la agresión contra nuestras condiciones de vida que significa la crisis del sistema capitalista ¡Nosotros no pagaremos el costo del fracaso del capitalismo!

Hemeroteca

Archivo