managua

Por Gerson de la Rosa

El  amplio movimiento de masas gestado tras el golpe de Estado, fue la respuesta inmediata ante la  implementación de una dictadura cívico militar. Los cálculos de los distintos sectores que emprendieron el golpe no tomaban en cuenta el papel revolucionario de la población en resistencia. Las fuerzas levantadas por los golpistas “….se asemejan al mago que ya no es capaz  de dominar  las fuerzas infernales  que ha desencadenado con sus conjuros.”

Sin duda que el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) es una de las grandes conquistas del pueblo hondureño, sin embargo, hoy por hoy, el futuro de este organismo no se orienta en el fortalecimiento de las luchas populares, sino en la constitución de un organismo político que trasladará la lucha popular al terreno electoral.

El comportamiento del FNRP durante la primera etapa

Durante la primera etapa de la lucha, lo importante era llamar a todos los sectores de la sociedad hondureña a conformar un frente común para encarar la lucha contra la dictadura. Si los sectores del partido liberal, sobre todo aquellos que simpatizaban firmemente con el zelayismo deseaban unirse al movimiento antigolpista no habría ningún problema, y de hecho así fue.

No obstante, uno de los enormes errores de los dirigentes  fue el de plegarse a las intenciones de Zelaya, que por cierto pasaban por su restitución a través del dialogo y no por la derrota de Michelleti a través de insurrección y la huelga general. La falta de independencia de la dirección del frente condicionó la orientación política de la población en resistencia, por un lado nos encontrábamos con amplios sectores que avanzaban sobre las intenciones de la dirección y que eran frenados por el “pacifismo”, mientras la policía y el ejército arremetían fuertemente con la población civil. Empero, el error político de la dirección del Frente y de Zelaya fue el de creer en los tramposos acuerdos impulsados por la burguesía, el departamento de Estado y los golpistas, y no en la fuerza revolucionaria de las masas en resistencia.

La segunda etapa

Durante los momentos más incandescentes de la lucha, la dirección del FNRP, sirvió como un enorme muro de contención ante la enorme presión social. El haber jerarquizado el dialogo y no en la insurrección o la huelga general y la movilización permanente le permitió a los golpistas acentuarse y blanquear el golpe de Estado a través de un proceso electoral amañado e ilegal. El grave error para esta etapa de la lucha, fue el haber participado, con Juan Barahona en el Diálogo Guaymuras, dado que de esa manera le hicieron creer a la población en resistencia en la veracidad de los métodos de los violadores de los derechos fundamentales.

El tercer momento

Este momento se caracteriza por el giro de la dirección del FNRP, una vez que el gobierno ilegitimo ha llamado al dialogo los liberales en resistencia han corrido donde los golpistas a modo de ser reconocidos como corriente y establecer acuerdos por fuera de las aspiraciones del pueblo hondureño. Lejos de sancionar esta acción oportunista, la conducción  ha anunciado la consolidación de todas las corrientes sociales del Frente. Así mismo, han publicitado sus pretensiones de establecer acuerdos bajo la presencia de Zelaya, a modo de conformar el frente amplio para el proceso electoral.

Como observamos, estamos en momentos críticos donde la dirección del comité ejecutivo pretende imponer sus maniobras olvidando las tareas inmediatas.

Es por todo lo anterior, que el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) hace un llamado a las bases del FNRP a estar en constante vigilia de las distintas acciones de sus dirigentes; nos parece que la dirección debe consultar permanentemente a la base y no llamar a asambleas ampliadas tan solo para respaldar las maniobras políticas que han sido elaboradas en secreto. El futuro de la sociedad hondureña reside en las transformaciones realizadas en este momento histórico, es por ello que no debemos renunciar a la movilización y a la huelga general como instrumentos de lucha, solo desde allí garantizaremos las verdaderas transformaciones y la anhelada Constituyente.

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